ABC (Andalucía)

«El fanático de un solo libro es lo más peligroso de la humanidad»

Pérez-Reverte charló ayer con ‘XL Semanal’ sobre biblioteca­s en la víspera del Día del Libro

- BRUNO PARDO PORTO

2012, cuando el sistema saltó por los aires. La Sala estima que la ausencia de una regulación concreta que hiciera posible el abono de cantidades equitativa­s entre 2016, cuando la UE desacredit­ó la legislació­n española, y agosto de 2017, cuando entró en vigor la nueva ley, es solo imputable al legislador español.

El Tribunal Supremo ha realizado el cálculo de estos 57 millones de euros que se deben abonar y sus respectivo­s porcentaje­s atendiendo a la situación transitori­a y evolutiva entre los dos sistemas diferentes, en relación con los años 2015, 2016 y 2017. Añade igualmente que, en aquellos supuestos de concurrenc­ia de diversas entidades de gestión en una misma categoría de acreedores, la distribuci­ón del porcentaje correspond­iente deberá hacerse mediante el mutuo acuerdo entre las mismas.

Uno de los días más tristes del Arturo Pérez-Reverte reportero (hay otro académico y otro escritor, al menos) fue el 25 de agosto de 1992. Ese día, en Sarajevo, las bombas de fósforo serbias destruyero­n la biblioteca de la ciudad. Ardieron miles de libros. Manuscrito­s, incunables, rarezas bibliográf­icas, también ejemplares comunes, llenos de historias. Él contó la noticia, y luego entró en el edificio a rescatar lo que pudo, como tantos otros. Mientras tanto, los francotira­dores trataban de impedir con sus balas que alguien parase el incendio▶ querían que el fuego lo devorase todo, esa crueldad. «Ver arder libros siempre es muy triste, es una gran desolación para quien los ama, como yo. Destruir libros es destruir inteligenc­ia, destruir pensamient­o, destruir memoria, destruir futuro», recordó ayer el novelista durante una entrevista con Fernando Goitia, jefe de sección de ‘XL Semanal’, que fue retransmit­ida por ‘streaming’.

La excusa de la charla, patrocinad­a por Ámbito Cultural, era la víspera del Día del Libro (que es hoy, pero que lleva celebrándo­se toda la semana), y el motivo, las biblioteca­s. La conversaci­ón, eso sí, comenzó con una tragedia cultural, porque aún está reciente en la retina la noticia de la pérdida de la Biblioteca Jagger, en Ciudad del Cabo (Sudáfrica)▶ 65.000 volúmenes, convertido­s en ceniza.

Territorio inmenso

«La literatura es un territorio inmenso, donde el lector entra como un pirata en un barco lleno de tesoros»

Acallar al otro

«Ahora arden menos biblioteca­s, pero el impulso de destruir es mayor. Se busca acallar al otro»

Quemas modernas

Pérez-Reverte aprovechó la excusa para recordar las destruccio­nes programada­s de conocimien­to, tan comunes en el pasado, y que hoy aún existen, pero de otra forma. «Es un impulso tan viejo como la humanidad▶ destruir lo que no comprende. Es un mal muy actual, también. Ahora arden menos biblioteca­s, pero el impulso de destruir es incluso mayor porque las redes lo acrecienta­n. Se busca acallar al otro, no dejarlo hablar, taparle la boca. Ahora se llevan a cabo otras quemas», aseveró. Por cierto▶ él a la guerra se llevaba tomos gruesos de algún clásico, textos largos que ocupasen poco. En Eritrea leyó las ‘Vidas paralelas’ de Plutarco, aunque sus obras favoritas para viajar eran la ‘Eneida’ y la ‘Iliada’.

Reverte no tardó en evocar la biblioteca de su abuelo, que fue el lugar donde se fundó como ser curioso, es decir, como persona. Los libros, relató, estaban por todas partes. Con ellos construía edificios para jugar con sus soldaditos▶ ese era el nivel de abundancia. El crío, claro, no tardó en entregarse a la lectura▶ nadie le recomendab­a nada, aunque siempre le regalaban literatura, y además tenía muchas joyas a mano. Su abuelo era rico en clásicos; su abuela, en cambio, prefería la novela moderna, policiaca o de aventuras▶ Conan Doyle, Dashiel Hammett, Agatha Christie… Allí empezó a ver otros mundos, a explorar, y cuando creció se echó la mochila al hombro para ver si tales cosas existían de verdad. «Todos mis caminos empezaron en la biblioteca», sentenció.

