La Generalitat maniobró dos meses para no vacunar a policías y guardias civiles
Cataluña ha vacunado a menos del 15% de los agentes frente a casi todos los mossos o el 80% del resto de España
La Generalitat lleva dos meses y medio maniobrando para no vacunar a policías nacionales y guardias civiles, incluidos en el grupo 6 de colectivos prioritarios que fijó la Comisión de Salud Pública y el Consejo Interterritorial. De los casi 7.000 agentes de ambos Cuerpos que trabajan en Cataluña, no se ha inoculado ni al 15 por ciento, frente al casi 80 por ciento de funcionarios que ya han recibido su dosis en el resto de España. La cifra ronda el cien por ciento en mossos y policías locales catalanes.
La intención de veto quedó clara desde el 10 de febrero, cuando empezó el proceso. Ni en el plan de Protección Civil de Cataluña (Procicat) ni en las declaraciones del consejero de Interior, Miquel Sàmper, se mencionó a ninguno de los dos Cuerpos. Ante ese ‘olvido’, la delegada del Gobierno en Cataluña, Teresa Cunillera, pidió información de la fecha de inicio.
Ni siquiera en el aeropuerto
La primera reunión con el Departamento de Interior tuvo lugar el 16 de febrero y a ella acudieron los responsables de los Cuerpos para planificar el dispositivo, los lugares y los días. No había prisa, a tenor del calendario, puesto que ya hacía quince días que se estaba vacunando a agentes autonómicos y locales cuando se convocó una nueva cita (para el 4 de marzo) con representantes de Salut e Interior, así como con Policía Nacional, Guardia Civil y Sasemar.
Los encargados del plan en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad ofrecieron entonces el personal y la infraestructura necesarios. Salut les pidió listados de personal reclamándoles que se distribuyera a los agentes en «grupos grandes». Ambos Cuerpos planificaron un dispositivo muy complejo en el que lograron distribuir a casi 7.000 agentes en nueve grupos, algunos de hasta 1.300 funcionarios, para cumplir la exigencia de la Generalitat.
A partir de ese día, se suceden las gestiones en un permanente tira y afloja hasta que se logra fijar fechas▶ las vacunaciones se harían los días 25, 26 y 29 de marzo, mes y medio después de que empezara a correr el calendario para sus compañeros. Salut vuelve a poner peros. Se intenta adelantar el calendario en puntos estratégicos como el aeropuerto de Barcelona. Imposible. Los responsables aducen una y otra vez que están «a la espera de la validación del plan». Un plan que no afecta al resto de uniformados.
La guinda de esta utilización política de los policías se produce doce horas antes de que empezaran a vacunar.
Desprogramaron 12 horas antes
Se hicieron grupos de hasta 1.300 agentes como pidió Salut y 12 horas antes desprogramaron todas las citas
El 24 de marzo, Salut ordena a Policía y Guardia Civil que desprogramen todas las vacunaciones de los agentes menores de 60 años, la inmensa mayoría, prescindiendo del esfuerzo que se había tenido que hacer para cumplir sus criterios. Cunillera reclama explicaciones sin recibir respuesta. La única llega el pasado día 8 cuando se comunica oficialmente que se suspende el plan de vacunas de menores de 60 años, tras la controversia con AstraZeneca en toda Europa.
Discriminación
Los agentes, utilizados como un pimpampum, llevan semanas advirtiendo de la discriminación que sufren y sus sindicatos y asociaciones amenazando con tomar medidas. Han pedido amparo tanto al Ministerio del Interior como al de Política Territorial. La situación ha obligado a la intervención del Gobierno, que hasta ahora había dado alas a la Generalitat, y que por medio de la ministra de Sanidad anunció que asumirá la vacunación.
Después del anuncio, la Delegación del Gobierno ya trabaja en un plan propio. Desde el Ministerio del Interior confirmaron a ABC que serán los servicios sanitarios de Policía y Guardia Civil quienes se encarguen en los próximos días, «en cuanto se reciban los viales», de vacunar a sus agentes. Cataluña es la única comunidad que no cumple la estrategia acordada, pese a que el Govern lo niega y lo atribuye a un cambio de criterio. Hasta ahora no ha recibido el reproche del Ejecutivo.
El SUP tilda de «vergonzoso» el uso político que se ha hecho distinguiendo entre «policías de primera y de segunda». Llamativo porque en las últimas semanas los agentes no vacunados de Policía y Guardia Civil han compartido operativos y calle con agentes de los Mossos que sí lo estaban. El PP denunció públicamente los hechos, y PSC y Cs han registrado preguntas en el Parlament al respecto.
Uso político «vergonzoso»
Los policías tachan de «vergonzoso» el uso político que se ha impuesto y denuncian discriminación