El maestro sindicalista
Este profesor rural alterna la política con el ordeño de vacas y quiere «reescribir la historia» con un lápiz
El profesor rural Pedro Castillo, de 51 años, se hizo conocido a nivel nacional al liderar una huelga magisterial en la que se pedía mejores condiciones para los maestros y que fue muy mal manejada por el gobierno del entonces presidente Pedro Pablo Kuczynski (2016-18).
En aquella ocasión, el exministro del Interior Carlos Basombrío lo acusó sin un sustento adecuado de trabajar dentro de una facción ligada a la banda terrorista de corte maoísta Sendero Luminoso (SL), y ese hecho encalló las negociaciones que lideró la ministra de Educación, Marilu Martens.
Tan mal estuvo manejada la huelga que a Castillo no le permitieron el ingreso a las oficinas principales del equipo de la ministra por las acusaciones de ser un radical ligado a SL y, al saberse rechazado, hizo que se endureciera su postura y aumentara la lista de sus peticiones al Gobierno. Así creció su poder como dirigente magisterial creando dentro del Sindicato Único de Trabajadores del Perú (Sutep), un sindicato manejado por él mismo llamado Federación Nacional de Trabajadores en la Educación del Perú (Fenatep).
Si bien Castillo no consiguió mucho de lo que pedía en aquella huelga que duró casi ocho meses, nació el líder sindical que se hizo conocido en todo el país. A su regreso a Cajamarca, ubicada en la provincia de Chota, el maestro rural volvió a seguir haciendo política sindical, actividad que se sumaba a sus
15 años de militancia en el partido Perú Posible, fundado por el expresidente Alejandro Toledo (2001-2006).
En su casa en Anguía vive con su esposa evangélica y sus tres hijos. Cuando no está haciendo política, Castillo ayuda en múltiples tareas en la casa familiar▶ ordeñando vacas, buscando follajes para sus animales, arando la tierra y compartiendo tiempo libre con sus compañeros de la organización de ‘Rondas Campesinas’, nacidas en Chota en 1976, con el fin de combatir a los delincuentes y que luego devino en detener el ingreso de la banda terrorista Sendero Luminoso en su lugar de origen.
Castillo es el único de nueve hermanos que ha podido estudiar, para ser profesor en el instituto tecnológico de Cutervo; luego hizo un bachillerato en la Universidad César Vallejo y una maestría en psicología educativa. Todo aquel que lo conoce destaca de Castillo su pragmatismo, su alto nivel de religiosidad –es católico dentro de su familia que es evangélica– y su conservadurismo –se declara en contra del enfoque de género en las escuelas, el matrimonio igualitario y el aborto en casos de violación–.
«Traigo el saludo de los que no tienen voz, de los que son considerados de segunda, tercera y cuarta categoría. Con este lápiz quiero reescribir la nueva historia del Perú en el año del bicentenario (de la independencia). No le sigamos robando la esperanza al pueblo. Palabra de maestro», refirió Castillo con su célebre gorrito y blandiendo un lápiz de cartón en su cierre de campaña, en la plaza 2 de Mayo de Lima, donde reunió a cientos de sus simpatizantes que se pasaron durante todo el mitin un lápiz gigante.