Sánchez tiene las mismas cuentas pendientes con la Junta desde 2018
Moreno acude hoy a La Moncloa con el aval de todos los grupos políticos para mejorar la financiación autonómica Susana Díaz reclamó un reparto más justo de los fondos al presidente, pero volvió de Madrid con las manos vacías
Montero pospuso la reforma de la financiación autonómica y rebajó las expectativas de Díaz en su última reunión con Sánchez
La última vez que el Gobierno y la Junta de Andalucía mantuvieron una reunión al máximo nivel en La Moncloa, Susana Díaz era la presidenta de una comunidad con un poder omnipotente y sin discusión durante 36 años. Ocurrió el 23 de julio de 2018. Faltaban aún cinco meses para que Juanma Moreno la desalojara de la Presidencia gracias a un pacto del PP, Ciudadanos y Vox tras las elecciones de diciembre de 2018.
En los tres últimos años, lo único que no ha cambiado es que Pedro Sánchez es el inquilino de La Moncloa y la lista de tareas pendientes con Andalucía, que sigue plenamente vigente. Cuando después de dos años y medio esperando una cita Moreno se siente hoy delante de Sánchez, llevará anotados en su libreta los mismos asuntos que puso sobre la mesa Susana Díaz y que entonces se quedaron en papel mojado. A saber, la reforma de un modelo de financiación autonómica que perjudica a Andalucía, las inversiones pendientes en infraestructuras, las ayudas de la Política Agraria Común (PAC) y el reparto de fondos para reactivar la economía en una de las regiones con peores índices de paro. La diferencia es que ahora el dinero lo pone Bruselas, aunque lo distribuye el Ejecutivo central, para paliar los daños económicos y sociales que ha dejado el paso del ‘tornado’ de la pandemia del Covid19 en el último año y medio. Según los cálculos de la Junta, cada andaluz ha recibido 79 «euros menos» de los Fondos Covid que la media española .
Juanma Moreno acude a Madrid con el «consenso» alcanzado con el resto de los grupos para reclamar una mejor financiación y un reparto «justo» de fondos a Andalucía, según destacó ayer el portavoz del PP en la Cámara autonómica, José Antonio Nieto. Ayer, horas antes del encuentro, Sánchez anunció la convocatoria en verano de la Conferencia de Presidentes autonómicos, una demanda recurrente de la Junta.
El presidente regional llevará bajo el brazo el acuerdo que el Parlamento andaluz aprobó el 22 de marzo de 2018, promovido por el PSOE, que defendía un modelo justo y equitativo de financiación territorial y que fue apoyado por todos los grupos salvo Ciudadanos. Claro que Sánchez aún no
había presentado la moción de censura que desalojaría a Mariano Rajoy y lo convertiría en presidente.
Desde julio de 2018 hasta ahora, la revisión del sistema de financiación pactado por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero con ERC es una promesa incumplida y una frustración para la Junta. Díaz, que había salido derrotada un año antes en su pugna con Sánchez por el liderazgo del PSOE, apostó fuerte la carta de la financiación autonómica. Andalucía es, tras la Comunidad Valenciana y Murcia, la región más castigada por el modelo de financiación, cuya revisión está atascada desde 2014. Díaz planteó al presidente que Andalucía necesitaba 4.000 millones más del Estado para tener una financiación justa y sufragar servicios básicos como la sanidad o la educación, según las cuentas que había echado la entonces consejera de Hacienda, María Jesús Montero, actual ministra del ramo y portavoz del Gobierno.
Con la llegada a La Moncloa de su antiguo rival en las primarias, el horizonte se presentaba esperanzador. La mujer que había demandado más dinero para Andalucía con tanto o más empeño que la propia Díaz era ahora la ministra de Hacienda. Nada podía salir mal. Pero el Gobierno ‘amigo’ enfrió a sus expectativas de inmediato. Un mes antes de la reunión, anunció que la actualización de la financiación no llegaría antes de 2021. La población ajustada es una de las variables que tendrá en cuenta el futuro sistema, según anunció Montero el pasado mayo. La ministra añadió que su propuesta llegará en un plazo de tiempo corto si los partidos y las regiones tienen «disposición al avance».
Expectativas truncadas
Con todo, Susana Díaz, que planteó la reunión como un gesto de distensión entre antiguos enemigos, se conformó con el cambio de postura del Ejecutivo. En su lugar, anunció la llegada inminente de 500 millones a Andalucía▶ 350 millones por el aumento en dos décimas del déficit público (más dinero para gastar), y 150 millones por las entregas a cuenta con cargo al sistema de financiación. Una cantidad que por derecho corresponde a Andalucía, esté Sánchez o Rajoy en La Moncloa. También le prometió un plan especial de empleo de 50 millones de euros con cargo a los presupuestos del Estado en 2019 que no llegaron nunca a aprobarse. Para ver cumplida esta promesa, ha habido que esperar a las cuentas de 2021. Andalucía aún está esperando que el Gobierno aporte fondos para cofinanciar el tramo norte de la línea 3 del Metro de Sevilla.
El otro compromiso anunciado por Díaz era el impulso del corredor ferroviario del Mediterráneo. En marzo, el ministro de Transportes, José Luis Ábalos, pospuso la llegada del AVE a Almería hasta 20252026 «aunque con mucho esfuerzo».