Su gusto se formó a base de capricho, que es como se fundan las pasiones. Por eso descree Pérez-Reverte de los cánones rígidos, de esa taxonomía ya caduca de la alta y la baja cultura. Tampoco le gusta dar consejos▶ prefiere facilitar, ayudar. Cuando va a un colegio (rara vez) y le piden que espolee a los niños y les invite a la lectura, acude a una imagen sencilla y efectiva▶ los libros son puertas que te llevan a lugares en los que puedes ser cualquier cosa. «Hasta los libros malos tienen cosas buenas… La literatura es un territorio inmenso, donde el lector entra como un pirata en un barco lleno de tesoros, a saquear», proclamó. Ese es el objetivo▶ hacerse con un buen botín, diverso y rico. Porque hay algo peor que no leer▶ leer un solo libro. «El fanático de un solo libro es el elemento más peligroso de la humanidad. Porque ese libro excluye a todos los demás», alertó.

Un lector

Con el paso de los años, el creador de Falcó y Alatriste ha ido conformand­o una biblioteca envidiable que tiene más de 32.000 ejemplares. Recalcó su gusto por las librerías de viejo, y recomendó la Cuesta de Moyano como un paraíso en la tierra. Sin embargo, hizo una precisión sobre este afán acumulador▶ «Yo no soy coleccioni­sta de libros, ni siquiera bibliófilo. Soy lector». Sus libros están organizado­s por zonas, muy bien pensadas, porque para él los libros son «instrument­os de trabajo». Ahí está el sustento de sus historias▶ antes de escribir bucea mucho en el papel. «A mí la musa no me visita, no la conozco», bromeó.

Le preguntó Goitia, poco antes de terminar, si internet era una gran biblioteca, y Pérez-Reverte respondió que sí, aunque él sigue prefiriend­o lo analógico, ya que es el medio en el que se ha criado. Reivindicó su educación previa a la universida­d, ese privilegio, y lamentó que hoy no se aprovechen las oportunida­des que ofrece la tecnología▶ nos dan una herramient­a cargada de conocimien­to y la utilizamos para perder el tiempo. «El que es analfabeto ahora es porque quiere», remató.

unca se esperó con más ilusión la festividad de Sant Jordi, tanto en Cataluña (San Jorge es su patrón desde el siglo XV) como en el resto de España. Porque jamás se vivió un 23 de abril como el del pasado año, con el vacío y el silencio como compañeros debido al confinamie­nto por la pandemia. No se celebró el Día del Libro; no fue el día de la cultura y del amor, de la rosa roja y del manuscrito. Suena hasta cursi la tradición, ciertament­e trasnochad­a, del regalo de la flor a la amada y de la obra al varón, aunque sí muy romántica, alegre y llena de vida. Así ocurre en Barcelona, con sus puestos llenos de color y ese olor a papel de las gran- des obras, como las que escribiero­n los universale­s Miguel de Cervantes y William Shakespear­e, que falleciero­n, curiosamen­te, un 23 de abril, de ahí que sea la fecha elegida para celebrar a su vez el Día Mundial del Libro y, desde 1995, también el de los Derechos de Autor, instituido por la Unesco.

«Se tienen muchas ganas

Nde reactivar todos los eventos que hay alrededor del mundo editorial, pero este año es imposible. Habrá muchas menos firmas porque el Grupo Planeta acostumbra a movilizar 200 autores en un Sant Jordi y este año serán unos 20, pero con librerías abiertas. Paso a paso hasta celebrar esta fiesta tan especial que nos transporte al “mundo normal en el que éramos felices”», sostiene David Figueras, responsabl­e editorial de Planeta Gastro y Libros Cúpula.

Ya metidos en faena gastronómi­ca (Planeta Gastro es una de las editoriale­s culinarias más prolíficas en cuanto a títulos se refiere), hay que señalar que fue otro 23 de abril cuando murió el autor ampurdanés Josep Plá, si bien su obra abarca otros ámbitos literarios amén de los coquinario­s.

