La peor tarde de Dinamarca
Menos de dos horas después del susto de Eriksen, se retomó el partido y Finlandia, en su único remate, amargó a su rival, que encima falló un penalti
La vida trasciende a cualquier entretenimiento. Es una premisa tan elocuente como que hay decisiones que cuesta justificar. Una de ellas la protagonizó la UEFA al permitir que el partido entre Dinamarca y Finlandia se reanudase con Eriksen en el hospital. El organismo europeo se escudó en la conformidad de ambas selecciones, que aceptaron proseguir el choque que abría el grupo B. Sin duda, las buenas noticias que llegaban del hospital al que había sido evacuado el jugador del Inter tornó los llantos en alivio y los rezos en aparente normalidad. Así se retomó el duelo, con la disputa de los tres minutos del primer acto que faltaban cuando Eriksen se desplomó. Jensen, exjugador del Celta, ocupó su plaza.
Pero la pesadilla de Dinamarca y de los daneses vivió un nuevo episodio con el inesperado gol de Pohjanpalo (min. 60) cuando Finlandia soñaba con mantener el empate inicial, y con un penalti fallado por Hojbjerg (muy dudoso tras una caída de Poulsen). Lo telegrafió el danés y lo blocó Hradecky. Curiosamente, el penalti lo tendría que haber chutado Eriksen, encargado de todas las jugadas a balón parado. Nada le salía bien a la Dinamita Roja, superada por la ansiedad y por la contundencia finlandesa en los últimos minutos. Sorpresa en Copenhague, pero entendible por la situación anímica y mental en la que se disputó la segunda parte.
Hasta entonces, Dinamarca había tratado de cumplir el guión inicial. Los hombres de Hjulmand iniciaron el partido avasallando a la débil Finlandia, que empezó metiendo dos balones al área. Un espejismo. Solo tardó seis minutos en tener la primera oportunidad Dinamarca con un centro al primer palo de Eriksen que Braithwaite chutó de manera defectuosa. Un minuto después la ocasión fue para Eriksen desde la frontal, pero se encontró con los felinos reflejos de Hraadecky, que pudo despejar a córner. Finlandia le vio las orejas al lobo y se cerró dentro de su área. Wind, a los 12 minutos, tuvo otra ocasión al rematar fuera de cabeza desde dentro del área y al cuarto de hora volvió a aparecer Hradecky para desbaratar otro cabezazo de Hojbjerg. Quince minutos disputados y el mejor del partido estaba siendo el portero finés. Eriksen, Delaney y Braithwaite volvieron a disponer de nuevas oportunidades, pero el marcador no se movía. Hasta que llegó el drama, el desmayo de Eriksen y la suspensión momentánea del encuentro.
La reanudación fue un calco de la primera parte. La tela de araña diseñada por Markku Kanerva estaba dando resultado y a Dinamarca le entraban las prisas, lo que se traducía en decisiones precipitadas, errores y remates defectuosos. Finlandia no pasaba del centro de su campo y la presión danesa era asfixiante pero sin premio. Pero estaba escrito que no era el día de Dinamarca y Pohjanpalo confirmó la pesadilla con un gol en el único disparo finés a portería de todo el partido. Magnífico centro a la cabeza del delantero, que impactó tan fuerte y cerca de Schmeichel que, aunque el balón iba bastante centrado, no pudo despejarlo. Respeto total de Pohjanpalo, que frenó en seco su celebración consciente de que el único triunfo digno de reseña era el de Eriksen desde el hospital.