Caixabank se salva de un golpe de 1.200 millones por el ‘caso Bankia’
Europa avala que los grandes inversores reclamen, pero no todos podrán hacerlo
El caso Bankia por la salida a Bolsa del banco en 2011 es la historia de nunca acabar. Diez años después sigue coleando incluso tras la absolución penal de todos los acusados. Esta vez la guerra la protagonizarán los grandes inversores, los institucionales, tras el espaldarazo que dio ayer Europa a sus reclamaciones... aunque el alcance, en todo caso, será limitado.
El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) da alas con una nueva sentencia a que estas empresas y entidades reclamen el dinero invertido en el salto al parqué del banco intervenido, ahora absorbido por Caixabank; considera que la normativa comunitaria ampara a todo tipo de afectados, no solo a los minoristas, por las inexactitudes en el folleto de la salida a Bolsa. Hasta la fecha había fallos distintos entre sí en los tribunales españoles sobre si los grandes inversores podían reclamar. La Unión Mutua Asistencial de Seguros (UMAS), que perdió 600.000 euros, llevó su caso al Supremo, y este presentó dos cuestiones prejudiciales a Luxemburgo.
Pese a todo, la Justicia europea aclara que el juez español podrá tomar en cuenta conocimientos extra que tuviera el inversor cualificado sobre Bankia más allá del folleto oficial, lo que indica que habrá de analizarse caso por caso y no será tan sencillo recuperar el dinero como en el supuesto de los inversores minoristas.
Pablo Franquet, socio de FieldFisher Jausas, sostiene que quienes no hayan reclamado ya, no podrán hacerlo. El plazo de prescripción se ha cumplido en los casos que no están judicializados. En otros, por haber sentencia firme en Audiencia Provincial sin haber recurrido al Supremo, tampoco se podrá. Es por ello que fuentes financieras sostienen que el daño para Caixabank está contenido en 30 millones (de las alrededor de 20 demandas que siguen vivas). En total, los institucionales invirtieron 1.237 millones, de cuyo reintegro el banco se salva casi en su totalidad por estos dos factores.
Las únicas opciones las tienen aquellos grandes inversores que han mantenido judicializado sus casos; algunos siguen en la Audiencia Provincial y otros esperan en el Supremo. Estas reclamaciones, según este experto, tienen visos de prosperar, aunque cada causa será una batalla individual.
Con el asunto en los tribunales, según ha confirmado este periódico, están varias sicavs de grandes patrimonios y empresas como Meliá, cuya causa está pendiente en el Supremo. Otros grandes afectados como Iberdrola también recurrieron a la Justicia en su día pero dejaron que el fallo desestimatorio fuera firme al no ir al Supremo.
Mapfre fue el mayor damnificado con una inversión de 281 millones, seguido del Santander con 157 millones, a quien este fallo podría provocar disgustos por similitud en los pleitos pendientes por Banco Popular.