Reírse de la Leyenda Negra como arma letal
Javier Santamarta del Pozo publica el libro ‘Fake news del imperio español’ como respuesta desternillante a los embustes y a las patrañas negrolegendarias
«Somos un país que no ha asumido bien su Historia, intoxicada de Leyenda Negra»
«Se niegan todos los símbolos y la Historia de España y parece que solo el fútbol nos une»
Nada hay más patrio que hacer chanza hasta de las cosas más graves, con ese punto de humor negro, absurdo, a veces grotesco, que caracteriza al español medio, al bajo, al alto y al mediopensionista. Javier Santamarta del Pozo, escritor de Chamberí, ahora afincado en El Escorial, publica el libro ‘Fake news del imperio español’ (La Esfera de los Libros) como respuesta desternillante a los embustes y a las patrañas negrolegendarias que, desde dentro y desde fuera, carcomen la autoestima y la imagen de España. «Lo único de lo que se puede hacer humor es de las cosas más serias. La Historia también necesita una visión divertida, la cual no está reñida con que sea rigurosa», explica.
Frente a la incapacidad de desmontar a corto plazo mentiras del tamaño del Big Ben, Santamarta quiere en su nueva obra, su tercer ensayo tras ‘Siempre estuvieron ellos’ y ‘Siempre estuvieron ellas’, darle la vuelta a las burlas del matón de turno y reírse de la Leyenda Negra. «Se ha escrito mucho a nivel teórico y académico sobre estos asuntos, por lo que he preferido ofrecer otra cosa al público▶ ponerles estas ‘fake news’ frente a unos espejos valleinclanescos y tratar de que los lectores esbocen, como mínimo, una sonrisa con el resultado», asegura este politólogo, escritor y colaborador de ABC, que pasó años trabajando en Ayuda Humanitaria en varios conflictos bélicos.
El libro repasa las viejas y las nuevas mentiras que se cuentan sobre la maledicencia de los españoles a través de diez puntos, algunos tan de actualidad como el derribo de estatuas de conquistadores españoles por el mundo o el afán de la memoria histórica por convertir en ‘fachas’ hasta a los Reyes Católicos. «Lo he escrito para no tener que seguir tomando tanto Pantoprazol. Me sigue dando mucha rabia el desprecio, la apropiación de unos y de otros de nuestra Historia y, sobre todo, esa tesis de que España no existe. Se niegan todos los símbolos y parece que solo el fútbol nos une», afirma el escritor sobre los esfuerzos desde la izquierda por tallar una historia aséptica.
La España de Schrodinger
Del avispero que son las redes sociales, donde Santamarta es todo un personaje, se le ha llegado a acusar de hacer «una historia positivista, muy decimonónica, en un sentido nacionalista español de la Historia» por mostrarse orgulloso de cierto episodios o simplemente utilizar el término España. «He acuñado la expresión la España de Schrodinger para explicar por qué el país solo existe si es para decir cosas malas de él. Si se habla, por ejemplo, de la Escuela de Traductores de Toledo o de las Cortes de León, pioneras en Europa, ahí la palabra España no se puede usar. Pero si hablamos de genocidio español en América o de Inquisición española sí, ahí sí está bien empleada la palabra», ejemplifica el politólogo.
Puede que la Leyenda Negra, como propaganda de guerra arrojada por holandeses e ingleses, naciera en el extranjero, pero el autor de ‘Fake news del imperio español’ tiene cla
ro que las mentiras sobre España brotan hoy de sus habitantes, que han abrazado con entusiasmo muchos de los tópicos. «Somos un país que no ha asumido bien su Historia, intoxicada de Leyenda Negra, y que luego ha dado por buena otra ‘fake news’, como fue la exaltación de las gestas imperiales en la época de Franco y también en la Segunda República. Hoy en día, en vez de recuperar estos episodios y personajes tan importantes, sin el cariz político o ideológico, los hemos etiquetado como tardofranquistas y dejado atrás», señala Santamarta.
«Me hace gracia que algunos digan que un politólogo como yo no se puede meter a hablar de Historia, pero, sin embargo, los historiadores sí se pueden meter a hacer política. Estamos ahora mismo entre unos a los que les encanta ponerse un morrión en la cabeza y otros que van con una bandera wiphala en la mascarilla sin saber lo que significa. Hay que hacer pedagogía de las cosas, explicar el significado de los símbolos, pero no, como hace Álvarez Junto, simplemente negando la existencia del país», considera el escritor, que presentará su obra el próximo día 19 en un homenaje a los tercios en San Lorenzo de El Escorial.