Los batasunos como socio estables para acumular poder
La historia del PSOE con Bildu viene de muy atrás. En 2015 y 2016 actuales dirigentes socialistas se llevaban las manos a la cabeza cuando Pablo Iglesias destacaba el papel de Arnaldo Otegui. Año 2015. Entrevista en la televisión navarra▶ «Con Bildu no vamos a pactar. Si quiere se lo digo cinco o veinte veces durante la entrevista. Con Bildu no vamos a pactar». Saltemos en el tiempo para ir a ese periodo de 2019 en el que Pedro Sánchez quiso vender dureza con Podemos y los independentistas. En el caso concreto de EH Bildu, el PSOE llegó a emitir un comunicado desmarcándose de las negociaciones de
María Chivite para lograr ser investida como presidenta de Navarra.
Durante una comparecencia en La Moncloa, Sánchez fijó posición▶ «El PSOE de Navarra y el PSOE tenemos la misma posición▶ y es que con Bildu no se acuerda nada». El argumento es que si los herederos de Batasuna querían apoyarles, que lo hicieran. Pero que no se entablaría ninguna negociación. De hecho, en ese momento el PSOE a nivel federal nunca se había reunido a negociar con Bildu. Sánchez los excluyó en su ronda para la investidura en 2016. En el primer lance de 2019 tampoco los convocó, equiparándolos con Vox. Pero tras el 10-N todo cambió. El fracaso en la estrategia hizo al PSOE modificar su histórica posición de no reunirse con Bildu. Pero el 17 de diciembre de 2019, Adriana Lastra, encargada por Sánchez para cimentar los apoyos de su investidura, se reunía con ellos en el Congreso de los Diputados. A día de hoy ya no solo se ha reunido el PSOE, sino el Gobierno. A cambio de una investidura y unos
Presupuestos.