LOS EMPRESARIOS FUERZAN A ARAGONÈS A NO PLANTAR AL REY
▶El presidente catalán no salió a recibir al Rey, pero sí aceptó fotografiarse con él arrastrado por los empresarios ▶Aragonès planteó retomar la declaración de Pedralbes: mesa entre el Gobierno, la Generalitat y un relator
El presidente de la Generalitat modificó varias veces su agenda y aceptó posar con el Monarca, pero se negó a salir a recibirle
El saludo forzado entre el Rey y Pere Aragonès, hasta cierto punto ridículo por parte del presidente de la Generalitat de Cataluña, supone un cambio, al menos en las formas, en la relación del representante del Estado en Cataluña con Felipe VI, un vínculo roto por completo durante el mandato de Quim Torra, defensor de la confrontación contra la democracia española sin matices.
Ayer en Barcelona, las jornadas del Círculo de Economía sirvieron para que el Rey y Aragonès, aceptando una petición del presidente del Círculo, intercambiasen un saludo ante la presencia del presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, y rodeados de empresarios.
Tras las intervenciones de Aragonès; Ada Colau, alcaldesa de Barcelona; y José María Álvarez-Pallete, presidente de Telefónica; Ana Botín, presidenta ejecutiva del Banco Santander; y Pablo Isla, presidente de Inditex, en distintas conferencias y foros celebrados desde el mediodía, el Círculo organizó un encuentro informal (a las siete de la tarde) entre políticos, representantes institucionales y empresarios con el Rey y Moon Jae-in, que se unían a la cena organizada por el Círculo.
Sin embargo, ni Aragonès ni Colau, presentes en el hotel en el que tiene lugar el evento estos días, salieron a recibir a los dos jefes de Estado. Solo se incorporaron al encuentro, celebrado en una de las terrazas del hotel y con la presencia visual de los periodistas acreditados, una vez finalizaron los dos besamanos. Se abrió una de las puertas de la terraza y por ahí aparecieron para incorporarse al resto de vips, entre los que se encontraban, entre otros, las ministras Calviño y Maroto; Pablo Casado, líder del PP; y una cuarentena de empresarios entre los españoles y los coreanos.
Unos minutos después, cuando el Rey abandonaba la terraza para acudir al salón, en el que iba a tener lugar la cena, se produjo el encuentro organizado por Javier Faus, presidente del Círculo de Economía, que encontró el momento, y ante la presencia del presidente de Corea del Sur, el Rey y Aragonès, con Colau de invitada, se saludaron.
Fuentes de la Generalitat consultadas por ABC señalaron que el encuentro se limitó a un saludo y a conversar –dos minutos– con Moon Jae-in sobre economía y la relación de Corea con los empresarios catalanes. Frío encuentro, ridículo de Aragonès, pero inicio de un deshielo que aplana la estrategia del Gobierno con el independentismo catalán. Eso sí, el acercamiento se inmortalizó en una fotografía, a propuesta del Rey, según indicaron desde la Generalitat.
Después, Aragonès abandonó el hotel y Felipe VI y Moon Jae-in, con los representantes institucionales y los empresarios, se dieron cita en la cena.
Aragonès delegó la representación de la Generalitat en Laura Vilagrà, consejera de la Presidencia, y Victòria Alsina, consejera de Acción Exterior y Transparencia.
«Importante»
Antes del ágape, el Rey pronunció un discurso destacando los lazos de unión fraternal hispano-coreana. Además, el Monarca recordó a los empresarios catalanes Mariano Puig y Arturo Suqué, que fueron motivo de homenaje por parte del Círculo de Economía.
Como es habitual en este tipo de intervenciones, Felipe VI no hizo ninguna mención expresa a la situación política. Eso sí, ante el presidente de Corea del Sur, destacó que «con actos como este, queremos compartir con el ámbito económico en general, y con nuestros amigos coreanos en particular, las fortalezas, las capacidades y las oportunidades económicas que existen y se ofrecen, aquí en Barcelona y Cataluña, así como en toda España».
De esta manera, la expectación creada por la visita del Rey a Barcelona, la primera tras confirmarse que el Gobierno concederá los indultos a los presos del ‘procés’, se resolvió en un breve encuentro de Felipe VI con Aragonès, quien, finalmente, sí plantó al Jefe del Estado en la cena delegando en las consejeras Vilagrà y Alsina.
En relación al nivel de representación de la Generalitat, el presidente del Gobierno expresó a media tarde durante una rueda de prensa con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Layen, que sería «deseable que todas las instituciones estuvieran presentes» en el encuentro con el Rey y el presidente de Corea del Sur en Barcelona, teniendo en cuenta que es una «visita de Estado tan importante».
En los pasillos del Congreso por la mañana, un miembro del Ejecutivo sí sostenía que ERC estaba poniendo de su parte enviando a la consejera (Vilagrà) y teniendo en cuenta «que su socio de Gobierno no se lo está poniendo nada fácil». Aunque, finalmente, también acudió a la cena Alsina (Junts). En cualquier caso, se insistía, desde el Gobierno, que era «muy importante» que estuvieran representados, informa Gregoria Caro.
Aragonès: «Comencemos»
Antes del esperado encuentro y de la fotografía con el Monarca, Aragonès, inaugurando las jornadas del Círculo, siguió a lo suyo y, aunque es verdad que las formas no son como las de su antecesor en el cargo, mantuvo los mismos planteamientos de fondo que Torra: amnistía y referéndum.
Para ello, Aragonès retomó la Declaración de Pedralbes (20 de diciembre de 2018), documento firmado por los dos Gobiernos, que señala básicamente tres aspectos: el reconocimiento por parte del Gobierno de un conflicto político en Cataluña, establecimiento de la mesa de diálogo entre Gobiernos como herramienta política y creación de un relator que «dará fe de los acuerdos alcanzados y determinará el seguimiento de su aplicación».
«Cojamos la declaración de Pedralbes, pongámosla sobre plano y comencemos a caminar», afirmó el presidente de la Generalitat, para defender el diálogo con el Gobierno, pero, eso sí, advirtiendo que su objetivo sigue siendo el mismo: la independencia de Cataluña.
«Queremos una solución que pueda ser ratificada por la ciudadanía de Cataluña», añadió. En esta línea, aun reconociendo que la negociación no es fácil, «si se producen pasos adelante las próximas semanas, es una señal de que se puede avanzar en este camino», apuntó, en alusión a la concesión de los indultos. Mientras tanto, reclamó las competencias del aeropuerto, del puerto y de la Zona Franca.
«La gran empresa española prevé una aceleración del crecimiento» [pág. 35]