Fuera máscaras
«Sánchez casi felicita a Junqueras porque cuando salga de la trena no lucirá moreno mascareta»
EN febrero del año pasado, cuando el coronavirus se propagaba ya de forma imparable por buena parte de España, Fernando Simón seguía manteniendo que no tenía «ningún sentido que la población se estuviera preocupando por si tiene o no mascarillas en casa». Y así siguió siendo hasta nada menos que el 20 de mayo, cuando el Gobierno dictó, al fin, su uso obligatorio cuando no fuera posible mantener la distancia de dos metros. ¿Cuántas muertes se podrían haber evitado si a las iglesias, a los teatros e incluso a las manifestaciones se hubiera asistido portando el tapabocas? Hay preguntas que, por el dolor que pueden causar en determinadas familias, casi mejor no hacerse. Pero es muy necesario.
En el Gobierno eso ya nadie lo recuerda. No resulta electoralmente agradable. Por eso, aunque nos llene de alegría, no deja de indignar que tenga que venir Pedro Sánchez en plan salvífico a ser quien anuncie cuándo podremos dejar de usar las mascarillas en espacios abiertos. Gracias, Pedro, no aguantábamos más. El mismo presidente que endiñó a las comunidades la toma de las decisiones más antipáticas para evitar los contagios soltó el viernes la fecha del destape. Lo hizo en Barcelona. Y a punto estuvo de felicitar a Junqueras porque cuando lo saque de la trena no tendrá que lucir moreno mascareta.
Es el relato. Siempre el maldito relato y el tacticismo. Están seguros de que funcionará. Y lo peor es que puede que estén en lo cierto. Esta semana, coincidían golpeándonos dos noticias. La primera, otro paso más en la inexplicable deriva que permitirá que los alumnos patrios puedan ir pasando de curso sin necesidad de aprobarlo. La otra, el estudio de la OCDE que revela cómo los jóvenes españoles experimentan un «crecimiento cero» en comprensión lectora entre los 15 y los 27 años. Leerlo era más doloroso incluso que el efecto de los supositorios XL con los que nos están metiendo la propaganda para que entendamos la generosidad de los indultos. Nos quitan la mascarilla pero se han quitado las máscaras por completo. Esa es la sociedad que pretenden. Y a ellos es probable que les vaya muy bien. Al resto...