La infundada acusación franquista contra Juan de la Cierva
Juan de la Cierva, inventor del girocóptero, iba a dar nombre al nuevo Aeropuerto de Corvera hasta que se cruzaron en su vuelo cuestiones de mala memoria histórica. El Ministerio de Transportes comunicó el pasado viernes que la denominación de las instalaciones no es viable al ser incompatible con la ley de Memoria Histórica.
La decisión se basa en un informe histórico, aportado por Ángel Viñas, que coloca al inventor entre los participantes del golpe de Estado de 1936. Uno de los puntos le acusa de formar parte desde Londres de «un pequeño grupo de conspiradores monárquicos, británicos y españoles, contra la República, que tuvo gran influencia entre los círculos de derecha».
Roberto Villa García, profesor de la Universidad Rey Juan Carlos, califica los argumentos del informe como «un puñado de conjeturas». «Los republicanos se pasaron la vida conspirando contra la Monarquía. Si nos ponemos en esos términos con todos los personajes destacados de los años 30, nos quedaríamos sin nombres de aeropuertos y de calles», apunta el historiador, quien destaca que a De la Cierva se le están imputando hechos que no entran dentro de la Ley de Memoria Histórica, la cual afecta solo a «quienes participaron en la sublevación militar, pero no en la conspiración previa».
El historiador granadino defiende que, dado que no se trata de un debate historiográfico, donde se pueden aventurar teorías sin base documental, sino de «un juicio político», el ministerio y el experto que respalda la decisión están obligados a presentar pruebas claras que justifiquen la expulsión del espacio público de «uno de los mayores científicos de nuestra historia».