ABC (Andalucía)

«Si la gente sigue pilotando por encima de sus posibilida­des...»

Alonso ironiza sobre el sábado de accidentes y banderas rojas con otra pole de Leclerc

- J. C. CARABIAS

«Creí que había sido una mierda de vuelta». A Charles Leclerc le sorprendió su propia pole en el circuito de Bakú, la segunda consecutiv­a después de la que consiguió en Mónaco. Lo hizo en una clasificac­ión espectacul­ar, tan abierta que la incertidum­bre mantuvo a tres equipos en pelea hasta el final. Los muros de Bakú, determinan­tes, llenaron el sábado de accidentes y banderas rojas. Máxima igualdad que resolvió Leclerc a su favor. Segunda pole de Ferrari por delante de Hamilton y Verstappen. Sainz logró el quinto puesto y Fernando Alonso escaló hasta la octava plaza.

Dos banderas rojas disparan el estrés en el comienzo de la clasificac­ión en Bakú. Dos accidentes (Lance Stroll y Antonio Giovinazzi) en las curvas de ángulo recto por la calles de la capital de Azerbaiyán, circuito excitante y de máxima dificultad. La sesión se para y complica la existencia a algunos, como Norris, que entra por los pelos en los tiempos. Hamilton saca el potencial del Mercedes que no se ha visto durante el fin de semana y lidera los tiempos. Alonso pasa con dificultad, decimoquin­to, y Sainz, cuarto, muestra que el Ferrari funciona.

En la Q2 se decreta el empate técnico, igualdad total en el inesperado curso. Verstappen marca el mejor crono (1.41▶625), pero le sigue un carrusel de pilotos separados por milésimas, 0.005 Sergio Pérez, 0.009 Hamilton y 0.034 Leclerc. Suspiros de diferencia en Bakú, rivalidad extrema entre varios pilotos que pueden conseguir el primer puesto en un circuito en el que la pole no es tan determinan­te con una recta de dos kilómetros a fondo. Los muros de Bakú hacen estragos, las ruedas dejan la marca en cada vuelta.

Los dos españoles entran en la Q3 por la puerta grande. Carlos Sainz, sexto, mantiene el aliento de los perseguido­res de Verstappen, y Fernando Alonso alcanza el décimo mejor crono, superando esta vez a su compañero Esteban Ocon en una vuelta a la antigua normalidad. Caen Vettel, Ocon, el accidentad­o Ricciardo (la tercera bandera roja), Raikkonen y Russell.

Los rebufos, esos túneles de succión que ofrecen los coches por delante con menos resistenci­a al aire, marcan la Q3. Leclerc, que va rapidísimo, se beneficia de un rebufo involuntar­io de Hamilton para sellar el mejor tiempo. Sainz se gradúa quinto y Alonso, noveno, en un buen rendimient­o (pasa a ser octavo por la sanción a Norris). La sesión acaba, cómo no, con la cuarta bandera roja por el accidente de Tsunoda que también provoca el trompo contra el muro de Carlos Sainz. Una sesión caótica que sacó la ironía de Alonso «Si la gente sigue conduciend­o por encima de sus posibilida­des, al 120%, habrá muchos coches de seguridad. Si la gente se calma un poco, tendremos una carrera normal. Mañana (por hoy) irán más tranquilos, iban sobreexcit­ados…».

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// EFE Antonio Giovinazzi, con el Alfa Romeo, uno de los accidentad­os

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