Restos humanos y un ajuar de 4.000 años en Los Caños de Meca
Cultura protegerá la zona arqueológica descubierta como Bien de Interés Cultural
Desde principios de mayo, Barbate ha centrado las miradas de expertos y curiosos tras descubrirse restos arqueológicos de gran valor patrimonial en la playa de Marisucia de Los Caños de Meca, junto al faro de Trafalgar. Unas misteriosas estructuras eran desenterradas por el grupo HUM-440 de la Universidad de Cádiz. Éstas fueron identificadas como termas romanas del siglo I a.C., las cuales presentan un estado de conservación «excepcional» gracias a la protección de las dunas. Las estructuras alcanzan los cuatro metros de altura y, a pesar de contar con varios siglos de antigüedad, mantiene las formas de los arcos, planta, puertas y ventanas.
Las playas de Los Caños de Meca siguen albergando misterios que comienzan a resolverse. Durante un recorrido realizado por los arqueólogos, el mediodía del 20 de mayo, han desvelado el descubrimiento de una fosa, ubicada en las proximidades del faro de Trafalgar, que data de principios de la Edad del Bronce. Los investigadores de la UCA, a partir de estudios previos de 1998, realizaron una cata en la que participaron los alumnos del Máster de Patrimonio. Aprovechando el proyecto existente, se solicitó una excavación que terminaría por descubrir una apertura completa en el terreno que resultó ser la mencionada fosa. Gracias a la misma se encontraron restos humanos que procedían de la Prehistoria.
En su interior, se halló un corredor y al fondo una cámara funeraria de tres metros de diámetro. Concretamente, esta necrópolis se compone de siete cadáveres; seis mujeres y una niña. Los restos tienen una antigüedad aproximada de unos 4.000 años, por lo que se datan a comienzos de la Edad del Bronce.
Los huesos y dientes hallados se encontrarían en «un estado perfecto de conservación», por lo que será posible realizar análisis de ADN para comprobar la consanguineidad, así como estudios de isótopos para conocer la dieta y aventurarse a dibujar las formas de vida y costumbres de los habitantes de la costa gaditana desde el siglo II a.C.
Pistas sobre el color del pelo
El ADN podría llegar a revelar la procedencia o el origen de los cuerpos enterrados, como sucedió con el hallazgo de la Loma del Puerco (Chiclana) en la que se determinó que el origen de los restos encontrados en tumbas era del norte de África. Del mismo modo, estas muestras genéticas podrían dar pista del color de pelo y ojos e incluso posibles enfermedades hereditarias.
«Estamos realizando una serie de analíticas, hemos empezado con pruebas de carbono 14 y creemos que en un mes llegarán los resultados», comenta Eduardo Vijande Vila, profesor titular del Departamento de Historia, Geografía y Filosofía de la UCA. Estas investigaciones se están llevando a cabo en un laboratorio de Florida y podrían aproximarse, en caso del desgaste de los dientes y de los huesos, si se tratan de individuos que murieron por causa natural o no.
Asimismo, además de las muestras humanas, los arqueólogos han hallado un ajuar con elementos de adorno personal entre los que destacan piezas de oro y níquel. Concretamente, la joya más preciada por los descubridores la compondría un pendiente de oro «de gran pureza». Un hallazgo excepcional que pertenecería a finales de la prehistoria.
Los estudios sobre el terreno proseguirán ya que la UCA mantiene la hipótesis de que la tierra estaría cubriendo una necrópolis de gran proporción en las playas de Barbate. «Estamos en un enclave único, por lo que quizás esta zona se estableció como tributo para sus seres queridos».
La consejera de Cultura y Patrimonio Histórico, Patricia del Pozo, anunció en su visita que iniciará los trámites para proteger como Bien de Interés Cultural (BIC), con la tipología de Zona Arqueológica.
Edad del bronce
La joya más preciada por los descubridores la compondría un pendiente de oro «de gran pureza»