El escote del PP
Los ‘indepes’ violaron la ley por culpa del Gobierno del PP, que iba muy destapado
LA táctica redondista para echar la culpa al PP del golpe en Cataluña es gruesa. Una pellada de cemento dialéctico sobre la fachada del Congreso. Gotelé político. Es una treta tan sórdida que de entrada atolondra: la responsabilidad de la sedición no es de los atacantes, es de los defensores. Silogismo de babero. Según esa lógica zafia, lo grave no es quebrantar la Constitución, es la propia Constitución. Los delincuentes no tienen la culpa de que la víctima, en este caso España, estuviese gobernada entonces por un partido que osó, a quién se le ocurre semejante tropelía, defenderla con la ley; ergo los cuatreros merecen el indulto por enfrentarse a tan ineptos damnificados. La distorsión es de premio. ¿En qué se diferencia Sánchez cuando imputa al PP la declaración ilegal de independencia en Cataluña de la burricie que acusa a una mujer violada de llevar minifalda? Pues ayer lo dijo otra vez mirando al boquete del tiro que por culpa de Adolfo Suárez tuvo que dar Tejero.
La aspiración del sanchismo es que los españoles atendamos a sus razonamientos con el chupete puesto. Pero eso también hay que censurárselo al PP. Sánchez va a hacer al Rey firmar la indulgencia a quienes desean derrocarle y, teniéndola botando, Ayuso la ha mandado al voladizo en lugar de ensalzar la monarquía parlamentaria, que está por encima de los amotinados, del Ejecutivo de turno y hasta de la propia Corona, primera servidora del Estado. Es verdad que el PP siempre permite, con su pusilanimidad, que la bola se quede en su lado de la red. Pero Sánchez se tiró ayer al cuello de Casado y Ayuso para reprocharles que Puigdemont y su tropa violaron la Constitución porque el PP llevaba demasiado escote. Mientras el Gobierno aprobaba el trámite para despenalizar las injurias a la Corona, su presidente se erigía en el mayor defensor del Rey. Soplar y sorber. Demasiado lío en la boca para evitar que se nos caiga el chupete. Vale. El PP tiene la culpa del referéndum ilegal, del desdén de Biden, del machismo, de que Juana Rivas esté en su casa sólo por ser mujer, de la promoción escolar con suspensos y de que pongamos la lavadora a la hora de la güija. Ah, y del césped que hizo que Morata la echara fuera.