Moreno defiende su estabilidad en la Junta: habrá elecciones en año y medio
► La calma volvió al Parlamento tras el órdago de Vox que ayer no hizo el juego a Adelante Andalucía y votó contra una comisión de investigación
¿ Se va a repetir lo que sucedió en Andalucía en la legislatura de la pinza (199496)?Esta era la pregunta que flotaba ayer en los pasillos del Parlamento andaluz tras el órdago de Vox del miércoles por la tarde cuando tumbó dos leyes clave para el Gobierno de Juanma Moreno, la ley de urbanismo, LISTA, y la ley de salud pública. Había mucha expectación por verificar si el partido de Abascal iba a mantener la tensión contra el Ejecutivo aliándose con el partido más a la izquierda de la Cámara (Adelante Andalucía) de la misma forma que Luis Carlos Rejón (entonces coordinador de IU) se alió con el popular Javier Arenas para obligar a Manuel Chaves a convocar elecciones anticipadas. El resultado de aquel experimento —mayoría absoluta para el PSOE de Chaves— tal vez haya disuadido a algún grupo político que ahora ocupa la bancada del Hospital de las Cinco Llagas.
La realidad es que, por el momento, la sangre no llegó al río porque Vox plegó velas y se comportó como lo había hecho hasta ahora. En la votación conflictiva, la de la creación de una comisión de investigación sobre los contratos exprés de la Junta presentada por Adelante Andalucía, votó en contra impidiendo poner en un apuro al Gobierno de la Junta.
El presidente Juanma Moreno se mostró firme e inamovible en su discurso. No quiere convocar elecciones, su voluntad es terminar la legislatura porque entiende que las prioridades de los andaluces están por delante de las de los partidos. Así se lo dijo al portavoz de Vox, Manuel Gavira, en el primer debate cara a cara que mantenían tras la tensión de las últimas jornadas. «Queda año y medio, tiempo habrá para coger las bocinas, los micrófonos y los carteles electorales y ya decidirán los andaluces, que lo que ahora quieren es que se pase página a la peor crisis de Andalucía en términos sanitarios y económicos. Esa debe ser la prioridad».
Sus argumentos, que reitera en público y en privado es que la obligación del Parlamento y del Gobierno andaluz es «estar a la altura» de la peor crisis que ha vivido Andalucía en la historia y resolver los principales problemas de los andaluces: la salud, con la vacunación, y la creación de empleo.
Pero su discurso sereno, tranquilo y con argumentos dejó traslucir algunos nervios usando un lenguaje más propio de mítines que de la Cámara de representantes. «La gente en los bares de lo que habla es de si te han puesto la vacuna o no, si ya te han llamado si han vacunado a tus padres. Y también que mi niño no tiene trabajo».
Segunda oportunidad
En esta estrategia de mantener la legislatura hasta el final, Moreno anunció que su Gobierno volverá a llevar la ley de urbanismo al Parlamento y pi
Abengoa Vox, como Adelante y los Anticapitalistas, apoyó la moción del PSOE para que la Junta apoye a la empresa
dió a Vox «que reflexione» porque es una norma «para construir el futuro». Pero se mostró inflexible en su discurso sobre la acogida de los menores migrantes (a los que, por cierto, en ningún momento llamó menas). «Los aco
gemos por dos motivos. El primero es porque nos obliga la ley y los gobiernos cumplen la ley. Y el segundo es por principios morales y humanitarios».
El portavoz de Vox, Manuel Gavira, argumentó que el Gobierno andaluz no está cumpliendo con los compromisos que firmaron y por eso, aunque en un tono mucho más pausado que en la jornada anterior, advirtió que seguirá presionando. Y la prueba se mostró ayer mismo. Porque Vox aprobó una proposición no de ley presentada por el PSOE para el mantenimiento de Abengoa en Andalucía, una propuesta que también apoyaron Adelante Andalucía y los Anticapitalistas de Teresa Rodríguez.
El PSOE
Si las miradas estaban focalizadas en la presión de Vox sobre el Gobierno andaluz, la situación del PSOE también tuvo interés. Juan Espadas, el rival de Susana Díaz en las primarias socialistas, se puso el traje de jefe de la oposición en una entrevista en la radio a primera hora de la mañana. El alcalde de Sevilla afirmó que si él fuese presidente en estas circunstancias de debilidad, convocaría una cuestión de confianza en el Parlamento.
Una iniciativa que el PSOE de Susana Díaz ni siquiera se había planteado en reclamar. De hecho, la lideresa socialista reaccionó mal ante esta propuesta de Espadas. «El PSOE es la oposición y lo que tenemos que hacer es estar cerca de los problemas de los andaluces y exigir que el Gobierno les dé soluciones, sobre todo porque tenemos las cuatro provincias de España con mayores tasas Covid y con un millón de parados y con empresas de Abengoa cuyos trabajadores están en la puerta del Parlamento», respondió Díaz quien se tuvo que marchar del pleno por una bajada de tensión. La «intromisión» de Espadas en la gestión de Díaz se producía después de que el PSOE asistiese como mero espectador al bloqueo del Gobierno por Vox. Fue Adelante Andalucía quien llevó la iniciativa.