Austria y Hungría se alinean con Israel y revelan un cisma dentro de la UE
∑La reunión de los 27, convocada por Borrell, es incapaz de acordar una declaración conjunta sobre Gaza por la oposición del Gobierno de Budapest
urante la presidencia de Donald Trump y con la ayuda del expresidente de Estados Unidos, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha tejido una red diplomática con el grupo de Visegrado que está dando ahora como fruto un apoyo cerrado a Israel en su enésimo enfrentamiento con Hamás. Austria, Hungría, República Checa y Eslovaquia forman un frente común al que se suman Alemania, por motivos de conciencia histórica, además de Holanda y Lituania. Solo Polonia parece descolgada desde unas declaraciones del ministro isrealí Yisrael Katz en 2019, en las que afirmó que «los polacos mamaron el antisemitismo con la leche de sus madres».
El primer y más significativo posicionamiento lo protagonizaba la semana pasada el canciller austriaco, Sebastian Kurz, que hizo izar la bandera israelí en la Cancillería Federal y en la sede del Ministerio de Exteriores en Viena. Tanto el canciller Kurz como el ministro Alexander Schallenberg condenaron los ataques contra Israel y justificaron el gesto como una «postura coherente
Dde Austria hacia el terrorismo», mencionando el hecho de que «tanto Estados Unidos como la UE clasifican a Hamás como grupo terrorista».
El Gobierno de Austria tomó esta decisión después de que varios cientos de manifestantes saliesen a las calles de Viena gritando consignas contra Israel y contra el pueblo judío, en las que la mayoría de los participantes formaba parte de la población de origen turco. El ministro del Interior, Karl Nehammer, ha criticado duramente el papel «sin gloria» de Turquía en el conflicto de Oriente Próximo. En su opinión, este papel «ciertamente no contribuye a la desescalada, sino a la escalada» y ha acusado al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan de «echar leña al fuego», después de que la semana pasada hablase de Israel como un «Estado terrorista». «Turquía también está ejerciendo ahora influencia sobre las manifestaciones dirigidas contra Israel», añadió el ministro, que mencionó «las numerosas banderas turcas que ondean en las manifestaciones contra los judíos». Estas declaraciones, junto a las banderas israelíes en sedes institucionales, han recibido una iracunda repuesta de Erdogan, que ha traducido la posición de Viena diciendo que «lo que probablemente quiere el Estado austriaco es que los musulmanes paguen el precio de que ellos cometiesen un genocidio contra los judíos», a lo que ha sumado un grito de guerra que agitará sin duda a los movimientos pro palestinos en Europa▶ «¡yo maldigo al Estado austriaco!».
Condolencias
Medios austriacos han publicado una carta del Ministerio de Relaciones Exteriores de Turquía dirigida al ministro del Interior Nehammer que afirma que «rechazamos y condenamos las declaraciones infundadas hechas por el ministro del Interior de Austria sobre nuestro país y nuestro presidente en relación con las protestas en Viena contra las atrocidades de Israel». «Hacemos un llamamiento a las autoridades austriacas para que pongan fin a estas declaraciones anti-turcas, que resultan de cálculos políticos puramente domésticos y dañan las relaciones turcoaustriacas», continuaba la misiva, que denota una grave tensión en las relaciones entre los dos países a causa del conflicto en Oriente Próximo.
Desde Hungría, el primer ministro Viktor Orbán ha enviado sus condolencias a Netanyahu y ha declarado que «me entristeció profundamente el trágico evento que se cobró la vida de muchos israelíes en la celebración de la festividad de Lag B’Omer». «Están en nuestros pensamientos y oraciones las víctimas, sus familias y el pueblo de Israel en este momento difícil», dijo. El presiden
Erdogan se exalta
«¡Yo maldigo al Estado austriaco!», dijo ayer el presidente turco por la posición de Viena
«Estado apartheid».
Esas críticas furibundas eran previsibles. Lo que es más novedoso –y más determinante– es la creciente presión de legisladores moderados, que hasta ahora no se habrían movido de su apoyo tenaz a Israel.
Ayer mismo, la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, exigió de forma directa el alto el fuego. Era un paso más a lo que expresado por la Administración Biden, que dijo que apoyaría un alto el fuego «si así lo quieren las partes».
El llamamiento de Pelosi ocurre en un contexto de crecientes presiones por parte de legisladores moderados e incluso muy leales a Israel▶ un grupo de 29 senadores demócratas –liderados
por Jon Ossoff, que es judío– exigieron el alto el fuego el fin de semana; el también judío Jerrold Nadler –representante del distrito más judío del país, en Nueva York– impuso una carta de doce diputados demócratas judíos que apoyaba a Israel pero también decía que los palestinos «deben saber que el pueblo estadounidense valora sus vidas». Bob Menéndez, uno de los senadores más pro Israel –trató de romper el acuerdo nuclear de Barack Obama con Irán– ha exigido al Gobierno de Netanyahu que «respete las normas y las leyes de la guerra».
Mar de fondo
En medio de esta revuelta, la aprobación de una venta de armas de preci