ERC y Bildu salvan al ministro del Interior de ser reprobado
Fernando Grande-Marlaska no solo es el ministro que más peticiones de comparecencia pendientes acumula sobre la mesa de su despacho. También es sobre el que han recaído más intentos de reprobación desde la oposición. Tanto el PP, como Vox y Ciudadanos (Cs), por diversos motivos, han reclamado su dimisión, su cese y su reprobación en numerosas ocasiones. Esto último lo esquiva el titular de Interior gracias a la cooperación de los aliados del Gobierno.
Ayer, el Congreso de los Diputados volvió a librar a Grande-Marlaska de un reproche político con el que no ha sido castigado ningún ministro desde que PSOE y Unidas Podemos gobiernan en coalición. Antes del pacto con los de Pablo Iglesias, la exministra de Justicia y ahora fiscal general del Estado, Dolores Delgado, consiguió ser la más reprobada de la democracia en un tiempo récord. Pero ERC y Bildu –entre otros– evitan de nuevo que el titular de Interior se le acerque siquiera.
Esta vez fueron dos mociones consecuencia de interpelación debatidas el miércoles, una del PP y otra de Vox, las que buscaban ‘castigar’ al ministro ante su negativa a dimitir y la del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a destituirlo. El motivo, la sentencia judicial que corrige el irregular cese del coronel de la Guardia Civil Diego Pérez de los Cobos, a quien la Audiencia Nacional pide restituir en su puesto en la Jefatura de la Comandancia en Madrid. Ciudadanos ya lo pidió, también sin éxito.
El ministro lleva meses cuestionado por la oposición, también, por el goteo de presos etarras acercados al País Vasco.
El titular de Interior, en el Congreso