Digoxina, el fármaco para el corazón que adelgaza y mantiene el colesterol a raya
Los animales obesos perdieron hasta un 40% de peso con una dieta rica en grasa
Muchos de los grandes avances científicos son fruto del azar. La penicilina, los rayos X o la viagra son hijos de la casualidad o de eso que se llama serendipia, un hallazgo valioso e inesperado. La ciencia avanza con golpes de suerte o redescubriendo tratamientos que siempre hemos tenido ante nuestros ojos. Durante décadas enfermos con graves problemas cardiacos han utilizado digoxina, un tratamiento para tratar arritmias o el agotamiento de un corazón infartado. Nadie había imaginado que este fármaco podría ser la llave para comer sin miedo a engordar o que las cifras de glucosa o colesterol se dispararan.
Un grupo de investigadores, dirigido por Nabil Djouder, jefe del grupo de Factores de Crecimiento, Nutrientes y Cáncer del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), ha sido el primero en demostrarlo. De momento lo han conseguido en experimentos con ratones, a los que engordaron previamente con una dieta rica en grasa. La digoxina revertió por completo la obesidad. Los ratones, tratados con una dosis tres veces mayor a la que se utiliza en pacientes cardiovasculares, redujeron en un 40% su peso. También se curaron de los trastornos metabólicos asociados a la obesidad. Al mismo tiempo que desaparecían los gramos de más de los ratones, caían en picado las cifras de colesterol y se normalizaba la glucosa o la tensión arterial. El avance se detalla en el último número de la revista «Nature Metabolism».
La digoxina actúa reduciendo la producción de una molécula llamada interleucina 17A o IL-17A, que generalmente provoca inflamación y está detrás de numerosas enfermedades como la diabetes tipo 2, la hipertensión y las enfermedades cardiovasculares o las patologías autoinmunes como la artritis o la psoriasis. La IL-17A actúa en el tejido adiposo, causando obesidad y alteraciones metabólicas graves asociadas al sobrepeso. También ejerce un papel directo en el cáncer porque la obesidad dispara el riesgo de cáncer, al menos de tumores digestivos
El grupo de Djouder en el CNIO observó pérdida de peso ya a las pocas semanas, sin efectos adversos. Los beneficios se mantuvieron durante al menos 8 meses, lo que sugiere que el efecto no es temporal y se puedan generar resistencias.
Retención de líquidos
Djouder cree que el efecto beneficioso de este medicamento para el corazón habría pasado desapercibido porque los enfermos que lo usan suelen tener una potente retención de líquidos que enmascara el efecto adelgazante. Otra posibilidad es que la dosis terapéutica del corazón no sea suficiente para adelgazar. El hallazgo tiene relevancia clínica▶ «Es tentador proponer que los pacientes con obesidad podrían tomar digoxina durante un periodo corto, hasta estabilizar la pérdida de peso, y que después sigan una dieta saludable», dice Ana Teijeiro, primera firmante del trabajo.