Los ‘Ángeles del Infierno’, tras el asesinato del DJ
El alemán que disparó al pinchadiscos en Marbella quería que cambiara la música
Pantalón vaquero, botas, tatuajes y cuero sobre una Harley-Davidson. Es la estética reconocible de Los Ángeles del Infierno, cuyo logo luce en las carreteras de la Costa del Sol desde hace años. En los últimos meses dejando tras ellos un rastro de sangre que se puede seguir hasta la muerte de un pinchadiscos en una fiesta ilegal en la urbanización Guadalmina Alta. Las serigrafías de los chalecos incautados exponen que la mítica banda, al margen de la ley, tienen una sección permanente en la ciudad, como la desarticulada el pasado verano en Canarias. Chema, de 40 años, es su última víctima. Recibió un disparo en el cuello que bajó hasta el pulmón y acabó con su vida cuando trabajaba ponía música en una fiesta clandestina.
Un alemán de 30 años perteneciente a la sección de Marbella de la banda de moteros lo había intentado amedrentar para que cambiara la música. Al no conseguirlo, sacó su arma y disparó al techo, pero el rebote del proyectil hizo que lo alcanzara de forma fatal. Todos huyeron de aquel chalé despavoridos. No había nadie cuando llegó la Policía Nacional. Sólo el cadáver de Chema.
En menos de 48 horas, el autor de los disparos era detenido en Málaga capital con otro germano, que le hacía de escolta, de 28 años, que fue arrestado como presunto responsable de un delito de encubrimiento y omisión del deber de socorro. Las detenciones se practicaron momentos antes de que ambos intentaran huir del país. Luego hubo ocho detenciones de organizadores, trabajadores y asistentes a la celebración por abandonar al DJ.
Allí se intervino el vehículo utilizado por el responsable material de la muerte para huir, así como un chaleco con la serigrafía de la sección de Marbella de Los Ángeles del Infierno. En la espalda la calavera alada bajo «Hells Angels», junto a la «MC» (MotoClub) y «Sky City» por uno de los capítulos alemanes del que era originario el motero. En la parte delantera los parches de «Purgue Crew» (tripulación de purga) y «Marbella», como símbolo de la ciudad en la que llevaba sus operaciones. El Juzgado de Instrucción número 2 de Marbella decretó el ingreso en prisión del autor material de los hechos y de la persona que le daba cobertura y protección. Además, investiga a otras ocho personas.
Pero sus actividades en la Costa no son nuevas. En 2019, se detuvo al líder danés de la banda en Marbella. El Tribunal Superior del Este de Dinamarca le buscaba para que cumpliera una condena de 11 años de prisión. Estaba refugiado en la ciudad, después de dejar a dos heridos en un ataque con armas de fuego.
Proceso por narcotráfico
Es donde comienza el rastro reciente en la Costa del Sol de esta banda, fundada en la década de 1948 por la familia Bishop en Fontana (California) con veteranos de guerra americanos. Ahora se cree que puede tener más de 3.000 miembros en todo el mundo. Algunos de ellos fueron procesados a principios de 2020 por narcotráfico en Málaga, después de que cuatro años antes la Guardia Civil desmontara su red de financiación con el tráfico de marihuana en Europa. Ante el juzgado huyeron de la estética ruda, cambiándola por camisas y pantalones de vestir para hacer un pacto de 14 años de cárcel por los delitos de tráfico de drogas, organización criminal y tenencia ilícita de armas. Asentados en la Costa del Sol, volvieron a ser noticia el verano pasado, cuando en la puerta de NAO Pool de Olivia, aparecieron en allí mismo armados con palos golf y le dieron al portero una paliza de muerte, que le llevó al hospital.