Salud defiende que se mantenga el uso de la mascarilla
Aguírre explica que, junto a la vacuna, es «el arma más potente contra el Covid»
tradas de todos los laboratorios. Según los datos oficiales, se han dispensado 3.846.380 dosis de vacunas y se han registrado 1.449 casos evaluables como efectos secundarios, 64 en las últimas semanas. De esos casos, 908 no son graves mientras que 541 sí lo son.
Al margen de todas estas polémicas, el SAS mantiene su calendario de vacunación que prevé que el 31 de mayo estén inmunizados el 52% de la población andaluza de más de 16 años. Las cuentas que hace la Consejería de Salud son las siguientes▶ 3,8 millones de personas ya tienen al menos una dosis de la vacuna a los que hay que sumar las personas entre 65 y 16 años que han pasado la enfermedad y están inmunizados y son 304.773 personas. A esto hay que añadir el grupo que se va a seguir vacunando en estos días que faltan del mes.
Por franjas de edad, todos los mayores de 70 años tienen al menos una dosis; el 90% de las personas entre 69 y 60 años, así como el 75% de las personas que están en la cincuentena. En esta semana se empezará a llamar a las personas entre 55 y 50 años mientras que se continúa con la vacunación de los mayores de 55 años, cuyo proceso de inmunización se está llevando a cabo en estos días.
Cuarentena de sanitarios
El consejero de Salud también ha pedido al Ministerio de Sanidad que cambie el protocolo de aislamiento de los sanitarios que estén en contacto con positivos por coronavirus. Jesús Aguirre entiende que, al estar vacunados, no deberían guardar la cuarentena que todavía el preceptiva. Según su opinión, «estas cuarentenas tienen un coste económico muy importante para la sanidad pública». El consejero pide que el personal que esté vacunado «se considere con capacidad de contagio mínimo o nulo, y pueda no darse de baja y seguir en el servicio activo».
Según la información oficial facilitada ayer por el titular de Salud, hay muy pocos sanitarios de baja contagiados por coronavirus, de la misma manera que el virus casi ha desaparecido de las residencias de mayores. De las 1.071 que hay en Andalucía sólo se ha registrado un caso positivo por Covid-19.
El Gobierno andaluz considera que no es el momento de restringir el uso de las mascarillas tal y como se está planteando y defiende Fernando Simón, el director del centro de alertas sanitarias. Justo al contrario, el consejero de Salud ha defendido este martes que se mantenga su uso masivo, «es el arma más potente que tenemos para luchar contra el coronavirus», ha defendido.
Es más, Aguirre considera que no es positivo abrir este debate precisamente ahora, «porque da la sensación de relajación de las medidas en un momento muy delicado con muchas celebraciones familiares, como bautizos y comuniones en las casas». El consejero andaluz reitera que «no hemos acabado con la pandemia y tenemos a muchas personas ingresadas y a otras con Covid persistentes y a otras personas con patologías causadas por el coronavirus».
La propuesta andaluza pasa por mantener las mascarillas como obligatorias al menos hasta que el 70% de la población esté vacunada. Un porcentaje elevado pero que es inferior al que defendía el propio presidente de la Junta, Juanma Moreno, la semana pasada. El presidente pedía que se mantuvieran hasta que el 80% de la población esté inmunizada. El objetivo del Gobierno andaluz, según explican, es reducir los riesgos al máximo.
Barrera preventiva
La situación epidemiológica no parece la más idónea para prescindir de esta barrera preventiva, ni siquiera para animar un debate que haga bajar la guardia en la licha contra la pandemia. De hecho Andalucía sigue situada en un nivel de alerta alto por coronavirus. La tasa de incidencia a 14 días en la comunidad sube y baja en los últimos días para situarse ayer en 169 casos por cien mil habitantes, un punto menos que la víspera, gracias a la caída de este indicador en las provincias de Granada, Huelva y Málaga, ya que en el resto hay ligeras subidas. La tasa de incidencia acumulada a 7 días bajó tres puntos. Almería marca el mínimo, con 37 casos por cien mil habitantes y Granada la máxima con 113 casos.