Caro indulto
Vamos a ver cuánto tardan Pedro Sánchez y su gente en culparnos a los españoles de lo que se nos viene encima
S Iel Tribunal Supremo le ha dicho que no debe ni puede hacerlo. Si la Fiscalía General lo ha corroborado. Si, no ya la oposición del Congreso de los Diputados, sino también altos cargos de su partido opinan lo mismo y si los únicos que le apoyan le deben el cargo o se han destacado por su odio a España ¿por qué Pedro Sánchez se empeña en indultar a los secesionistas catalanes que montaron un referéndum ilegal, siendo condenados por ello? La explicación más simple es que intenta comprar su apoyo para seguir gobernando. Dicho de otro modo▶ se trata de un doble chantaje▶ yo libero a vuestros líderes y vosotros continuáis apoyándome.
El problema es que ambos juegan con cartas marcadas▶ los separatistas no sólo piden la libertad de sus dirigentes encarcelados, sino también el derecho a la autodeterminación. Y si lo primero es difícil, como han dicho los más altos tribunales, lo segundo es imposible, pues no tiene poderes para ello. Aparte de que se le sublevaría medio partido por lo menos. ¿Por qué lo hace entonces? ¿Está jugando de farol o piensa que son los otros los que juegan y, llegados al borde del precipicio, se echarán atrás, temiendo ser culpables del choque frontal que no beneficiaría a nadie?
Sin descartar esta última posibilidad, al tratarse de un jugador profesional, es decir, alguien que confía en su suerte, aventuro una tercera hipótesis▶ Pedro Sánchez, al que veíamos como un José Luis Rodríguez Zapatero al cuadrado, más osado y menos escrupuloso, es también un narcisista integral, que cree haber nacido con buena estrella y no ya las personas, sino los hechos le deben pleitesía. Abundan en la política y si su carrera es fulgurante, su caída suele ser en picado. En el fondo, desprecian a todos los demás, incluidos los que le sirven. Napoleón fue una de ellos y su comentario al parte de bajas tras una batalla –«Nueve mil bajas, majestad»– le define como persona▶ «Eso lo arregla París en una noche».
También la reacción de Adolf Hitler a la noticia de que las tropas que defendían el búnker de la Cancillería en el que se encontraba no podían contener el ataque de las fuerzas rusas muestran el poco aprecio que sentía por sus compatriotas o lo monstruoso de su ego▶ «Si es verdad, lo único que cabe decir es que no han sabido imponer la superioridad aria sobre los eslavos». Vamos a ver cuánto tardan Pedro Sánchez y su gente en culparnos a los españoles de lo que se nos viene encima. Con razón en parte, primero porque no todos le creímos. Luego, por no ser lo mismo engañar que ser engañado. Aunque quienes más van a sufrir son quienes le creyeron. Justicia poética lo llaman.