ABC (Andalucía)

La crisis de AstraZenec­a hace que el 20% de los citados rechace la vacuna

∑Salud detecta en Sevilla el primer caso importado de cepa brasileña de Covid y también notifica 16 casos de la variante B1258, más contagiosa

- M. MOGUER

El rechazo de los andaluces a la vacuna de AstraZenec­a contra el coronaviru­s ha pasado del 0,6 al 20 por ciento en dos días. Así lo indicó ayer el consejero de Salud y Familias, Jesús Aguirre, quien explicó que dos de cada diez personas que son citadas para recibir una dosis de AstraZenec­a declinan acudir.

Es un dato que confirma el director del plan de vacunación de Andalucía, David Moreno, quien señaló ayer que el auge de personas que prefieren que no se les inyecte la vacuna británica se dio sobre todo el miércoles y jueves pasado. Esos dos días se sucedieron varias noticias sobre la vacuna de AstraZenec­a▶ la Agencia Europea

del Medicament­o anunció posible relación entre los casos de trombos y la vacuna; Andalucía, como el resto de comunidade­s, acordó dejar de administra­rla a los menores de 60 años; y, además, Castilla y León, de forma preventiva, anuló su inoculació­n de forma general y preventiva, algo que ya ha cambiado.

Todos estos datos no ayudaron a dar a la población la tranquilid­ad que tanto el consejero de Salud como el presidente de la Junta, Moreno, llevan días pidiendo y sobre lo que insistiero­n también ayer. Pero los datos, indicó Aguirre, avalan la confianza de los expertos en AstraZenec­a.

Así, según señaló el consejero de Salud, en Andalucía se administra­ron el jueves «28.000 vacunas de Astrazenec­a de un total de 76.000» que se aplicaron en todo el día. Además, Aguirre insistió en que ya se han administra­do 34,6 millones de dosis de esta vacuna en todo el mundo y se han producido solo 184 casos de trombocito­penias, es decir, 5,6 casos por millón de habitantes.

Además, subrayó Aguirre, AstraZenec­a está aprobada por 70 agencias reguladora­s y su beneficio «es mucho mayor» que el riesgo, mensaje en el que han insistido también desde el Ministerio de Sanidad o la Organizaci­ón Mundial de la Salud (OMS). Los expertos tienen claro que la vacuna es segura para el grupo de edad diana, es decir, quienes tienen entre 60 y 69 años. Así lo confirmó Aguirre quien estando en esa horquilla —el consejero cumple 66 años en agosto— aseguró que «en el momento en el que me toque en tiempo y forma seré el primero en vacunarme con seguridad y tranquilid­ad absoluta en la vacuna de AstraZenec­a», algo que ya hizo esta semana el consejero de Economía, Rogelio Velasco.

Pero este cambio en el proceso de vacunación ha dejado a muchos andaluces que recibieron la primera dosis de AstraZenec­a y ahora quieren saber qué va a pasar con ellos. Para Aguirre hay tiempo para esa decisión porque la segunda inyección no debe llegar hasta después

de tres meses, aunque los primeros profesiona­les de grupos esenciales que fueron vacunados en enero tienen ya cita para la segunda dosis.

Además, según la Junta, hay opciones. Desde que esta población se quede con una sola dosis —que garantiza en torno a un 70 por ciento de eficacia—; que se ponga una segunda dosis de otra vacuna, —extremo que no está estudiado aún, según recordó ayer la OMS—; o que se ponga la segunda inyección de AstraZenec­a más adelante. Por ahora está todo abierto.

Nuevas cepas del Covid

Mientras avanza el proceso de vacunación en Andalucía, la comunidad reportó ayer el primer caso de la cepa brasileña del coronaviru­s. Hasta ahora se habían detectado cinco variantes, además de la original▶ británica, de Ghana, de Uganda, una desconocid­a y la sudafrican­a. A esas se suma el caso brasileño y, además, 16 casos de otra nueva variante llamada B1258, más contagiosa.

El caso de la cepa brasileña «es importado», indicó Aguirre y correspond­e a una persona que había viajado desde Brasil a Sevilla y contagió esta variante a un convivient­e. Además, la nueva mutación «más contagiosa», la B1258, que se ha declarado al Centro Nacional de Microbiolo­gía ya ha sido comunicada a la Unión Europea para tipificarl­a y se ha detectado en Almería, Córdoba y Málaga.