Tenemos la suerte de poseer un importante legado bibliográf­ico dedicado al buen comer. Desde los primeros manuscrito­s medievales, como ‘Arte Cisoria. Tratado del Arte de Cortar del Cuchillo’, de Enrique de Villena a la revolucion­aria ‘Bullipedia’, de Ferran Adrià y su equipo, la historia de la gastronomí­a patria –insis

Emilia Pardo Bazán (arriba) y ‘La casa de Lúculo’

to, sólo patria- atesora superlativ­os autores que han sabido inmortaliz­ar la riqueza y variedad de despensa, tratamient­o del producto y diversidad de los fogones regionales.

Tradición y actualidad

Entre las pioneras en el arte literario coquinario, la ínclita Emilia Pardo Bazán. La novelista gallega fue de las primeras en reivindica­r el valor cultural de la gastronomí­a española (’La cocina española antigua’, ‘La cocina española moderna’). Otra grande, la Marquesa de Parabere, y su obra magna, ‘La cocina completa’ (Espasa-Calpe). Y, como fenómeno, Simone Ortega con sus ‘1080 recetas de cocina’, el ‘hit parade’ por antonomasi­a de cualquier hogar de nuestra piel de toro.

Picadillo o Ángel Muro; maestros de la pluma y el estómago como Julio Camba, Álvaro Cunqueiro y Plá; pioneros de la crítica gastronómi­ca, hedonistas como Néstor Luján… Y editoriale­s, como Penthalon (con escritores gastronómi­cos como Jorge-Víctor Sueiro, con su

‘Comer en Galicia’, prologado por Cunqueiro que también edita Espasa Calpe con ‘La cocina moderna en Galicia’), Zendrera Zariquei, Trea…

Actualment­e, mención especial merece Montagud, con sus lujosas ediciones, de exquisito gusto, destinado a coleccioni­stas y a muchos egos, pero es una editorial también divulgativ­a. Claro ejemplo es ‘La cocina al vacío’, de Joan Roca, la técnica culinaria más vanguardis­ta del momento. Cambiando de tercio, Roca arrasó en ventas con ‘Cocina madre’ (Planeta Gastro), el retorno a la cocina de la tradición. Y es Planeta Gastro quien ha dado con la fórmula de la edición▶ muy versátil en sus publicacio­nes, tanto ilustradas y elegantes como más prácticas, especializ­adas y abiertas a todas las cocinas del mundo. «De los cuatro meses que llevamos de año, los títulos que han generado mayor expectació­n y que serán de los más vendidos son ‘Najat’, de Najat Kaanache y ‘Healthy Kitchen’, de Xavier Pellicer. De 2020, sin duda ha sido ‘Todo el pescado’, de Josh Niland, un fenómeno mundial que estamos reeditando», concluye David Figueras.

Sobre estas líneas, ‘Arte Cisoria’. Abajo,

‘1080 recetas’

l éxito de ‘Shock 1 El cóndor y la pluma’, presentado hace un par de temporadas en el teatro Valle-Inclán, ha animado a los responsabl­es del Centro Dramático Nacional, ahora bajo la batuta de Alfredo Sanzol, a poner en pie una segunda parte, titulada ‘Shock 2 La tormenta y la guerra’. El espectácul­o, que cuenta con el mismo equipo creativo –dramaturgi­a de Albert Boronat, Juan Cavestany, Juan Mayorga y Andrés Lima, y dirección de este último– se estrena el próximo martes en el mismo teatro Valle-Inclán. Sus intérprete­s son Antonio Durán

E‘Morris’, Alba Flores, Natalia Hernández, María Morales, Paco Ochoa, Guillermo Toledo y Juan Vinuesa. Ellos mismos ofrecerán a partir del 8 de mayo las funciones de ‘Shock 1’ que complement­arán la puesta en escena de esta segunda parte. ‘La doctrina del shock’, de Naomi Klein, es el texto inspirador de las dos partes del espectácul­o; ‘Shock 2’ se basa en hechos reales y en textos de Olga Rodríguez y Alba Sotorra.

Esta segunda parte de ‘Shock’ es una reflexión sobre la guerra que se mueve entre estas dos ideas, dice Lima, y que mezcla teatro –emoción, ritmo,

a pandemia ha causado un daño colateral del que apenas se habla. Genera problemas de comunicaci­ón al ocultarnos expresione­s y hurtarnos sentimient­os. Las mascarilla­s nos muestran solo mitades, nos arrebatan gestos y otras contorsion­es del rostro que a menudo dicen más que las palabras.

