Francia prohíbe el lenguaje inclusivo en las escuelas
Considera que es «un obstáculo para la lectura y la comprensión escrita»
o problemas de aprendizaje» accedan al francés. Sin embargo, sí fomenta la feminización de las profesiones. «La elección de ejemplos o afirmaciones en una situación docente debe respetar la igualdad entre niñas y niños, tanto a través de la feminización de términos como a través de la lucha contra las representaciones estereotipadas», explica.
España, sin embargo, ha emprendido el sentido contrario. En las redes sociales, sobre todo en Twitter, se hicieron virales las capturas de un libro de 2º de la ESO de Geografía e Historia que, en su edición de Andalucía, aludía a «los judíos y las judías», «musulmanes y musulmanas» o que «los nuevos cristianos y cristianas recibieron el nombre de conversos y conversas», informa Nieves Mira.
Poco tiempo después, la que se hizo viral fue la ministra de Igualdad, Irene Montero, que en un discurso preguntó▶ «¿Qué significa libertad? ¿Que una familia si lo desea pueda llevar a su hijo, a su hija, a su hije a una terapia de conversión a ver si deja de ser maricón, boyera, bisexual o trans?». En el mismo discurso aludió también a los «niños, niñas y niñes».
«Degradación escolar»
Consultado por ABC, el filósofo y pedagogo, Gregorio Luri, «los franceses no aceptan la degradación escolar del canon. Y eso significa que aman la escuela como el lugar en el que el niño se convierte en ciudadano gracias al acceso a una cultura común. Esa cultura no puede ponerse en desbandada ante los intentos de dinamitarla por parte de quienes quieren llevar la revolución al lenguaje. El lenguaje es la razón común, no una razón de parte».