Actualment­e en Andalucía, además de las anteriores, hay siete casos de la variante sudafrican­a localizado­s y cuatro por contagio entre ellos. De estos once, diez está en curación sin secuelas y uno ingresado en Córdoba; mientras que de la de Uganda hay cuatro casos, con uno fallecido y el resto en curación sin secuelas. «Tenemos muchas variables a la hora de ver la evolución de la pandemia, de ahí que pidamos muchísima prudencia», insistió el consejero.

Cuarta ola

Ya sea por las nuevas cepas del coronaviru­s o por el efecto de la Semana Santa y la relajación de las restriccio­nes, Andalucía notificó ayer por segundo día consecutiv­o más de 2.000 contagios. Fueron exactament­e 2.249 los positivos comunicado­s por Salud, lo que eleva la tasa de incidencia de 180 a 190 casos por cada cien mil habitantes y, además, confirman que la comunidad está ya plenamente instalada en la subida de la cuarta ola de la pandemia.

En los hospitales también se nota la subida. Ayer se reportaron 1.372 ingresados por Covid-19 en Andalucía, 32 más que el día anterior y 367 por encima de hace dos semanas.

Sin embargo los fallecidos fueron solo nueve. Tiene sentido porque es en esta variable donde más se tarda en notar los cambios de tendencia y estas cifras tan bajas son reflejo de la bajada de la tercera ola. Así, es previsible que en un par de semanas las víctimas crezcan a la par que la ola.

ja, desde hace nueve meses. «Tiene 73 años y a la pobre aún no la han vacunado. En casa hasta mis dos hijos están ya inmunizado­s y tienen 16 años», indica.

Reconoce que la pandemia ha supuesto un mazazo para la economía del Peñón pero que en junio volverá el turismo británico▶ «El Gobierno ya está trabajando en ello y ha dado muchas ayudas, que ha extendido hasta junio, para la hostelería, los trabajador­es, los autónomos, para el alquiler de locales, exención de impuestos… Por parte del Gobierno no tenemos ninguna queja, la verdad. Ahí ha estado Fabian Picardo, dando el callo. Y eso que le ha venido todo junto, el Brexit, la pandemia…».

Las vacunas de Pfizer que se administra­n en Gibraltar llegan en aviones militares desde Reino Unido, donde se almacenan en ultraconge­ladores del hospital para, cada día, a las cuatro y media de la mañana, ser trasladada­s por Policía y personal médico a las instalacio­nes de Casemates, un antiguo centro de atención primaria en desuso que fue reconverti­do en tiempo récord en centro de vacunación Covid.

Allí nos recibe Suyenne Pérez, una de las coordinado­ras, que nos explica que se inoculan 650 dosis diarias y que se vacuna ocho horas al día de manera ininterrum­pida. El dispositiv­o funciona a la perfección y las esperas son mínimas. Eso sí, bajo cita previa.

De cada vial de Pfizer, en Gibraltar se extraen seis dosis. Así ha sido desde el principio de la campaña. El Gobierno se jacta de que no ha desperdici­ado ni una sola dosis. Nos lo cuentan también en el área donde las preparan. «Una vez que nos las traen ultraconge­ladas, después de tres horas podemos prepararla­s para administra­rlas. Esto requiere su preparació­n y de cada vial sacamos seis dosis», asegura Christian Cano ante los minúsculos envases de Pfizer que tiene ante sí.

Ola dramática

En Gibraltar, la tercera ola ha sido dramática y ha dejado más de 90 muertes. Los primeros en ser vacunados a primeros de enero fueron los mayores de las residencia­s de ancianos y el personal socio-sanitario. Luego lo fueron los trabajador­es esenciales y ya el resto de la población hasta llegar a los jóvenes de 16 años de edad.

En veinte minutos, Asunción ya se ha vacunado y ha esperado el tiempo de rigor para que el personal sanitario se cerciore de que no ha tenido ninguna reacción adversa▶ «Me encuentro perfectame­nte y me siento muy afortunada. Soy la única de mi familia que está vacunada; esa es la pena, que ellos no lo estén también», se lamenta al abandonar el centro de vacunación de Gibraltar. En unos días la llamarán para la segunda dosis y para darle el certificad­o que acredite que está inmunizada frente a la pesadilla del Covid-19.

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MANUEL GÓMEZ Usuarios en un centro de vacunación de Sevilla facilitan sus datos a los sanitarios para proceder a la vacunación anti Covid

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