Carmen Castilla Secretaria general UGT - Andalucía
Su reelección concitó esta semana la atención de políticos a izquierda y derecha y marcó un cambio de rol de la organización con su entorno
Carmen Castilla fue reelegida como secretaria general de UGT Andalucía este pasado miércoles en Antequera. Tras su victoria por el 86,8 por ciento de los votos, atendió a ABC detrás de una mascarilla del sindicato, luciendo bandera de España y pin de la Unión General de Trabajadores en la solapa, así como una pulsera que proclama a la organización como esencial con los colores de Andalucía. Delante de un café, se lanzó a explicar los retos, decisiones, luchas y polémicas que tiene en el candelero al sindicato.
–En este congreso se ha visto que UGT tiene un matrimonio muy bien avenido con la Junta de Andalucía y la patronal…
–A la gente de UGT nos gusta conversar y dialogar. Somos personas de consenso. Agradezco las palabras del presidente de la Junta. Sus ideas no tienen nada que ver con las mías, pero es un hombre dialogante. Igual que Javier González de Lara, que es excepcional. Es el empresariado, pero tiene tanto sentido común que hay que escucharle. También estuvo Nuria López, de CC.OO., que es mi compañera de batallas y María Jesús Montero, con quien me une una gran amistad de antes. Agradezco que hablen bien de mí.
–Se gritó «¡presidente, presidente!» a Juan Espadas…
–Fue la gente de la federación de Industria, pero la UGT no se decanta por nadie. Hay gente con doble militancia y de otros partidos también. De todos. Pero UGT Andalucía no va a apoyar a nadie para liderar el PSOE. No es nuestra organización. Sobre ellos, lo único que digo es que su partido tiene que estar fuerte. Nos interesa que el PP y el PSOE estén fuertes. La alternancia en poder es sana y es normal en todos los países. En el PSOE, lo importante es que el partido solucione sus problemas, como hicimos en UGT.
–¿Cómo ve el futuro próximo tras la pandemia?
–Necesitamos ver cómo quedará el mercado laboral andaluz después de la pandemia, porque la realidad ahora es que tenemos un 22,54 por ciento de tasa de desempleo y no sabemos cómo se acabará el año. Hay personas en ERTE, no sabemos las empresas que van a aguantar después de la crisis y tenemos expectativas de más restricciones porque el virus sigue. Nos preocupa cómo afecta la pandemia a los jóvenes con un 51 por ciento en desempleo, igual que a los parados de larga duración. Hay que estar pendientes de las ayudas que se han dado para el mantenimiento del empleo. Vamos a estar vigilantes para que no se haga ningún ERE innecesario.
–¿Cuáles son las principales reivindicaciones?
–Primero la subida del salario mínimo interprofesional a 1.200 euros, que es el 60 por ciento del salario medio español. Si no está en 1.000 euros este año no llegamos a esa meta. Eso afecta a las mujeres, además a las que están en sectores que no han visto disminuida su actividad, como el agroalimentario. Si sube el salario, aumenta el consumo y se genera empleo, porque gira la economía. Es un círculo virtuoso. Además, apostamos por la derogación de las reformas laborales para recuperar la negociación colectiva, así como la derogación de la reforma de las pensiones, que esperamos que vaya por el buen camino después de los desaciertos que ha tenido el ministro. Hay que volver a 2011 y no castigar la esperanza de vida cobrando menos cuanto más anciano eres. Después de una vida trabajando uno no tiene que estar pensando si llega a fin de mes, más cuando la pensión es el sustento de muchas familias enteras.
–Además, hay nuevos retos por los nuevos empleos…
–Hemos ganado sentencias que han obligado al Gobierno a hacer una ley de los ‘riders’. Hace falta una regulación y reflejarla en el estatuto de los trabajadores. No hablamos de nada si no. El Gobierno de España tiene que asumir que tiene que hacer cambios en la arquitectura jurídica laboral para
Carmen Castilla posa para ABC en la sede del sindicato en Andalucía
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Ayudas al sindicato
Tenemos derecho a recibir ayudas. ¿Por qué no se puede? ¿Porque lo diga un partido? Que no las pidan ellos
Petición al Gobierno
Con los fondos europeos, tenemos que pedir al Gobierno que a Andalucía le toque lo que nos tiene que llegar
El empresariado
Javier González de Lara es empresariado, pero tiene tanto sentido común que hay que escucharle
Primarias del PSOE
La UGT no se decanta por nadie. Hay gente con doble militancia y de otros partidos
que haya un paraguas de protección, porque van a ser los más débiles. Las plataformas digitales, los nuevos trabajos de la digitalización, el teletrabajo… Debemos tener una ley y es fundamental la inspección de trabajo, porque hacen falta más inspectores y que se inspeccione de oficio. Vamos a un nuevo mundo y muy diferente donde hay que garantizar los derechos laborales.
–¿Cómo debe ser la recuperación económica post-pandemia?
–Europa esta crisis la ha visto de forma diferente, porque las políticas de austeridad no sirvieron para nada. Hay que reforzar los servicios públicos. Hemos necesitado una sanidad pública que ha sido esquilmada durante años. Hace falta más inversión porque somos los que menos gastamos en Sanidad de los países que la financian con los Presupuestos Generales del Estado. Tengo mucha esperanza en los fondos de recuperación, porque espero que venga a Andalucía lo que le corresponde. Vamos a estar peleando, pidiendo al Gobierno que nos toque lo que nos tiene que llegar. No podemos per
mitir que se cierre la planta de Puerto Real cuando los directivos de Airbus han dicho que van a ganar 300 millones en todo el mundo.
–¿Qué consecuencias puede tener ese cierre?
–Puede ser devastador para la provincia de Cádiz, que ya está muy maltratada. A la baja podríamos hablar de perder 400 trabajadores directos y entre 2.000 y 2.500 en la industria auxiliar. El problema es que la decisión se toma en Toulouse. El eje franco-alemán está presionando y somos el tercer país en discordia. Hay que recuperar el espacio en Europa.
-¿Qué ha sido lo mejor de su mandato hasta ahora?
-Ha habido éxitos para la clase trabajadora, pero la pandemia nos cortó en seco. En ese momento, hemos trabajado 24 horas al día. He llegado a tener llamadas a la una de la madrugada por un conflicto en una empresa determinada o por personas que veían que no cobraban los ERTE. La sensación de poder ayudar es lo mejor.
-¿Y lo peor?
-Lo peor no son los problemas del sindicato, porque eso se resolverá tarde o temprano. Lo peor es la pérdida. El ejemplo de un compañero enfermero de la UCI en Málaga que murió con 50 años. Se marchó solo, sin que nos pudiéramos despedir de él [se emociona]. Había hablado con él cuando se liberó, le dije que estaba orgullosa de él y luego se fue. Ese momento de pérdida es lo peor. Perder a compañeros por este virus.