Pero en el caso de Ismael Serrano no es tan difícil saber qué hay detrás de su mascarilla de color negro, a juego con su infaltable chupa de cuero. La intensidad de su mirada refleja, de alguna manera, la de sus ideas y el mensaje que quiere transmitir con cada canción, con cada disco. ‘Seremos’, que se publica hoy, es su última creación, y en la que la primera persona del plural no ha sido escogida por casualidad. No le ha cantado al virus como hicieron otros, pero sus consecuenc­ias sí que han sobrevolad­o sus canciones, «la mayoría escritas durante el confinamie­nto», asegura el cantautor a ABC. «Necesitaba tener una mirada hacia adelante. Durante esta pandemia ha habido momentos en los que el cansancio nos incapacitó para ver la luz al final del túnel; era como un eterno día de la marmota en muchos aspectos, y en ese contexto necesitaba futuro. Al final, lo que mide la felicidad es nuestra capacidad para hacer planes y cumplirlos. Le he puesto ‘Seremos’ porque sé que todo esto pasará y vendrán tiempos mejores», relata a Serrano en la planta 7 de un enorme edificio de la Castellana, que acoge las coloridas instalacio­nes de Sony Music y donde se alza una nublada Madrid.

«Porque fuimos, seremos, a pesar del cansancio, gritaré para que al fin me encuentres en mitad del naufragio», dice la letra de ‘Porque fuimos’. Y es que Serrano mira hacia adelante, pero también hacia atrás. «Me dí cuenta de que era incapaz de hablar de la pandemia de manera explícita como lo hicieron otros. Lo tenía tan presente y atravesado por el estrés y la angustia que no tenía perspectiv­a. Me apetecía escribir más sobre la vida que había quedado congelada por la pandemia, que es lo que busco en canciones como ‘Cállate y baila’; es decir, sobre todo aquello que se quedó ahí, pero con la idea de darle un punto de normalidad, de entender todo esto como un bache, como un tránsito hacia otro lugar».

Ese optimismo lo ha reflejado también en la propia estética del disco. De ahí que la portada encuentre a un Ismael por todo lo alto, sin sus cómodas zapatillas, para presumir de esmoquin.

L√

«Encantado de conocerse» «Me he reído de mí mismo y del cantautor, que tiene un alto concepto de sí mismo; todo el que sube a un escenario está encantado de conocerse»

«El que me puse para el Teatro Colón», cuenta recordando el mítico concierto sinfónico que dio en uno de los teatros de ópera más importante­s del mundo, en Buenos Aires. «En este disco he revisado la figura del cantautor y también me he revisado a mí mismo; he jugado a estar en otra disposició­n anímica, salir de esa vocación de fracaso, de la estética del eterno perdedor... Es una forma de reírme de mí mismo y de la figura del cantautor, que tiene un alto concepto de sí mismo; toda persona que se sube a un escenario está encantada de conocerse. Por eso me pongo el esmoquin y me hago las fotos en portada▶ la idea era huir un poco del estereotip­o también desde lo estético».

Y en esa burla a sí mismo aparece también el cantautor supuestame­nte avasallant­e que, en realidad, no logra conquistar a la chica cometiendo la torpeza de dejarle su teléfono en el autógrafo que ella le pidió. «Eso no me ha pasado nunca..., ni me volvera a pasar», confiesa Serrano entre risas. «La letra de ‘Derramando nuestros sueños’ es de mi padre y me hizo gracia porque sí me ha pasado eso de ir de seductor y darte cuenta de que eres un pringado. De repente crees que la música te da un aura de seducción y en el fondo no, la mujer te pone en tu sitio y te dice▶ ‘¿De qué vas, chaval?’».

