Giró y Redondo, la extraña pareja
La Moncloa y la Generalitat exploran los límites de su relación con varios canales de interlocución abiertos y en busca de una ‘nueva etapa’
«Es la persona que analiza con más rapidez los cambios que se producen en España». La afirmación es del nuevo Conseller de Economía de la Generalitat de Cataluña, Jaume Giró. Y se la dedicaba al jefe de gabinete de la presidencia del Gobierno, Iván Redondo. Era 27 de noviembre de 2019 y ambos compartían un panel sobre ‘gestión de los intangibles’ en el CaixaForum de Madrid cuando Giró era presidente de Corporate Excellence. Ambos departieron con coincidencia casi plena sobre asuntos como la confianza institucional. La anécdota es solo un ejemplo de la nueva etapa que La Moncloa quiere abrir respecto a Cataluña al encontrar a ERC en la presidencia y no a Junts. Al contrario de lo que pasaba con el Govern de Quim Torra, los canales de interlocución son ahora variados.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, mantiene una relación correcta con el nuevo presidente de la Generalitat, Pere Aragonès. Viéndose en alguna ocasión sin que trascendiera. Ese vínculo lo mantiene también Carmen Calvo, aunque con la vicepresidenta primera las relaciones de los partidos independentistas son algo más complicadas. La número dos del PSOE, Adriana Lastra, mantiene una relación constante con el portavoz de ERC en el Congreso de los Diputados, Gabriel Rufián. Ambos participaron de la mesa de negociación de cara a la investidura de Pedro Sánchez. En la que participaron otras dos figuras importantes para la relación con ERC: José Luis Ábalos y Salvador Illa.
Para esta nueva etapa es necesaria, igualmente, la colaboración del PSC. De momento, el Govern catalán tendrá en cuenta a Illa como puente con el PSOE. «El tono está siendo positivo», reconoció ayer Laura Vilagrà, consejera de la Presidencia. La número dos de ERC en el Govern señaló que nada más llegar a la Generalitat (liderando el ejecutivo autonómico) empezaron a «notar ganas de abrir una nueva etapa».
Una posición por la que ya han pasado los socialistas catalanes a lo largo de los últimos cuarenta años. «Esto no volverá a ocurrir. De entrada, en la mesa de diálogo entre Gobiernos hay cuatro partidos representados: ERC y Junts, por un lado; y el PSOE y el PSC, por el otro», aseguran en la sede del PSC. Ambas partes se aproximan en busca de un entendimiento a medio plazo que en ambos bandos se considera necesaria en privado pero todavía no en público.