Supondría arrebatarle poder a los bancos sobre el ahorro de los ciudadanos para que buena parte esté en manos públicas
Los inconvenientes son una hiperinflación irreversible; «se dejaría a Europa en una situación muy debilitada sobre otros mercados»
ria se base en ingresar dinero en las cuentas de los ciudadanos. «Es fascinante que aparezca esto como argumento para implantar la moneda digital. Otros argumentos como la reducción del fraude, reducir el impacto ambiental y evitar que otras monedas puedan ocupar un espacio que no es público son interesantes de estudiar. Pero inyectar dinero es un absurdo. No es el objetivo de una moneda digital», sostiene Piqueras.
Este experto sostiene que este tipo de políticas tienen como ventajas que sería una manera de incentivar la economía de forma «muy rápida y muy directa», y sin incrementar teóricamente el endeudamiento del país.
En cambio, defiende que los inconvenientes son mucho mayores que los beneficios. «Los inconvenientes son la hiperinflación irreversible, es un riesgo gigantesco. Se dejaría a Europa en una situación muy debilitada sobre otros mercados», dice Piqueras. Además, incide en que llevarlo a cabo por ejemplo en toda la Eurozona implicaría darle dinero a cientos de millones de personas, con el esfuerzo que eso acarrea.
De los únicos conatos de llevar a término el ‘helicóptero del dinero’ se dieron en Japón en este siglo en una etapa de crecimientos muy planos y con tipos de interés extremadamente bajos. Pero finalmente la idea fue descartada porque los riesgos superaban a los beneficios para su economía.
Antonio Pedraza, presidente de la comisión financiera del Consejo General de Economistas, defiende el papel de los bancos en la política monetaria del BCE. Actualmente es la banca, principalmente, la encargada de trasladar al conjunto de los ciudadanos el dinero proveniente del supervisor de la Eurozona. «La distribución de la liquidez tiene que venir de entidades cribadoras, que lo hace el sistema financiero y el Gobierno a través de los Presupuestos Generales del Estado, porque cuenta con dinero que proviene en definitiva del BCE (con las compras de deuda)», sostiene.
Con entidades cribadoras se refiere a que la banca, mediante el crédito que concede, hace fluir ese dinero del BCE a la economía. «La demanda no es todo lo deseable que se pudiese pensar, la demanda es muy etérea y no toda se merece liquidez. Ahí las entidades hacen esa labor de qué empresas o particulares pueden recibir liquidez, cuya solvencia o capacidad de repago hacen posible que la reciba», asegura Pedraza. En suma, «examinar quién recibe el dinero para saber quién lo podrá devolver y quién no». Este economista destaca que «inundar los mercados de liquidez está muy bien», pero que el sistema correcto para la economía actual es el que hay en vigor, fluyendo desde el BCE a la economía real mediante estos intermediarios. La proposición no de ley del PSOE, por su parte, califica a los bancos de «privilegiados» por poder tener una cuenta en el supervisor comunitario y los ciudadanos no, algo que aspira a cambiar a futuro.
Fuentes financieras sostienen que los planteamientos que está realizando el partido socialista serían un primer paso para tratar de cercar al máximo la actividad bancaria.
Sector regulado
«El financiero es un sector plenamente regulado, de los que más de todas las actividades, y en nuestro ADN está el dar servicio a los ciudadanos. Ideas como esta hacen pensar que se está valorando darle un palo más a la actividad bancaria; aun así, no creo que estas ideas lleguen a nada», sostienen las mismas fuentes.
Con todo, en la proposición socialista se niega que esta tesis vaya a estar sobre la mesa: «Este dinero digital no implica ni la nacionalización del sistema bancario ni la estatalización del crédito». El documento, asimismo, añade que con una moneda digital la actividad crediticia sería «más segura en la medida en que está completamente separada de los depósitos de los ahorradores», los cuales estarían directamente en cuentas en el banco central.