Colaboraci­ones

Serrano confiesa que este disco tiene menos carga política que otros –aunque siempre está presente–, y en él conviven muchos estilos musicales, además de varias voces. En ‘Seremos’ colaboran Clara Alvarado, Litus, Jimena Ruiz Echazú, un consolidad­o Pablo Alborán o promesas como Ede▶ «Las colaboraci­ones surgen de las canciones, que evocan una voz. Con Ede me parecía bonito crear un diálogo entre mi voz grave con el contrapunt­o de un talento emergente». En el caso de Alborán participa en ‘La primera que despierta’, una canción que aunque Serrano se diga incapaz, es más bien todo lo contrario y tiene mucho de ‘pandémica’ por homenajear a todas las mujeres dedicadas a cuidar de los demás.

Una victoria más, una final menos en la carrera por una Liga que para poder levantarla tendrá que sudar hasta el último día porque aquí nadie regala nada. El Atlético de Madrid aguanta el pulso en un viaje en el que la presión se ha convertido en una compañera inseparabl­e a lo largo de las últimas jornadas. Ayer no fue una excepción. Amenazado en esta ocasión por el triunfo del Real Madrid en el Ramón de Carranza, el líder necesitaba, sí o sí, puntuar ante un Huesca al alza para mantener la primera posición y aseguró el objetivo con los goles de Correa y Carrasco en un duelo con incertidum­bre casi hasta el final. De nuevo, tres puntos de ventaja sobre los de Zidane.

Pacheta es un entrenador con una capacidad motivacion­al sobresalie­nte, un técnico que ha calado rápido en un vestuario al que ha devuelto el ánimo. El burgalés ha cambiado la cara de un equipo condenado a sufrir y que se permite soñar con la permanenci­a a pesar del frenazo, previsible, ante los de Simeone. Un duelo a priori desigual entre el líder y un conjunto en zona de descenso, diferencia que confirmaro­n los 90 minutos en el Metropolit­ano. Un partido en el que los aragoneses aguantaron firmes hasta que Correa quebró la resistenci­a con un gol cuando se acercaba el descanso. El argentino, como ante el Eibar, fue el factor determinan­te, el desatascad­or. Su séptimo tanto.

El Huesca no mostró, ni mucho menos, la fortaleza defensiva que le permitió resistir ante los de Simeone en el partido que se vio en El Alcoraz. Aquel fue uno de los contados pinchazos rojiblanco­s

Giménez y Saúl antes de alcanzar el ecuador de una Liga de la que ahora solo le separan seis partidos. Seis finales aún por delante como la superada ante los de Pacheta.

La ausencia de jugadores es la otra constante que acompaña al Atlético en este tramo final del campeonato. Simeone volvió a ver mermada su vanguardia sin Suárez, Joao Félix ni Lemar, y repitió el once que goleó al Eibar. ¿Para qué cambiar lo que funciona? Por primera vez en el curso presentó idéntica alineación en dos encuentros seguidos. Y como sucedió contra los guipuzcoan­os, el Huesca fue el que comenzó llevando la iniciativa, provocando a los tres minutos el habitual milagro de Oblak. Siovas, en un barullo y a dos metros de la línea de gol, se topó con el esloveno. Susto.

Una tarde de porteros porque Álvaro Fernández se lució poco después en un doble remate de Carrasco y Saúl. Ritmo intenso en un inicio prometedor y con Héctor Herrera especialme­nte motivado. Pese a las novedades de Pacheta, con siete cambios respecto a su anterior encuentro, el Huesca entró valiente en el cuerpo a cuerpo con un rival que buscó el gol desde el primer instante. El liderato estaba en juego. Sucesivas llegadas por la izquierda con Lodi y Carrasco, pero falta de puntería. El Atlético, estaba decidido a buscar los puntos sin especular.

Poco de Marcos Llorente en un primer tiempo que se consumía con la sensación de que el conjunto de Simeone

 ?? ÓSCAR CHAMORRO ??
ÓSCAR CHAMORRO
 ?? ABC ??
ABC
 ??  ?? Fernando Goitia (izquierda) charla con Arturo Pérez-Reverte
Fernando Goitia (izquierda) charla con Arturo Pérez-Reverte
 ??  ??
 ??  ??
 ?? BELÉN DÍAZ ?? Toques industrial­es en el nuevo local
BELÉN DÍAZ Toques industrial­es en el nuevo local
 ??  ??
 ??  ??
 ?? ABC ?? Ismael Serrano
ABC Ismael Serrano
 ??  ?? ‘Seremos’ Ismael Serrano Sony Music 2021
‘Seremos’ Ismael Serrano Sony Music 2021

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain