España pondrá fin la próxima semana a más de medio siglo de extracción de petróleo
La última plataforma, Casablanca, cierra por su escasa viabilidad económica
La plataforma Casablanca, el único yacimiento de petróleo en activo en nuestro país, dejará de producir crudo la próxima semana, por lo que se pone fin así a 55 años de explotación de este hidrocarburo en España.
Situada a unos 45 kilómetros de la costa de Tarragona, esta plataforma de Repsol empezó a producir petróleo en junio de 1977 mediante unas instalaciones provisionales que fueron sustituidas por las actuales en 1982. Aunque llegó a producir 2,169 millones de toneladas en 1983, en el primer trimestre de este año suma tan solo 1.211 toneladas.
La plataforma, situada sobre una lámina de agua de 161 metros de profundidad, centraliza la producción de seis yacimientos (Casablanca, Rodaballo, Boquerón, Chipirón, Lubina y Montanazo) que suman un total de 14 pozos. La instalación está conectada a la refinería de Tarragona a través de un oleoducto soterrado en el subsuelo marino, que a su vez conecta con el ‘rack’ que va desde el pantalán del puerto de Tarragona a la refinería.
La producción de crudo en España en el primer trimestre de este año, según los últimos datos de Cores, corporación dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica, sumó 2.649 toneladas: 1.211 de Casablanca, 1.164 de Boquerón y 274 de Rodaballo. Esas 2.649 toneladas contrastan con los 54,8 millones de toneladas que importó nuestro país el año pasado o los 67,5 millones de 2018, actual récord.
Es más, la suma de toda la producción de petróleo en España desde 1966 hasta el primer trimestre de 2021 supera ligeramente los 39 millones de toneladas, lo que solo representa el 71% de todo el crudo importado el año pasado.
No más autorizaciones
El cierre de Casablanca responde principalmente a la escasa viabilidad económica de esta explotación. Además, Repsol se adelanta a la nueva ley de cambio climático aprobada recientemente en el Congreso que, en su artículo 9, especifica que «no se otorgarán en el territorio nacional, incluido el mar territorial, la zona económica exclusiva y la plataforma continental, nuevas autorizaciones de exploración, permisos de investigación de hidrocarburos o concesiones de explotación para los mismos». Anteriormente, el
Ejecutivo ya prohibió el ‘fracking’ o fracturación hidráulica para extraer hidrocarburos, sobre todo gas natural.
En un escenario como este, aunque algunas concesiones no caducan hasta 2042, Repsol, en línea con su Plan Estratégico 2021-2025, decidió enfocar las actividades de exploración y producción de hidrocarburos en otros países.
El primer yacimiento de petróleo en España fue el de Ayoluengo, en la localidad de Sargentes de la Lora, al norte de la provincia de Burgos. Aunque fue el 6 de junio de 1964 cuando fluyó al exterior por primera vez el ‘oro negro’, no fue hasta 1966 cuando una empresa filial de Standard Oil y de Texaco comenzó su explotación comercial, que duró hasta 2017. Además, este es el único yacimiento terrestre que ha existido en nuestro país.
El segundo yacimiento que entró en producción fue el de Amposta, en el Mediterráneo, en febrero de 1973. A este le siguió, en la misma cuenca frente a las costas de Tarragona, el mencionado de Casablanca, en junio de 1977. Un mes después, el de Tarraco y, en mayo de 1978, el de Dorada. También en esa zona, en septiembre de 1984 comenzó la extracción de crudo en Salmonete.
De las nueve plataformas en el mar, solo dos no estaban en el Mediterráneo: Gaviota y Albatros, ambas en el Cantábrico, frente a la localidad vizcaína de Santurce. Entraron en funcionamiento en mayo de 1985 y en marzo de 1995, respectivamente.
La cuenca dominada por la plataforma Casablanca tuvo dos nuevos yacimientos: Boquerón, en septiembre de 1997, y Montanazo-Lubina, en octubre de 2012.
Estos pozos fueron los últimos, ya que Repsol desistió en enero de 2015 de explotar el crudo y el gas que encontró en aguas de Canarias por su escasa viabilidad debido a que los hidrocarburos existentes «se encuentran en capas muy delgadas no explotables», dijo entonces la compañía.
Un solo yacimiento de gas
Hay que recordar que el antiguo yacimiento de Gaviota se reconvirtió en un almacenamiento subterráneo de gas natural gestionado por Enagás. Situado a una profundidad de 2.150 metros, su explotación se realiza con una plataforma fija anclada al fondo del mar y conectada a una planta de tratamiento en tierra a través de un gasoducto. Sus existencias actuales superan los 26.630 gigavatios hora (GWh).
Si hablamos de gas, en España solo funciona un yacimiento, el de Viura (La Rioja). Su explotación comenzó en 2015. Se estima que contiene al menos un volumen probado de 3 bcm (3.000 millones de metros cúbicos), equivalente a un 10% del consumo anual de gas natural en España.