El Gobierno anuncia por sorpresa una agencia espacial española
▶ El anuncio ha dejado atónito al sector, que espera corregir «un déficit histórico»
El sector aeroespacial reaccionaba ayer con sorpresa al golpe de efecto con el que el Gobierno anunció el jueves la creación de una NASA española de la que hasta hace poco tiempo recelaba el propio ministro de Ciencia y exastronauta, Pedro Duque.
«Sorpresa absoluta». «Nos ha descolocado». «Muy extraño». «Me he enterado por la prensa». El anuncio el jueves de la creación de una agencia espacial española por parte de Iván Redondo, jefe de Gabinete de Pedro Sánchez, durante su intervención en la Comisión Mixta de Seguridad Nacional, sorprendió al sector aeroespacial. Muchos de los portavoces de los organismos y las empresas dedicadas al espacio en nuestro país reconocían estar desconcertados. Ni sabían nada al respecto ni esperaban este golpe de efecto, zanjado por la mano derecha del presidente con una frase lacónica a la que no siguió ninguna explicación.
Pasaron horas hasta que el ministro de Ciencia, Pedro Duque, que anteriormente se había declarado reacio a una ‘NASA nacional’, bendecía ayer la iniciativa desde Bruselas: «Es lo más eficiente». Una forma insólita de dar a conocer (sin ningún detalle) un proyecto estratégico y una gran aspiración para la industria desde hace años.
«El anuncio ha sido inesperado, pero nos llena de satisfacción y entusiasmo. Va a corregir un déficit histórico», afirma Jorge Potti, vicepresidente de Espacio de la Asociación Española de Tecnologías de Defensa, Seguridad, Aeronáutica y Espacio (Tedae), quien recuerda que la creación de la nueva entidad ya estaba recogida de forma explícita en la Agenda Sectorial de la Industria Espacial Española, presentada en octubre de 2019.
Que España disponga de su propia agencia no sería tan extraordinario. Muchos países europeos la tienen, incluidos Francia, Alemania, Italia, Reino Unido, Bélgica, Portugal, Polonia, Suecia, Suiza, Austria y Rumanía. Todas cooperan con la Agencia Espacial Europea (ESA) y de forma bilateral con otros países. Pero ni todas tienen el mismo presupuesto ni trabajan de la misma forma. Por no hablar del reciente proyecto catalán para convertirse en una «potencia en nanosatélites».
«La NASA, con un presupuesto de 15.000 millones de dólares, es la más potente, pero por supuesto estamos muy lejos de eso. Existen dos modelos, el de la agencia que hace sus propios desarrollos, que sería el francés, y el que se dedica a gestionar y coordinar, como el británico. Nosotros esperamos seguir el segundo, coordinando e impulsando la actividad industrial lo máximo posible», afirma el ingeniero aeronáutico, con responsabilidades en el grupo tecnológico GMV.
Este modelo, más modesto, encaja con el presupuesto de 500 millones de euros anuales que dedica España a los programas relacionados con el espacio, algo superior al de Bélgica pero la mitad del de Reino Unido y diez veces más pequeño que el de Francia, el que más invierte en Europa y en cuya gran agencia trabajan mil personas.
A juicio de Potti, lo primero que tendría que hacer la nueva agencia es establecer «una gestión efectiva de nuestros intereses industriales» a través de su participación en la ESA y en los programas espaciales de la Unión Europea, que siguen reglas distintas, «un entorno complejo y de grandes presiones políticas».
Coordinación
A José Antonio Álvarez de Arcaya, director de Estrategia de Thales Alenia Space, el anuncio también le pilló por sorpresa. «Siempre nos han dicho que ahora no tocaba», dice. Sin embargo, cree que una agencia espacial «facilitaría una política nacional coordinada», ya que ahora los programas espaciales dependen de Ciencia, Industria y Fomento o Defensa. Igualmente, «es importante saber lo que tienen en mente, cosa que aún no nos han explicado. Nos interesa que sea una agencia gestora, que asegure unos presupuestos adecuados que lleguen en su mayor parte a la industria, a los institutos y a los científicos para lanzar proyectos nacionales e internacionales». A su juicio, la iniciativa es viable. «Lo fundamental es que la doten de fondos para que funcione bien. Si no, no valdrá para nada», subraya.
De «absolutamente necesaria» también la califica Juan Ángel Vaquerizo, coordinador de la Unidad de Cultura Científica en el Centro de Astrobiología (INTA-CSIC), aunque acusa la falta de directrices y la forma «tan rara» como se ha comunicado. Por su parte, Isabel Vera, presidenta del Comité de Espacio del Instituto de la Ingeniería de España (IIE), cree que una agencia dará «estabilidad» a la investigación. «El espacio es un sector esencial. Está en el día a día de las personas. Podemos utilizar el GPS o conocer el tiempo meteorológico gracias a las tecnologías espaciales», indica. Además, resulta «estratégico a nivel mundial. Las potencias más importantes están desarrollando tecnología espacial. Por eso, España debe tener voz en el ámbito internacional». Al mismo tiempo, Vera señala que puede ser una fuente de «ilusión» y servir de «tractor» para que los jóvenes estudien carreras STEM. «Y eso es muy importante para el futuro de un país», concluye.
Jorge Potti (Tedae) Optamos por una agencia gestora como la británica, que impulse la actividad industrial lo máximo imposible