La OCDE carga contra la rígida regulación del alquiler en España
En pleno pulso en el seno del Gobierno de coalición sobre cómo resolver el problema de acceso a la vivienda en España y el control de sus precios, la OCDE publicó ayer un informe en el que alertaba sobre los riesgos de la rígida regulación española. Según el organismo internacional, España destaca por tener una de las regulaciones más estrictas de entre sus miembros, por lo que un endurecimiento en esta dirección, como sería limitar los precios máximos del alquiler que defiende Unidas Podemos, podría traducirse en una reducción de las viviendas ofertadas en el mercado. La advertencia es clara: «Un control más estricto de los alquileres reduce la rentabilidad de la inversión en vivienda, lo que se asocia empíricamente con una respuesta más débil de la oferta de vivienda a los cambios en la demanda».
La estrategia a seguir sería, sin embargo, apostar decididamente por la construcción de vivienda social destinada al alquiler, parque cuyo stock supera ligeramente el 1% y que sitúa a España a la cola de los países desarrollados, tan solo por delante de Estonia, Lituania y la República Checa. El tirón de orejas responde, además, al escaso desarrollo que ha tenido esta política en nuestro país en los últimos años. «La vivienda social se ha inclinado tradicionalmente hacia la propiedad de la vivienda frente a la del alquiler».
Las implicaciones sociales de esta realidad afectan especialmente a los jóvenes, debido a su posición muchas veces precaria en el mercado laboral.
Según destaca la OCDE, más del 70% de la población de entre 20 y 29 años vive con sus padres. «Los fuertes aumentos de los precios de los alquileres en algunas zonas urbanas, así como la tasa de desempleo estructural contribuyen a aumentar la sobrecarga del coste de la vivienda», reconoce la OCDE.
El drama, no obstante, es prácticamente común a todos los países desarrollados. Solo Grecia y Japón se libraron de esta tendencia que, sin embargo, fue especialmente acusada en Islandia, Turquía y Lituania, donde los precios se multiplicaron por dos. En el caso de España, el vaivén de precios está en línea con la media de los países que forman parte de la OCDE.
En una entrevista concedida a Efe, Luiz de Mello, director de estudios del departamento económico de la OCDE, advirtió sobre los riesgos de topar los alquileres porque «a largo plazo no protege a los inquilinos». «Hay otras opciones que no crean los mismos tipos de costes» como el desarrollo de viviendas sociales, aunque ello implicaría aumentar la inversión pública en este sentido. Además, De Mello insistió en su entrevista en la importancia de «diferenciar entre las medidas de crisis», cuando resulta «muy importante» proteger a los grupos más débiles, y «las medidas de largo plazo que pueden aumentar la oferta» e impedir, en definitiva, que suban los precios.