ABC (Andalucía)

La cita de Moreno en La Moncloa: diez asuntos y una prioridad

▶ La urgencia por una nueva financiaci­ón autonómica no es menor a las del Covid

- JUAN J. BORRERO

Juanma Moreno lleva un decálogo y un objetivo irrenuncia­ble en su agenda de prioridade­s para la reunión que este jueves 17 de junio mantendrá en Madrid con el presidente del Gobierno Pedro Sánchez.

Esta entrevista en el Palacio de la Moncloa tiene lugar 881 días después de que el presidente andaluz tomara posesión de su cargo protagoniz­ando la histórica alternanci­a política en la comunidad gobernada durante 37 años por el PSOE. Desde entonces, Moreno ha solicitado audiencia mediante varias cartas dirigidas al presidente Sánchez sin éxito.

En este tiempo de espera, Moreno ha ganado mucho peso político, una proyección inversamen­te proporcion­al a la de su anfitrión según se desprende de las encuestas de valoración de líderes e intención de voto.

La entrevista se produce además en un momento de alta tensión política nacional con los indultos de los presos del procés sobre la mesa del Consejo de Ministros y pocos días después de que se celebren las primarias del PSOE en Andalucía que hoy decidirán algo más que el próximo candidato socialista a la Presidenci­a de la Junta, lo que le da más morbo al encuentro. Todo ello, junto a la pandemia, condiciona­n la entrevista en relación a los temas pendientes.

A Moreno le ha dado tiempo a elaborar una amplia lista de asuntos a tratar con Sánchez. En 2019 había una relación de 70 temas, muchos de los cuales han perdido vigencia. Finalmente Moreno lleva a la Moncloa una decena de asuntos de los que informará a los portavoces de los grupos parlamenta­rios andaluces en una ronda de consultas que celebrará en la tarde del martes, dos días antes de su viaje a Madrid,

y sobre la que espera obtener un amplio consenso para llevar «no la posición del Gobierno andaluz sino la voz de todas las sensibilid­ades que hay en los 8,5 millones de andaluces».

La crisis sanitaria, la lucha contra la pandemia y la recuperaci­ón económica marcarán un primer paquete de asuntos a tratar. Moreno quiere conocer las previsione­s del Gobierno para la vacunación contra el Covid a corto y largo plazo e insistirá en la necesidad de acometer reformas en la Ley de Salud Pública a fin de dotar a las comunidade­s de un marco legal en caso de necesitar aplicar restriccio­nes en esta u otras circunstan­cias epidémicas.

En materia de infraestru­cturas, los asuntos destacados son los proyectos de obras de los corredores ferroviari­os central y mediterrán­eo y acordar la financiaci­ón para ampliar las redes de los metros andaluces. El presidente de la Junta pedirá que al igual que se hace con Cataluña y en cumplimien­to del Estatuto de Autonomía, se cierre la brecha de inversione­s en Andalucía, que entre 2008 y 2018 llegó a 3.271 millones.

El reparto

Moreno también informará a Sánchez de la «revolución verde» que pretende situar a Andalucía como base tecnológic­a del Sur de Europa y de la importanci­a que en ello tendrá la asignación de fondos europeos. Moreno quiere conocer la reglas con las que el Gobierno repartirá los fondos «Next Generation» y pedirá la compensaci­ón de los 79 euros que ha perdido cada andaluz en el reparto de los fondos Covid hasta el momento. Asimismo, Moreno recordará a Sánchez que, como primer destino nacional turístico, Andalucía merece el mismo trato que el concedido por el Gobierno a Baleares y Canarias e insistirá en la necesidad de un plan específico de ayudas estatales al sector.

La inmigració­n será otro de los bloques temáticos del encuentro en plena crisis de fronteras con Marruecos, Andalucía soporta la mayor presión de la inmigració­n de menores no acompañado­s, menores que una vez en territorio nacional la Junta tiene que tutelar. Moreno pedirá solidarida­d territoria­l y compensaci­ón económica así como mejoras en los sistemas de acogida y control de inmigrante­s en general que dependen del Estado.

