ABC (Andalucía)

Los cruceros también vuelven

El buque ‘Mein Schiff2’ de la naviera TUI, primero post Covid en la Península, recalará en Málaga el 15 de junio

- P. MARINETTO MÁLAGA

Ya hay fecha. El próximo 15 de junio la imponente silueta de los cruceros volverá a dibujarse en el horizonte de la bahía de Málaga. El puerto de la capital de la Costa del Sol acogerá ese día el primer crucero que atracará en la península desde que la pandemia dejara huérfanos los diques andaluces. No habrá coches de caballos apostados a la entrada del muelle y tampoco se verán esas hordas de turistas que enfilaban la calle Larios tras pisar tierra, pero al menos el agujero económico provocado por la Covid-19 empezará a taparse.

La naviera alemana TUI será la protagonis­ta en este arranque del turismo de cruceros. Su buque ‘Mein Schiff2’ hará escala en la capital tras partir desde Gran Canaria con dirección a Palma de Mallorca, donde finalizará la travesía. La compañía ya retomó en julio su actividad precisamen­te en Canarias con sus denominado­s cruceros ‘burbuja’, en los que embarcaban pasajeros trasladado­s en sus propios aviones y las actividade­s se limitaban a las organizada­s por la naviera para garantizar las medidas de seguridad.

La elección del Puerto de Málaga evidencia el peso decisivo de los muelles andaluces en el tráfico de cruceros a nivel nacional, que además abre el camino hacia una recuperaci­ón paulatina de la normalidad anterior a la pandemia. Si bien, la solicitud de escala de TUI está aún pendiente de aprobación por parte de la Delegación de Salud en base al protocolo de actuación pionero puesto en marcha por la Junta de Andalucía el pasado mes de abril.

Este primer amarre en puerto peninsular será una prueba de fuego para constatar que el turismo de cruceros es seguro tanto para la tripulació­n como para el destino, aunque la experienci­a será bien distinta. No sólo los paseos por la ciudad se distribuir­án por grupos. Todos los crucerista­s, al igual que la tripulació­n, deberán contar con una prueba PCR negativa antes de embarcar y en el caso de los trabajador­es, deberán además someterse a un periodo de aislamient­o previo.

En cumplimien­to del protocolo regional y al margen de las medidas que establezca la propia naviera, el aforo del barco tendrá que verse reducido al 60 o 70 por ciento de su capacidad total. Y es que el éxito de las experienci­as piloto en las islas no aleja el riesgo de que el coronaviru­s haga acto de presencia a bordo. Por ello, se deberán habilitar varios camarotes por si fuese necesario el aislamient­o de algún pasajero o tripulante. Ya sea por contagio, o por contacto directo con algún enfermo. Además, el buque contará con su propio laboratori­o para poder hacer pruebas a cualquier miembro del pasaje durante la travesía.

Donde sí se han limitado al máximo los riesgos es a la hora de la comida, pues los apreciados bufés estarán prohibidos y todos los platos se servirán directamen­te en mesa. Aún así, el protocolo establece que todos los pasajeros cuenten con un seguro médico, que correría con los gastos de posibles ingresos en los hospitales o alojamient­os para hacer cuarentena­s en la escala.

En la estación de cruceros malagueña todo está preparado para desplegar de nuevo las pasarelas y dar la bienvenida a los primeros turistas que llegarán por mar tras un año de espera. Desde la Autoridad Portuaria confían en que el periodo estival afiance la recuperaci­ón y que antes de que acabe 2021 los grandes buques de pasajeros se hayan vuelto a consolidar como fuente de ingresos para la economía de la provincia.

Protocolo

La solicitud de la naviera alemana está aún pendiente de aprobación por la Delegación de Salud

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