Desde los 11 metros
penaltis en contra
ante el Valencia
penaltis a favor
parada
ron después de que el VAR avisara al árbitro principal de que estaba cometiendo un error. Resulta llamativo que en 35 partidos de campeonato los blancos no hayan recibido ni una sola mala patada o que ninguno de sus centros al área hayan tropezado con una mano rival de manera tan clara como para que el colegiado señalara penalti de manera directa. De hecho, si no hubiera sido por la pena máxima pitada ante el Cádiz hace pocas semanas, el Madrid habría batido el récord de mayor número de jornadas consecutivas sin haber sido premiados con un penalti. Los de Zidane pararon la cuenta en 26 y el Rayo mantiene ese récord en 28 desde que se instauró el VAR.
Todas estas señales hacen pensar al vestuario en que existe un interés externo para que no se lleven la Liga. «El arbitraje nos deja inquietos. No estamos teniendo suerte en este tipo de jugadas. Hemos tenido situaciones parecidas y de nuevo hemos sufrido una decisión en contra. Nos genera incertidumbre porque ha habido acciones similares, teóricamente a nuestro favor, en las que se han tomado decisiones muy diferentes», señaló Butragueño tras el duelo del domingo, en referencia a esos errores del pasado. Fallos que han hartado al vestuario, que ve cómo se les escapa el título a pesar de que creen que en el campo han hecho lo necesario para ir líderes en solitario.