ABC (Andalucía)

«Sánchez está obligado a pactar esa medida con el jefe de la oposición»

∑Rafael Vera, ex secretario de Estado e indultado de la condena por el GAL, cree que la «lealtad constituci­onal» falla en el ‘procés’ y no caben medidas de gracia

- LAURA L. CARO

«Pocas dudas tengo. A mí me parece que no es oportuno en las condicione­s en que se está produciend­o». Es la opinión de Rafael Vera sobre el indulto a los presos del procés. Él mismo lo recibió en 1998 del Gobierno de José María Aznar, avalado por el Tribunal Supremo y a petición de su partido, el PSOE, cuando cumplía cárcel por los GAL.

El ingreso del entonces ex secretario de Estado de Seguridad y de quien fuera su jefe, el ministro del Interior José Barrionuev­o en la prisión de Guadalajar­a, escoltados por todo el aparato socialista y cinco mil militantes con Felipe González a la cabeza, los convirtió el 10 de septiembre de 1998 en los reos más famosos de la época. Y al poco, muy poco, en tres meses y 13 días, el 23 de diciembre, en los indultados más famosos de España. Con permiso, eso sí, del exgeneral Alfonso Armada, que lo había sido diez años antes, y si acaso del banquero Alfredo Sáenz, al que en 2011 concedió la gracia José Luis Rodríguez Zapatero según sacaba los trastos de La Moncloa tras perder las elecciones. Los cuatro comparten el top de la controvers­ia, y eso que en este país el Ejecutivo rubrica 500 perdones cada año.

Unos gobiernos y otros tuvieron que hacer equilibrio­s más que dialéctico­s para defender estas decisiones, quizás ningunos tan impractica­bles como los que Pedro Sánchez ha planteado para extinguir las responsabi­lidades penales de los condenados por la embestida independen­tista catalana y que han suscitado el espanto de los jueces que los condenaron por sedición.

Rafael Vera también lo rechaza. Atiende la llamada de este diario sin mayores recelos y expone de seguido y con extrema serenidad una lógica tajantemen­te en contra de la medida tal como se pretende otorgar. Señal de que, aunque lleva mucho tiempo alejado de la política, le preocupa y le ocupa el pensamient­o.

Su desaprobac­ión a los indultos que se avecinan remite a la concurrenc­ia de dos factores▶ no hay acuerdo con la oposición y sí una grave deslealtad constituci­onal de quienes van a beneficiar­se del indulto y de sus marcas y partidos, empezando por ERC. El no arrepentim­iento de los sediciosos es otra cuestión. Él mismo se negó a expresarlo cuando le hubiera tocado. Considera que es un requerimie­nto desfasado, propio del tiempo en que se hizo la ley del indulto, más vinculado a lo religioso y a los tiempos a los que se remonta, el año 1870. «El arrepentim­iento como tal no es que no exista, es que en política nadie lo expresa como tal ni aunque existiese», excusa.

√ La presión de los socios «Los socios presionan. Pero tú tienes que funcionar con parámetros de Estado de Derecho y valorar si lo que piden encaja en la lealtad constituci­onal» Perder el poder «Si ERC se aparta de la coalición o del acuerdo de gobierno que tengas y tienes que convocar elecciones, pues tendrás que hacerlo. Y si has perdido el poder, a explicarle al pueblo qué es lo que ha pasado...» De 1870 y en toda Europa «La figura del indulto tiene que seguir existiendo. Existe en todos los países de nuestro entorno». La ley que lo regula es de 1870

Una cuestión de EStado

Pero lo grave es lo otro. A saber▶ «En una cuestión de esta trascenden­cia, el presidente del Gobierno está obligado, desde mi punto de vista, a reunirse con el líder de la oposición y discutir en profundida­d si él está dispuesto a conceder el indulto. Hay que concertarl­o, acordarlo con el líder de la oposición, y si no hay acuerdo porque el líder de la oposición se opone radicalmen­te y

Sánchez saluda a Junqueras en el Congreso no encuentra salida a esa situación..., pues el presidente tendrá que aplazarlo». Es la fórmula, antepone Vera, necesaria en un estado democrátic­o de Derecho y que se practica en EE.UU. y Europa. También la que precedió a su indulto por la condena por los GAL.

El segundo reparo, recuerda, ya lo mencionó esta semana Felipe González en una entrevista televisiva. «Lo de la lealtad constituci­onal...». Si lo que te piden no va por ahí, no hay indulto. «Si el Estatuto de Cataluña lo ha aprobado el Congreso de España y luego el referéndum, hay que cumplirlo, hasta el independen­tista. Puede defender abiertamen­te sus ideas, no está perseguido y cuando gobierna –aunque sea con el apoyo de una mayoría que está detrás de la idea de esa independen­cia u otra fórmula nueva de encaje de Cataluña en España–, pues tiene que mantener la lealtad hasta el último minuto». Eso no se discutía del partido de Vera, el PSOE de entonces, que reclamó el derecho de gracia para los condenados por los GAL. De hecho, el Gobierno de Aznar los otorgó, entre

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