Sujétame la caja de herramientas
La vicepresidenta tercera y la titular de Igualdad recurren al artificio para tapar su fiasco
Si alguien es capaz de dejar segundo a Pedro Sánchez en la carrera de retorcer palabras para que abulten y llenen el vacío que esconden, esas son las ministras de Unidas Podemos. El listón está muy alto y sube con cada comparecencia del presidente del Gobierno, pero expertas como Yolanda Díaz o Irene Montero llevan toda la vida preparándose. No han hecho otra cosa. A Sánchez se le ha cruzado en el camino la cosa esta de la reconstrucción y la resiliencia; sus ministras coaligadas, en cambio, venían adiestradas de fábrica en la formulación de supercherías de progreso, especialidad en la que, sin cartera ministerial, está obligada a destacar cualquier representanta con aspiraciones de las confluencias o disidencias del partido de Iglesias. Díaz y Montero presentaron ayer la denominada «herramienta española de igualdad retributiva», llave grifa de amplio espectro antiheteropatriarcal que actúa interfiriendo techos de cristal y brechas de género. El andamiaje que sostiene la lona publicitaria es soberbio. Detrás, como suele ser habitual, hay un edificio en ruinas cuyo deterioro es proporcional al tamaño del cartel que lo cubre y sublima. Que el año pasado, tapado por el escudo social de las ministras igualitarias, aumentara en un 13 por ciento la diferencia salarial entre hombres y mujeres no deja de ser uno de esos datos que la charlatanería sacrifica para alcanzar el estadio, muy superior, casi decente, de la demagogia.