«China tiene el deber de contarle al mundo lo que sucedió con el virus»
▶Lisboa dedica la mayor exposición hasta la fecha a uno de los más importantes críticos de nuestro tiempo, poseedor de una voz insilenciable por la libertad
Se ha inaugurado recientemente en Lisboa ‘Rapture’, la mayor exposición del artista y activista político Ai Weiwei (Pekín, China, 1957), al que el ‘New York Times’ ha calificado como uno de los artistas críticos más importantes de nuestro tiempo, poseedor de una voz elocuente e insilenciable por la libertad. El nombre de esta exposición contiene varios significados, entre ellos, el momento trascendente que conecta la dimensión terrenal con la espiritual. Pero también ‘rapto’ es el secuestro de nuestros derechos y libertades y este significado bien podría contener en sí mismo la definición de su vida, que se inicia cuando su padre, el poeta Ai Qing, es enviado junto con su familia a un campo de trabajo y posteriormente al exilio durante la Revolución Cultural por el movimiento antiderechista instigado por Mao Zedong. Muchos de los motivos de su creatividad artística son ejemplos de vidas desgarradas, como las de los recluidos en los campos de refugiados, desgarros de libertad, de vidas destrozadas como las de las mareas humanas de la emigración, de lamentos por la corrupción y el totalitarismo o de desconsuelo ante la facilidad con que se incumplen los derechos humanos.
—Hábleme, por favor, de ‘Rapture’. —Esta exposición abarca obras que van desde la década de 1980 hasta ayer; es decir, justo hasta su inauguración. Contiene ochenta de mis obras, en muchos casos de gran envergadura. Es la mayor exposición que se ha organizado jamás. Tiene unos cuatro mil metros cuadrados y comprende obras nuevas y antiguas, instalaciones, películas, fotografías y vídeos. Es una colección de todo tipo de obras distintas.
—¿Cuál de estas obras es más relevante para usted en su significado?
—Todas y cada una de las piezas tienen un significado determinado; ninguna de ellas podría sustituir la que para mí es más relevante. No podría seleccionar ninguna en concreto, porque todas son de períodos distintos. Para mí, todas son importantes.
—Al final es una narración de su vida, es su biografía.
—Sí, es como una biografía. Llevaría muchísimo tiempo contemplar todas las obras debido a los numerosos vídeos y películas que se muestran. Narra, en efecto, la historia de mi vida.
—Las obras más recientes de esta muestra son una reflexión sobre las técnicas artísticas tradicionales, la identidad y sus raíces chinas. ¿Qué valores aprendió de su padre, el famoso poeta Ai Qing?
—Mi padre tuvo una vida muy azarosa. Era poeta y ejerció una influencia muy significativa en los revolucionarios chinos. Tras la consolidación de la nación, fue acusado de derechista y permaneció exiliado veinte años. Durante todo ese tiempo, no se le permitió escribir. Creo que mi padre es importante; siempre fue muy abierto y positivo de un modo muy inocente, lo que le hizo muy fuerte, hasta el punto de que ni siquiera la tormenta política pudo convertirlo en otra persona▶ siempre se mantuvo fiel a sí mismo.
—Usa el arte como instrumento de conciencia social y política. ¿Qué opina de las creaciones artísticas sin intención?
—Creo que, si se piensa que el arte no guarda ninguna relación con la realidad verdadera, con la humanidad e in