Las palomas ponen en peligro los tapices de Rafael en el Palacio Real
Patrimonio Nacional asegura que las telas expuestas no han sufrido daños y que aún están realizando estudios para resolver el problema
La presencia de palomas sueltas en la Galería del Palacio Real desde hace al menos un mes amenaza la conservación de nueve valiosos tapices que desde diciembre se exhiben en la muestra ‘Rafael en Palacio. Tapices para Felipe II’, que acoge las réplicas mejor preservadas de los cartones que el artista renacentista concibió para vestir la parte baja de la Capilla Sixtina.
Para esta exposición, la primera que se celebró en las instalaciones del Palacio de Oriente tras el confinamiento, Patrimonio Nacional rescató de sus fondos los tapices del ciclo ‘Los Hechos de los Apóstoles’ que fueron adquiridos por Felipe II, siendo aún Príncipe, a mediados del siglo XVI. Se trata de algunas de las piezas más valiosas que custodia la institución y, a los ojos expertos, no pueden estar sometidas a ningún riesgo de este tipo.
Pese a que la presencia de palomas en una de las zonas nobles del palacio madrileño amenaza la adecuada conservación de las telas, Patrimonio Nacional aseguró ayer a ABC que conservadoras de la Dirección de Colecciones Reales han comprobado que los tapices no han sufrido ningún daño. Este diario ha constatado en varias fotografías la presencia de estas aves en las inmediaciones de las obras y sus defecaciones en el suelo de la galería. En una de esas imágenes, una paloma se posa en lo alto del tapiz ‘La curación del paralítico’. En otra fotografía se aprecia a otra paloma en el suelo a escasos centímetros del mismo tapiz.
Ventanas abiertas
La escena viene ocurriendo, al menos, desde finales de abril, una situación que han criticado guías y visitantes, según ha podido saber ABC. Fuentes internas explican que la presencia de palomas se debe a que la única manera de ventilar las estancias del palacio consiste en abrir las ventanas, como en cualquier vivienda. El Palacio Real no cuenta con una climatización como las que sí tienen los museos pese a que en sus instalaciones se celebran exposiciones. Convertir los palacios en museos, con una climatización y unas condiciones de conservación adecuadas al valor de las obras que se exhiben, es una de las viejas reivindicaciones de los conservadores. Con este fin, se hizo el Museo de Colecciones Reales. A pesar de que la obra ha sido entregada, aún no hay fecha de apertura.
Patrimonio Nacional arguye que los servicios técnicos internos y las empresas especializadas de control de plagas con los que trabaja, «han realizado estudios durante los últimos días, encaminados a proteger los espacios interiores que están directamente comunicados con el exterior, entre ellos, la Galería donde están expuestos los tapices de Rafael». Fuentes de la institución añaden que, tras una revisión completa, han comprobado que no hay nidos en el interior del Palacio, y que están estudiando alternativas «como la ubicación de sistemas de ultrasonidos y otros medios físicos».
La Galería permanecerá cerrada unos días para que Patrimonio Nacional pueda preparar la visita de Estado del presidente de Corea, en la que se recuperará por vez primera desde el inicio de la pandemia la cena de gala, y está previsto que coloquen nuevos tapices en la zona donde no están las telas de Rafael, a pesar de que el problema de las palomas no se ha resuelto aún. La exposición se clausurará, como estaba previsto, el 4 de julio.
‘Rafael en Palacio. Tapices para Felipe II’ es una muestra única porque es la primera vez que se exhibe al público la secuencia completa del ciclo ‘Los Hechos de los Apóstoles’, una serie apostólica que fue encargada a Rafael por el Papa León X en 1514 para vestir la parte baja de la Capilla Sixtina, en el Vaticano, durante las ceremonias más solemnes.
Este ciclo sixtino generó en el siglo XVI una ola de interés sin parangón y las monarquías de toda Europa rivalizaron por hacerse con nuevas reedi
ciones. Algunas de las réplicas encargadas por Francisco I de Francia o Enrique VIII se perdieron durante la Revolución Francesa o la Segunda Guerra Mundial, pero Patrimonio Nacional conserva dos de ellas, la que Felipe III adquirió hacia 1614 en unos telares de Bruselas y la de Felipe II. Esta, la más antigua de los fondos españoles, es la que se expone en la Galería del Palacio Real. Constituye la reedición de mayor calidad y mejor conservada, incluso por encima que la original vaticana.
Si los nueve tapices de Rafael tienen un estado de conservación tan bueno es porque se fabricaron con fibras resistentes y tintes naturales de calidad óptima. La decisión de los tapiceros de Bruselas de no incorporar hilos metálicos ha ayudado a evitar su oxidación y corrosión. La comisaria Concha Herrero explicó en la inauguración que durante un tiempo, cuando se ensuciaban las telas, las bajaban con carretas al río Manzanares y las lavaban con jabón, motivo por el cual algunos colores originales han perdido intensidad. Hasta el año 1989, cuando decidieron conservarlas enrolladas, permanecieron apiladas unas sobre otras y dobladas. La última vez que las restauraron fue hace nueve años.