ADN en los sedimentos
Abajo, el profesor Arsuaga en el yacimiento de Estatuas, donde se halló ADN nuclear en los sedimentos. tes. Y no va a ser fácil que se repita, porque no hay muchos yacimientos que se hayan conservado ´enlatados´ como sucede con la Galería de las Estatuas, ni que se hayan excavado ´grano a grano´ como hemos hecho nosotros».
Para el estudio de Science se ha extraído ADN de tres cuevas. Dos de ellas en Siberia, ambas con fósiles humanos que ya habían sido secuenciados previamente y que ahora se comparan con el ADN del sedimento. La tercera es la Galería de las Estatuas, en Atapuerca. En las Estatuas, en efecto, no se han encontrado restos fósiles, excepto una falange del pie de un neandertal. Pero en el sedimento estudiado apareció ADN de por lo menos cinco individuos. Arsuaga explica que «tres de ellos están bien identificados, un hombre y dos mujeres, y luego hay ADN nuclear de otras dos o más mujeres».
El ADN del individuo más antiguo perteneció a un varón neandertal datado en aproximadamente 110.000 años, aunque su estirpe se originó antes, hace 130.000 años. La fecha de esa «radiación» (que es como se llama técnicamente a un conjunto de líneas evolutivas que se separan de un antepasado común) coincide con el último periodo cálido entre dos glaciaciones.
Los demás restos (de por lo menos cuatro mujeres) pertenecen a neandertales más recientes, genéticamente diferentes y que forman parte de una segunda radiación. Otra población, pues, que sustituyó a los neandertales más antiguos y cuya antigüedad se ha establecido en unos 80.000 años, justo al principio del último ciclo glaciar y con un clima, por tanto, mucho más frío. «La segunda población -explica Arsuaga-, a la que pertenecen las mujeres, es algo más moderna que la primera y la sustituyó en toda Europa. Y resulta que nosotros las tenemos a las dos en el mismo sitio y en la misma secuencia vertical de la columna estratigráfica, lo cual es increíble. Es decir, que el ADN no solo nos permite decir quiénes eran, sino estudiar la evolución de los neandertales, la historia secreta de la especie. Pensábamos que algo así solo se podría hacer en Siberia, donde el frío ayuda a conservar las moléculas de ADN, pero nunca en el sur de Europa».
Mundo agitado
«Lo que estamos viendo -prosiguees micro evolución, cómo va cambiando la especie. La gente piensa que se quedaron en las cuevas y allí evolucionaron. Pero hemos visto que no es así. Lo que vemos es un mundo muy agitado. En Burgos hubo una población neandertal que desapareció. Y más tarde aparecieron otros neandertales, pero con genética distinta. No son sus herederos, sino que los reemplazan. El mensaje es que dentro de las especies que imaginamos con una vida tranquila y apacible, vemos que hay extinciones, radiaciones, reemplazos, sustituciones... es decir, muchas turbulencias. Y en la Galería de las Estatuas tenemos una ´fotografía´ de ese proceso. Es algo único y muy difícil de encontrar en otros lugares».
Para el co director de Atapuerca, esta investigación «es un premio para la ciencia española. No es lo mismo enviar al laboratorio un hueso en una cajita que hacer un trabajo super fino para obtener muestras adecuadas. Este resultado es motivo de una satisfacción enorme, porque allí, en la Galería de las Estatuas, se ha trabajado de una forma que no es común en otros yacimientos».