Vallejo llamó a Juana Martín para ofrecerle ayudas de Invercaria
La diseñadora declaró ayer que no tuvo intención de quedarse con los 850.000 euros
La diseñadora cordobesa Juana Martín declaró ayer en el juicio que se sigue en la Audiencia de Sevilla contra ella y tres exdirectivos de Invercaria por los 850.000 euros de préstamos que le concedió la empresa pública de la Junta entre los años 2006 y 2011. Aseguró que «jamás» tuvo intención de quedarse con el dinero de los préstamos públicos, que recibió después de que el exconsejero socialista de Innovación Francisco Vallejo la llamara.
Martín explicó que tras un desfile en la pasarela Cibeles de Madrid en 2005, donde alcanzó gran éxito y repercusión, el exconsejero socialista de Innovación Francisco Vallejo la llamó para mostrar interés en su trabajo. Además le dijo que le visitarían Tomás Pérez-Sauquillo, entonces presidente de Invercaria, y el jefe de gabinete de la Consejería de Innovación. En aquella reunión, en otoño de 2005, ambos le trasladaron un proyecto para impulsar empresas andaluzas y que éstas alcanzaran mayor trascendencia. «Querían ayudarme a impulsar mi marca porque tenían interés en mi trabajo por ser mujer, joven y por estar basado en la tradición andaluza».
Pérez-Sauquillo, en el juicio, confirmó la intervención de Vallejo, quien le dijo que había que invertir en la marca de Juana Martín, que se enfrenta a ocho años de cárcel por prevaricación y malversación. Se sienta en el banquillo de los acusados en esta segunda pieza juzgada de la macrocausa de Invercaria junto a Tomás Pérez-Sauquillo y los exdirectivos de la empresa Cristóbal Cantos y Antonio Nieto.
El fiscal anticorrupción le preguntó a la diseñadora por qué en 2014 ante el instructor declaró que no tenía conciencia de que el dinero de los préstamos lo tenía que devolver. La acusada respondió que en ese momento tenía «miedo y pánico». «Mi conciencia no era quedarme con dinero de nadie, jamás», añadió, explicando que ha intentado devolverlo pero «no le han dejado. En ningún momento pensé que era un dinero que me regalaban». Aún no ha sido reintegrado.
En enero de 2006 se constituyó Juana Martín Diseño. Días después Invercaria aprobó un primer préstamo para esta sociedad de 120.000 euros. «Yo necesitaba recursos para un desfile en Madrid en febrero e Invercaria quería ya apoyarme». Por eso se crea la sociedad y se concedió ese dinero, según la acusada. Meses después se constituye Juana Martín Andalucía, una sociedad de la propia diseñadora e Invercaria. La modista aportaba la marca Juana Martín Diseño e Invercaria, los dos préstamos que ya le había concedido, entre los que se encontraba uno de 50.000 euros a su persona.
Martín intentó ayer explicar que desconocía las cuestiones empresariales, por lo que confiaba en PérezSauquillo y Cantos, su técnico de Invercaria para el proyecto. Fue PérezSauquillo quien le informó que en el verano de 2006 Invercaria había aprobado darle 900.000 euros en préstamos (de forma fraccionada hasta 2011). Este dinero era para abrir tiendas y expandir su marca. Si bien, admitió que sólo abrieron una tienda en Sevilla en Córdoba, y en Madrid, en un piso.
La diseñadora defendió ante el tribunal que Invercaria no se equivocaba con este proyecto, pues la firma Juana Martín era y es conocida internacionalmente. Sin embargo, con la llegada de la crisis en 2008 todo se trastocó. Con la crisis y «con la prensa y el caso Invercaria», añadió la acusada, que admitió que este caso ha sido «una pesadilla fea» por la que ha perdido proyectos. «La prensa esperaba cualquier desfile para sacar algo de Invercaria».
Definió la apuesta de Juana Martín Andalucía como un «proyectazo» en el que ella creía, aunque desde el año 2006 hasta su desaparición en 2012 siempre cerró los ejercicios económicos. También Juana Martín Diseño. El fiscal le preguntó cómo vivía entonces. «Mi padre me pagaba muchísimas cosas», respondió.
«Un proyectazo» truncado La modista explicó que la crisis y la prensa dieron al traste con la proyección de Juana Martín Andalucía