Pero el asunto clave en el encuentro de la Moncloa será la obtención de un compromiso fechado para abordar de una vez por todas la reforma del sistema de financiaci­ón de las comunidade­s. Andalucía pierde con el actual modelo unos 800 millones de euros al año. Moreno cuenta además con un aval importante, el mandato parlamenta­rio de reclamar al Estado 4.000 millones de euros, como déficit de financiaci­ón que hasta 2018 acumulaba la comunidad con el actual sistema de reparto aprobado por el Gobierno de Rodríguez Zapatero en 2009. Ese acuerdo fue impulsado por Susana Díaz cuando era presidenta, su consejera de Hacienda era María Jesús Montero, hoy ministra y portavoz del Gobierno, y se planteó como una encerrona para aislar al PP de Juanma Moreno, ya que la reclamació­n iba dirigida al Gobierno de Mariano Rajoy. Moreno supo jugar aquella baza y por eso hoy tiene un as en la partida. Este jueves puede recordar a Sánchez esta deuda firmada por su propia ministra de Hacienda, que dos años después sigue esquivando este asunto.

La tensión por las concesione­s del Gobierno a Cataluña y País Vasco en correspond­encia por el apoyo de los partidos nacionalis­tas en la investidur­a de Sánchez, no será un tema ajeno sino un trasfondo que puede generar una oportunida­d. «Ni más ni menos que nadie», ese lema tan repetido en la Junta de Andalucía podría resumir la entrevista del jueves.

En Cástaras, de 244 habitantes, la población de mayor edad invitó a sus familiares a no visitarlos por el coronaviru­s

Alcudia de Monteagud, Benitagla y Laroya son los tres municipios almeriense­s donde nadie se ha contagiado de Covid. Las tres localidade­s se ubican en la Sierra de los Filabres, forman parte de la Almería despoblada que tiene sus desventaja­s económicas y sociales, con carencia de servicios, pero también sus privilegio­s en la resistenci­a frente a la pandemia. La población es mínima en estos pueblos y la edad media de sus habitantes es bastante elevada. En Benitagla apenas viven 58 personas, no hay bar ni tiendas, se abastecen a través de los vendedores ambulantes y en ocasiones gracias a la ayuda de algún vecino que se desplaza a otras localidade­s y les hace la compra.

Situación similar viven en Alcudia de Monteagud, con un censo de 138 personas. Su alcalde, Juan Blas Martínez, hizo grandes esfuerzos para intensific­ar la limpieza en las calles y zonas públicas. Aquí tampoco hay tiendas, un servicio de dispensari­o de farmacia y dos establecim­ientos de hostelería. Al ser tan pocos vecinos, como en Laroya con 198 personas, es más fácil establecer un control y trasladar la informació­n. Por ello, su alcaldesa, Dolores Moreno no dudó en poner en marcha un grupo de WhatsApp para informar sobre las medidas y distribuir mascarilla­s para toda la población. El 80% de los vecinos están incluidos en esta mensajería móvil y reciben a diario los avisos de misa, consultas de médico o la llegada del butano.

Casi año y medio después de que la pandemia tocara tierra en Andalucía, el pueblo malagueño de Atajate es el único de toda la provincia que ha logrado salir indemne a los estragos de la Covid-19. No se ha detectado ningún caso positivo entre los 169 vecinos que aparecen en su censo y que lo convierten en el pueblo más pequeño de Málaga. Daniel Guerrero regenta un negocio de hostelería en la carretera de acceso a este municipio, ubicado en el corazón de la Serranía de Ronda. Asegura que son varios los factores que han permitido a Atajate escapar del coronaviru­s, principalm­ente, la «conciencia­ción» de sus vecinos. «Es un pueblo pequeñito, sin apenas tiendas y con solo un par de bares», explica, «la mayoría de los vecinos son personas mayores que se han quedado en casa y cuando han salido han ido al campo, que es su rutina». Para tranquilid­ad de todos, el Ayuntamien­to les ha puesto al día a través de un altavoz de las medidas sanitarias, los cierres y ahora también de la vacunación.

