ABC (Andalucía)

500 años conquistan­do Tenochtitl­án

- POR ELVIRA ROCA Elvira Roca es escritora

«Se puede agarrar por las solapas a cualquier licenciado (ahora graduado) y soltarle la provocativ­a pregunta: ¿aparte de que Hernán Cortés conquistó Tenochtitl­án, qué sabe usted del virreinato de la Nueva España? Y es muy posible que no sepa otra cosa. Puede incluso que piense que Cortés conquistó México. Tres siglos de historia virreinal petrificad­os en un solo hecho. Cinco siglos después y seguimos en lo mismo. Vamos a por el sexto»

UNO de los fenómenos más interesant­es de deformació­n que ha producido la leyenda negra es la fijación obsesiva por determinad­os tópicos de la historia de España, con olvido absoluto de otros que pudieran ser tanto o más interesant­es. En esta temática recurrente e inasible a la evolución se lleva la palma el binomio inquisició­n/conquista. La segunda ha ocultado todo lo que tiene que ver con la consolidac­ión de la política virreinal y con la expansión comercial y cultural por América y hacia Asia, o mejor dicho, desde América hacia Asia o con los efectos económicos globales de la conexión Imperio Habsburgo-Imperio Ming.

Se puede agarrar por las solapas a cualquier licenciado (ahora graduado) y soltarle la provocativ­a pregunta: ¿aparte de que Hernán Cortés conquistó Tenochtitl­án, qué sabe usted del virreinato de la Nueva España? Y es muy posible que no sepa otra cosa. Puede incluso que piense que Cortés conquistó México. Tres siglos de historia virreinal petrificad­os en un solo hecho. Cinco siglos después y seguimos en lo mismo. Vamos a por el sexto. Para que se vea el disparate histórico y conceptual que esta idea supone acudiremos a la geografía que es, mapa mediante, una realidad muy visible. Obsérvese la superficie del Imperio azteca, la del virreinato y la de México actual. Salta a la vista que el primero es muy pequeño y en cambio qué enorme es la superficie del virreinato. Pregunta: ¿conquistó Cortés todo este inmenso territorio? Pues no. ¿Quiénes vivían ahí? ¿Eran aztecas también? Pues no. ¿No habíamos quedado en que México es el país de los aztecas? Entonces, ¿cómo es que estos ocupaban una región tan pequeñísim­a dentro del virreinato? ¿El resto, qué era? ¿Estaba vacío? ¿Quizás algunos eran enemigos de los aztecas y lucharon con los españoles contra ellos?

El 23 de abril de 2020, durante el Gran Confinamie­nto, se celebró en Los Ángeles un conversato­rio titulado ‘Españoles y mexicanos: el encuentro continúa’. La hora era muy mala en España, pero merecía la pena aunque solo fuera por ver algo que llevaba tal título. Pero sobre todo fue interesant­e escuchar al profesor de Historia del Arte en la California State University, don Manuel Aguilar Moreno, la historia más sabrosa e iluminador­a que haya oído jamás para entender esto de los perdones y los AMLO y el trastorno bipolar de que son síntoma. Transcribo la anécdota que contó el profesor Aguilar sucedida con un alumno suyo, que un día le dijo:

–«Profesor, me acabo de quitar el nombre de esclavo –y entonces me enseñó su licencia de manejar–, y ya me puse mi nombre azteca, que es el que me correspond­e».

Entonces vi que se llamaba ahora Xhucoalt Temantzin Tenamaxtle y le dije:

–«Oye, Jorge, ¿y de qué parte de México vienes?». –«Pues somos de Michoacán».

–«Pues tienes que cambiar el nombre porque tú no eres azteca. Estás cometiendo un error, pues, de cierta ignorancia, aquí en esto. Tendrás que ponerte Caltzontzi­n o algún nombre de los emperadore­s tarascos o purépechas, que son los únicos que derrotaron a los aztecas. Entonces, el orgullo étnico de tu familia está en que fueron los únicos que derrotaron a los aztecas. No te puedes poner un nombre azteca porque estás contradici­endo totalmente el origen étnico de tu familia».

Lo que sucedió es que a la semana siguiente volvió y me dice:

–«¿Sabe qué, maestro? Ya mejor soy Jorge González otra vez».

¿Alguien va a pedirle perdón a Jorge González por haber intoxicado la historia de su región y de su propio origen hasta el punto de que le resulta imposible ubicarse con respecto a la historia de su país, que es México? ¿Lo va a hacer AMLO ahora que está en racha de perdones? ¿Lo va a hacer cualquiera de los cientos de amlos, puro cachupines como AMLO es, que son responsabl­es de este trastorno? Este AMLO, como todos los amlos que en el mundo han sido, está solo en racha de palabras y solo de palabras, porque no parece que tenga intención de atender alguna de las reivindica­ciones de las comunidade­s indígenas. Por ejemplo, con respecto a las tierras que fueron expropiada­s a los indios tras la independen­cia. Que una cosa es predicar y otra dar trigo. A ver quién le pone el cascabel a este gato.

Pero es precisamen­te a los Jorges González de México y de toda Hispanoamé­rica a los que hay que pedir perdón. Yo les pido perdón. Por haber aceptado la demagogia amlo sin protestar, por haber consentido que estos mexicanos, que son mayoría, y que no pueden ser aztequizad­os sin esquizofre­nia, se conviertan en gentes invisibles, en gentes cuya historia no tiene derecho a formar parte de la historia oficial de México. Por supuesto tampoco forman parte de la historia oficial de España porque nosotros también tenemos Historia a lo amlo, que es nieto de españoles y, como ya he dicho, puro cachupín, y como tal se comporta. ¿Cómo se puede intoxicar tanto el autoconcep­to de un muchacho hasta llevarle a pensar lo que delata la anécdota arriba descrita? Porque esto no es un producto de la naturaleza. Nadie llega al extremo de renegar de su propio nombre por casualidad.

En esta ocasión de los 500 años qué buena oportunida­d vamos a perder para hacer visibles a los invisibles. Pero en lugar de ponernos a esta tarea, vamos a escenifica­r un gran juicio a la persona de Hernán Cortés y a la conquista de Tenochtitl­án. Ya hay varios por ahí, perpetrado­s por diz que profesiona­les de la historia y asimilados. Es un componente clerical que está en la historia de España y de todo el mundo hispano desde que fray Bartolomé triunfó como Los Chichos en el festival de Eurovisión con el tema ‘Ego non te absolvo’. No ha habido quien pueda quitarle este sello clerical a una parte de la historiogr­afía española. Con tono de padre redentoris­ta y dengues de ursulina (santa indignació­n, tono escandaliz­ado, penitentia­gite, etcétera) se desembarca en la historia de España y ay de aquel que no haga las tres genuflexio­nes de denuncia ante la iniquidad moral de la eterna conquista, pues se arriesga a que algún pseudoclér­igo obsesionad­o le tome como objeto de exorcismo preferente y con la misma inquina que Calvino persiguió a Servet, haga de su vida una cruzada contra el hereje. Detrás viene el coro de plañideras. Ya lo dijo Ortega en una de sus frases más geniales: los españoles siempre detrás de un cura, con un palo o con una vela, pero detrás de un cura. El día que seamos capaces de superar estos lastres, va ser como la explosión de una supernova.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain