La extrema derecha de AfD pone contra las cuerdas a la CDU en Sajonia Anhalt
Algunos sondeos dan a la formación populista un 26% de votos frente al 25% de la CDU
La última legislatura en Sajonia Anhalt, un antiguo territorio de la RDA comunista y en el que viven alrededor de dos millones de alemanes, ha sido de infarto. En las elecciones de 2016 ganó la CDU de Merkel con el 30% de los votos, pero hubo de formar coalición de gobierno con los socialdemócratas del SPD y con Los Verdes para evitar una asociación con la segunda fuerza política más fuerte, el partido antieuropeo y populista Alternativa para Alemania (AfD), que obtuvo el 24,3% de los votos. Esa coalición forzada, como era previsible, apenas ha podido ponerse de acuerdo en nada y ha permanecido en crisis perenne, constantemente más cerca de la ruptura que de la estabilidad.
Y no parece que las elecciones que se vuelven a celebrar este domingo vayan a devolver la tranquilidad política a la región. Si en 2016 el malestar que acarreó la crisis de los refugiados engordó de voto enfadado los resultados de AfD, las restricciones por la pandemia han vuelto a inflar unas encuestas en las que había ido perdiendo fuelle. Hay sondeos, como el último publicado por Bild, que dan la victoria a la extrema derecha con un 26% de los votos, por delante de la CDU que descendería esta vez hasta el 25%. Alemania aguarda el desenlace con la respiración contenida, cuando quedan ya solo unos meses para que desaparezca la figura política que, a modo de clave de bóveda, ha mantenido en equilibrio esta delicada estructura▶ la canciller Angela Merkel.
En su último mitin de campaña, en Magdeburgo, el candidato de AfD actuó la noche del viernes como hombre orquesta. Mecánico que regenta su propio concesionario, Oliver Kirchner subió al escenario con la guitarra y comenzó cantando un viejo éxito de los ochenta que popularizó la banda Keimzeit, ‘Me voy a Singapur’. Cuenta la historia de un capitán alemán que ha perdido la pierna en la guerra y que ya no reconoce su país como su hogar, por lo que sueña con un nuevo comienzo en la república asiática. Tras agradecer los entregados aplausos, se estiró la corbata y arrancó con su arenga contra la inmigración, contra Bruselas y contra las mascarillas. Sobre el escenario, el lema de su campaña en letras luminosas▶ ‘Todo por la patria’. «La inmigración ilegal desde terceros países seguros ya está adquiriendo dimensiones tales que la identidad de nuestro pueblo está en peligro permanente». En lugar de inmigrantes, reivindica «más bebés alemanes» y se queja de que en su distrito, Magdeburg-Sudenburg, «hay cada vez más tiendas de extranjeros».