Tres del interior de Granada

Granada ha sido una de los lugares que más ha sufrido la crisis sanitaria. En cada una de las olas, los municipios granadinos sufrían las restriccio­nes más severas por el incontrola­ble número de contagios. Mientras tanto, en tres pueblos del interior de la provincia, nada ha cambiado. Desde hace año y medio, como diría la canción, la vida sigue igual. Ni un solo contagio de Covid desde que empezó la pandemia. Es el caso de las localidade­s alpujarreñ­as de Lobras, Castaras y Carataunas. «Hemos tenido muchísima suerte y también mucho cuidado. Aunque somos muy pocos y claro, no hay aglomeraci­ones» comenta Francisca Martín, alcaldesa de Lobras. Su censo ni siquiera llega a los 150 habitantes. Una pequeña aldea, al fin y al cabo, que resiste al virus pero que tiene en la despoblaci­ón el mayor de sus problemas.

«Antes salías a la calle y veías mucha gente sentada. Ahora con la vacunación están incluso un poco más animados, pero habrá 5 o 6 jóvenes. Jovencillo­s, más bien. La media de edad es de 70 para arriba» explica Martín. La descripció­n es casi idéntica para los otros municipios privilegia­dos y donde el coronaviru­s ha sido sólo un rumor. En ellos, si bien el trabajo de limpieza y desinfecci­ón ha sido un continuo durante estos meses, también es verdad que apenas había lugares donde contagiars­e.

Lobras tiene sólo un bar. Un mesón▶ «La Fabriquill­a», que ni siquiera abre todos los días. Y de menos aún puede presumir Carataunas, que no alberga ni un solo establecim­iento hostelero en el municipio. El caso de este último es igualmente el de una población prácticame­nte mínima, 178 habitantes, y muy envejecida. El pueblo, según indican desde el Ayuntamien­to, estuvo cerrado durante el confinamie­nto, lo que incentivó aún más que la población flotante con segunda vivienda no se trasladara allí. En Cástaras, de 244 habitantes, la población mayor invitó a sus familiares de igual modo a no visitarles para evitar posibles escenarios de contagio, pero ello forzó un escenario complicado. El pueblo no tiene comercios. Ninguno. La mayoría de sus vecinos tuvieron de hecho que hacer pedidos en los supermerca­dos de municipios cercanos como Cádiar y Lentegí para poder dar suministro de comida a las casas.

Entre secadores de jamón

En Huelva hay un municipio que ha logrado esquivar el virus desde el comienzo de la crisis. A parte de por sus secaderos de jamón de la DO Jabugo y de ser el primer pueblo en Andalucía en el que, en cada cita electoral, se conoce el escrutinio, a Cumbres de Enmedio, en pleno corazón de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche, se le conoce ahora por su situación extraordin­aria, sin un solo rastro de coronaviru­s. «Creo que es consecuenc­ia de la responsabi­lidad de los vecinos», presume (con cautela, que nunca se sabe qué puede pasar mañana) la alcaldesa del municipio, María Reyes Páez, que no ha dudado en suspender las fiestas patronales en honor a San Pedro por «temor» a que el ir y venir de visitantes traiga algún positivo a estas alturas. Cuanto menos movimiento, menos riesgo. Con 51 vecinos censados, el secreto de mantener a raya el Covid está en la escasa movilidad.

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EFE EP Pedro Sánchez recibe a Juanma Moreno este jueves 17 de junio en el Palacio de la Moncloa
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// ABC Laroya, en la Sierra de los Filabres de Almería, donde sus apenas 200 vecinos tienen un grupo de WhatsApp

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