Pinchadiscos y discotecas se asfixian en Baleares y piden reabrir en julio
▶ Un año con las discotecas cerradas aboca a la pobreza a los DJ, mientras el ocio nocturno pide una prueba piloto para poder reabrir ▶ El Govern les prohíbe trabajar, pero levanta el veto tras la polémica
Alfredo Fiorito no atiende antes del mediodía porque, pese a todo, sigue teniendo horario de DJ. Él es el padre del ‘balearic beat’, el pionero de los míticos pinchadiscos ibicencos, el que movió masas en Amnesia, Pachá, Privilege y Space… Sin embargo, ahora ha tenido que recaudar fondos para poder pagarse el alquiler porque lleva más de un año sin trabajar y, encima, sufrió un ictus hace cinco meses. «Antes del coronavirus trabajaba mucho y viajaba al extranjero pero se declaró la pandemia y se me cortó todo», reconoce sobre los apuros que se pasa en el sector de la música electrónica con las discotecas cerradas desde que se declaró la pandemia. Aún está abrumado por la excepcional respuesta de la gente, gracias a la cual recaudó 29.000 euros en una semana y pudo pagar los 15 meses de alquiler que debía a su casero.
Fiorito lamenta que el ocio nocturno sea el patito feo de la recuperación pos-Covid. «Esto es increíble. Hace una semana se juntaron 6.000 personas en un estadio de fútbol pero nosotros seguimos sin poder trabajar en las discotecas», lamenta en declaraciones a ABC. Ayer se levantó de la cama con la ilusión de volver al trabajo en un conocido hotel del municipio ibicenco de Santa Eulalia el pasado jueves tras el infierno que ha pasado, pero se le cortó el aliento al leer la prensa. El Govern balear prohibía a los DJ pinchar en Baleares como medida para frenar la pandemia. Horas más tarde, el Ejecutivo rectificaba y les permitía trabajar, aunque fuera de los locales de ocio nocturno y con limitaciones como no sobrepasar los 60 decibelios. «Sí, parece que el jueves pondré música ambiente. Toca amoldarse a lo que hay», ríe por no llorar.
La tensión entre el Ejecutivo balear y el sector del ocio nocturno ha sido constante desde que se empezó la desescalada. Las discotecas, los bares de copas y locales similares siguen cerrados y no tienen fecha prevista para empezar la nueva normalidad. Los empresarios llevan semanas proponiendo opciones para hacer pruebas piloto, como ya se han hecho por ejemplo con los conciertos, pero el Gobierno de la socialista Francina Armengol se mantiene cerrado en banda defendiendo una desescalada «lenta». Y eso a pesar de que el sector del ocio nocturno mueve millones de euros y, en algunos casos como el ibicenco, es fundamental en la economía insular. Solo en la mayor de las Pitiusas, genera en apenas unos meses más de 400 millones de euros y crea 8.000 puestos de trabajo.
Relación tensa
El último capítulo de la tensa relación se vivió ayer, con una jornada de aclaraciones por parte del Ejecutivo insular. Todo empezó cuando la Dirección General de Emergencias contestó a una consulta remitida hace unos días en la que se preguntaba si era posible la actuación de pinchadiscos en la isla de Ibiza. El documento remitido por el Ejecutivo insular prohibía el trabajo de DJ con la justificación de las medidas contra el Covid-19. «La actuación de un DJ es una actividad de amenización por medios mecánicos o electrónicos propia de sala de fiesta, sala de baile, café-concierto, discoteca, y bar de copas. No se puede considerar ni música ambiental ni tampoco en vivo,
«Se juntan 6.000 personas en un estadio de fútbol pero nosotros seguimos sin poder trabajar», se quejan los pinchadiscos
Un DJ no puede pinchar en la terraza de su discoteca, pero en cambio sí poner música ambiente en un restaurante
por lo cual es una actividad que no está permitida con la normativa vigente», explicó el Ejecutivo insular.
La prohibición hizo estallar al sector del ocio nocturno balear y obligó a la Consejería de Presidencia a dar marcha atrás con una nueva respuesta que rectificaba la primera. Ahora permite trabajar como pinchadiscos, pero con importantes restricciones. Así, los establecimientos que organicen actividades culturales de música en vivo –y una actuación de un DJ puede serlo- pueden trabajar siempre y cuando no superen los 60 decibelios, renuncien a «ofrecer servicios propios de ocio nocturno y prohíban la comida y la bebida en espacios cerrados mientras se produzca la actividad cultural».
¿Puede entonces una discoteca organizar una actuación de un DJ, aunque sea en su terraza y cumpliendo las restricciones de comida y bebida? La respuesta es no. «El ocio nocturno sigue cerrado en Baleares. Por tanto, lo que no puede hacer un DJ es ir a un local de ocio nocturno a pinchar», subrayan a ABC desde la consejería. La única vía para poder trabajar es «poner música ambiente en locales de restauración siempre que no sean locales de ocio nocturno», explican desde el Govern balear, que recuerda que esta prohibición se mantiene mientras no se modifiquen las medidas restrictivas que se acuerdan cada 15 días. Es decir, un DJ de Pachá Ibiza no puede pinchar en la terraza de su discoteca, porque no puede abrirla, pero sí podría poner música ambiente en el restaurante de al lado cumpliendo una serie de condiciones.
Los empresarios del ocio nocturno de Baleares se quejan de que el Govern les está dando largas pese a que el verano, temporada clave para ellos sobre todo en Ibiza y Mallorca, está a la vuelta de la esquina. La Asociación de Ocio de Ibiza lleva semanas reclamando una hoja de ruta para la desescalada, que permita abrir las discotecas con seguridad a partir del 1 de julio, porque el objetivo de empezar en junio ya se da por
imposible. Proponen una prueba piloto entre el 15 y el 30 de junio. La idea es imitar lo que ya se ha hecho con conciertos como el de Love of Lesbian en Barcelona, con PCR, mascarillas y aforos controlados. De este modo, se podría «evaluar la manera de abrir de forma segura o al menos tener una hoja de ruta con las condiciones que deben cumplir los locales. Necesitamos respuestas», aseguró el gerente de Ocio de Ibiza, José Luis Benítez.
Después del susto, el ocio nocturno acabó la jornada de ayer con un rayo de esperanza. El Ministerio de Sanidad propuso abrir las discotecas en territorios que tengan un riesgo bajo (una incidencia acumulada inferior a los 50 casos por 100.000 habitantes) y en las de riesgo medio (menos de 150), siempre que la situación sea favorable.