Limpia en el vestuario del Barcelona
Laporta también tocará a los pesos pesados de la plantilla que no acepten una rebaja de su ficha
Con la temporada finiquitada para el Barcelona, aunque aún le quede un intrascendente partido de Liga por jugar, llega la hora de los balances y las decisiones. Joan Laporta ya se ha pronunciado y ha confirmado la intención de agitar un vestuario que ha generado desilusión en la afición y acumula excesivas decepciones consecutivas en Europa. «Se ha perdido la Liga de manera incomprensible y nos han eliminado muy pronto de la Champions. Hablo de final de ciclo y de renovación porque es lo que pienso y creo que es lo que se tiene que hacer. A partir de la semana que viene vamos a ir tomando una serie de decisiones», aseguró el pasado martes, confirmando la información desvelada por ABC ese mismo día.
Laporta tiene experiencia en este tipo de situaciones y no le tiembla el pulso. En 2003, su primer año como presidente, ya acometió una remodelación profunda. Entonces le dio la baja a doce futbolistas, entre los que estaba Riquelme, la gran estrella fichada un año antes. Cinco años después repitió la limpia destituyendo a Frank Rijkaard y prescindiendo de Ronaldinho y Deco para atajar la «autocomplacencia» con la que había definido el relajo del equipo azulgrana en 2008. Incluso trató de traspasar a Eto’o, que no era del gusto de Guardiola, técnico inexperto en el que confió.
Pueden encontrarse muchos paralelismos entre su primera etapa y las intenciones con las que afronta este nuevo mandato. Con la continuidad de Koeman encima de la mesa (Xavi Hernández, Hansi Flick o Mikel Arteta suenan como relevos del holandés), Laporta prepara una remodelación completa de la plantilla, en la que la única prioridad es la renovación de Leo Messi, que estará acompañado por futbolistas que, teniendo ya un fructífero presente, se consideran apuestas de futuro. Es el caso de Ter Stegen, Pedri, De Jong, Mingueza, Araújo, Ansu
Fati e Ilaix Moriba. A partir de aquí todo es negociable y posible.
Delicado y peculiar será el caso de los pesos pesados de la plantilla. Laporta tiene un gran respeto por Gerard Piqué, Sergio Busquets, Jordi Alba y Sergi Roberto, todos ellos canteranos que ha entrado en la historia del club de la mano de Guardiola y Luis Enrique con un palmarés trufado de éxitos nacionales e internacionales. No obstante, el coste de sus contratos es inasumible por la entidad. Además, la trayectoria del equipo y su rendimiento individual exige una revisión y redefinir las condiciones de cada uno. Laporta les sugerirá una rebaja salarial o les empujará a buscar una salida. En su primera etapa ya apartó del equipo a Dani García Lara y a Bonano para forzar su salida, aunque parece poco probable que ahora repita esta posibilidad. En cualquier caso, el mango de la sartén lo tienen los futbolistas, que podrían exigir la resolución de sus contratos (44 millones Busquets, 60 millones Piqué y otros 60 Alba) o la carta de libertad, como Luis Suárez el pasado verano.
La duda de Dembélé
A ellos se suman los casos de Griezmann y Dembélé. Sus futuros dependerán de lo que haga Messi, de las ofertas que puedan llegar o de los fichajes que acometa la dirección deportiva. Igual que Riqui Puig, que si continúa Koeman en el banquillo buscará una cesión por una temporada. Los que ya están sentenciados son Neto, Aleñá, Coutinho, Umtiti, Junior Firpo, Pjanic y Matheus. Siete jugadores que gravan con 70 millones anuales la masa salarial y que podrían formar parte de algunas operaciones para abaratar incorporaciones o suponer un ingreso con el que acometer la remodelación de la plantilla azulgrana.