Argentina espera la lluvia de millones prometida con la visita de Sánchez
A partir de hoy, y durante dos jornadas, mantendrá diferentes encuentros empresariales
El presidente del Gobierno vuelve a Argentina, en visita oficial de dos días, en compañía de un grupo de empresarios con el objetivo de incentivar inversiones en un territorio, hoy por hoy, poco estimulante para el capital internacional. Pedro Sánchez actualizará el tratado de asociación estratégica entre ambos países y confirmará el apoyo, en millones de euros, que prometió el pasado mes de mayo en Madrid.
La agenda de Sánchez incluye un encuentro empresarial con una decena de ejecutivos que le acompañan en esta visita. El encuentro con los inversores está previsto que se celebre en la Casa Rosada e intervendrán, con voz propia, los representantes de, entre otras firmas empresariales, Indra y Dycasa. Sánchez ha sumado a su comitiva al presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, así como a la directora general de la Cámara de España, Inma Riera; la directora de Estrategia Global de Asuntos Públicos de Telefónica, Trinidad Jiménez; y a delegados de Abertis, Iberia, Codere, Iberconsa y Naturgy.
La cita con los empresarios fue la gran ausente de la visita relámpago de Alberto Fernández que tuvo lugar en mayo en Madrid. Aquella escala, que llegó a estar suspendida temporalmente, se produjo como parte de la gira del presidente argentino por Europa en busca de apoyo para renegociar la deuda contraída con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Club de París, donde tiene los vencimientos más inmediatos. Los contactos fueron positivos, pero los problemas persisten.
Durante su visita relámpago a la capital Fernández escuchó de labios de Sánchez el anuncio de un «plan de internacionalización de la economía española por más de 4.500 millones de euros para América Latina». En ese contexto económico, destacó que «Argentina será uno de los países prioritarios» a la hora de adjudicar partidas, pero no precisó de cuánto se trataría.
Eso, entre otras razones, explica el entusiasmo que despierta la visita del presidente del Gobierno a Argentina. Se trata de la primera de alcance internacional del actual Gobierno y se presenta como si se tratara del estreno, versión siglo XXI, de la película ‘Bienvenido Mr. Marshall’, de Luis García Berlanga. Alberto Fernández confía en conocer, por fin, cuántos millones de euros, del fondo de 4.500 destinados para la región, serán adjudicados a su país para engrasar los mecanismos de inversión que permitan, en simultáneo, dar garantías jurídicas satisfactorias. España es el segundo país inversor en Argentina con presencia de más de trescientas empresas.
Las expectativas generadas en Argentina desde el anuncio de esa lluvia de millones se reflejan en las informaciones de la prensa, que destaca la llegada del presidente con «inversiones millonarias bajo el brazo», como tituló ‘Clarín’. En la misma línea apuntan otros medios que destacan el bache por el que pasan Pedro Sánchez y Alberto Fernández. El primero, tras la derrota electoral en la Comunidad de Madrid y la crisis migratoria y diplomática con Marruecos y el último, por tener demasiados frentes abiertos en materia económica, sanitaria, financiera y política. En especial, con su vicepresidenta, Cristina Fernández, así como una sucesión de escándalos de tráfico y mala gestión de vacunas.
Como parte de la agenda de esta visita oficial, Pedro Sánchez acudirá a la Esma (Escuela Mecánica de la Armada), centro emblemático de detención ilegal, tortura y desaparición de personas durante la última dictadura militar argentina (1976-93). Se estima que por sus mazmorras y hornos, que se usaron como crematorios, pasaron cinco mil personas.