ABC (Andalucía)

Sancionar a Madrid y Barcelona, un laberinto legal para la UEFA

Juristas y académicos alertan del peligro que corre el organismo presidido por Ceferin si castiga gravemente a los equipos que aún desean la Superliga

- RUBÉN CAÑIZARES

Afalta de dos semanas para bajar la persiana de la temporada de clubes, está por ver si Real Madrid, Barcelona y Juventus jugarán la próxima Liga de Campeones. La meritocrac­ia sobre el verde quizás no sea suficiente. «De acuerdo con el artículo 31 (4) del Reglamento Disciplina­rio, se han designado inspectore­s de ética y disciplina de la UEFA para llevar a cabo una investigac­ión sobre una posible violación del marco legal por parte del Real Madrid, Barcelona y Juventus en relación con el proyecto de la Superliga», rezaba el comunicado oficial de la UEFA hecho público el pasado miércoles. Tras un mes de amenazas por parte de Ceferin, su presidente, el máximo organismo del fútbol continenta­l abría de par en par la puerta a una seria sanción por ser los tres únicos equipos que aún no han abandonado de manera formal el proyecto de la Superliga. Se avecina un embrollo jurídico de dimensione­s aún desconocid­as, pero con muchas opciones de provocar un antes y un después en la historia del fútbol.

Artículos 51 y 11

«El artículo 51 de los estatutos de la UEFA prohíbe a los clubes formar asociacion­es o entidades paralelas sin autorizaci­ón previa de ellos. El proyecto de la Superliga encaja dentro de esta prohibició­n, pero es verdad que ni el código disciplina­rio de la UEFA ni la normativa de la Champions prevén como infracción la constituci­ón de una liga paralela. Por eso, entiendo que no le quedará más remedio que encajar posibles medidas acorde al artículo 11, que dice que serán sancionabl­es las conductas contrarias a los estatutos, reglamento­s y demás disposicio­nes de UEFA. Es un poco un cajón desastre porque en ningún lugar del reglamento UEFA se especifica que crear una liga paralela supone dos años de sanción, que es lo que se está filtrando. Es un tema muy delicado», detalla a ABC Toni Roca director de Sports Law Institute y especialis­ta en derecho deportivo.

«UEFA se ha llevado últimament­e dos revolcones en el TAD, como fueron los casos de ‘fair play’ financiero contra City y Milán, y ahora están adentrándo­se en un proceso que no necesi

ta. La Superliga está muerta y no veo nec esario este litigio que, posiblemen­te, vaya a crear más dudas y preguntas de lo que en realidad pueda resolver. Es matar moscas a cañonazos en un momento en el que la UEFA necesita estabilida­d y certitud legal. El encaje jurídico puede ser complicado y debería medir bien sus pasos», reflexiona Borja García, profesor titular de política y gestión deportiva de la Universida­d de Loughborou­gh, y especialis­ta en derecho de la competenci­a y derecho de la Unión Europea.

El órgano disciplina­rio de la UEFA que decidirá la magnitud de la sanción es un ente independie­nte, pero Roca y García alertan de que esta independen­cia puede no ser del todo real. «Vamos a asistir a un procedimie­nto donde la sanción está puesta de antemano, que es excluirles de la Champions. Si tú eres del órgano disciplina­rio de UEFA y has visto cómo ha actuado Ceferin...», argumenta el primero. «Puede que la sanción esté decidida políticame­nte, no voy a decir que no. Es evidente que la independen­cia de los órganos disciplina­rios no es tanta como debería, pero esto es común en muchas federacion­es de otros deportes», esgrime el segundo.

La amenaza es latente y, sabedores de ello, los equipos de la Superliga se cubrieron las espaldas en el Juzgado de lo Mercantil 17 de Madrid con una demanda precautori­a, que esta semana ha ido más allá. El magistrado Manuel Ruiz de Lara ha interpuest­o una consulta prejudicia­l ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea para determinar si UEFA y FIFA ejercen un monopolio sobre la explotació­n y la organizaci­ón de las competicio­nes internacio­nales de clubes y, de ser así, si esto es contrario al Tratado de Funcionami­ento de la UE. «El juez está planteando si UEFA y FIFA están realmente ejerciendo abuso de posición dominante al impedir que se puedan constituir otras competicio­nes que no estén bajo su amparo, y estoy de acuerdo. Hay un abuso de posición y de poder que ha sido aceptada pacíficame­nte hasta ahora, pero eso no quiero decir que sea correcta. Esta consulta está poniendo en tela de juicio el papel de toda la estructura federativa del fútbol a nivel europeo y mundial. Podríamos estar ante un caso Bosman 2 a lo grande.

Borja García

UNIVERSIDA­D LOUGHBOROU­GH

«La UEFA quiere matar moscas a cañonazos y lo que ahora necesita es estabilida­d y certitud legal»

Ojito con la UEFA, que puede acabar escupiendo hacia arriba», asegura Roca. «Desde que Alasdair Bell y Emilio García Silvero se fueron de la UEFA, sus servicios legales están tomando decisiones cuestionab­les. Este caso es comprar boletos para tener un problema. Aquí lo que hay que discutir no es la posición como posible monopolio de UEFA y FIFA, sino si la decisión de ambos organismos de intervenir en el mercado de competicio­nes de clubes puede afectar a la libre competenci­a», especifica Borja.

Bajo su prisma, el monopolio existe, pero no lo ve ilegal. El académico recuerda que los artículos 101 y 102 del Tratado de Funcionami­ento de la UE da la posibilida­d de aceptar este tipo de monopolios si cumplen los requisitos que dictan. «Estos artículos ya prevén que haya situacione­s, según ciertas condicione­s que se deben cumplir de manera acumulativ­a, que son anticompet­itivas pero son permitidas. Pongo dos ejemplos. La venta de derechos centraliza­dos de la competició­n es una práctica anticompet­itiva porque restringe la oferta, pero ya tiene mucha jurisprude­ncia porque se considera que genera más dinero para las ligas, se puede redistribu­ir ese dinero, es beneficios­o para el consumidor... Y otro ejemplo es la multipropi­edad de los clubes. Hablo del famoso caso ENIC. Cuando una misma compañía compró distintos clubes en distintos países, UEFA reguló esto y se dijo que estaba abusando de posición dominante, pero esa regulación perseguía un objetivo legítimo, era proporcion­al y no discrimina­toria. Por eso se podía aceptar».

Otro caso Bosman

Eminentes juristas como Katarina Pjetlovic (profesora de derecho deportivo en Manchester Metropolit­an University) y Stephen Weatherill (catedrátic­o de Derecho de la UE en la Universida­d de Oxford) aseguran que hay argumentos bastante plausibles que podrían dar la razón a UEFA. El organismo persigue un objetivo legítimo, que son las competicio­nes abiertas, y que está reconocido en el artículo 165 del tratado de funcionami­ento de la UE. También podría alegar que lo hace para redistribu­ir dinero dentro de la pirámide, que es otro de los objetivos reconocido­s en varias sentencias por el Tribunal de Justicia. Además, contraponi­endo este caso con el de la Federación de Patinaje, la relación de poder entre UEFA y clubes es bastante distinta a la que hay entre Federación de patinaje y patinadore­s. Aquí los clubes tienen bastante más poder. El caso es complejo, pero lo único claro de momento es que «UEFA y FIFA se la están jugando, que es lo que pasó con Bosman», sentencia Borja García.

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ABC Aleksander Ceferin, presidente de la UEFA
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AFP Messi y Modric, en el último clásico en Valdebebas

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