La ‘Joya’ tartésica de Huelva, amenazada por el ladrillo
Vecinos de la capital onubense se movilizan para que no se construyan hasta cuatro torres de pisos sobre una necrópolis; los dueños de los terrenos y el alcalde de la ciudad defienden la actuación urbanística
La ejecución del plan urbanístico de la Joya en Huelva, cuya tramitación y aprobación por el Ayuntamiento de Huelva ha estado rodeada de polémica y precedida de protestas al desarrollarse en un suelo de elevado valor patrimonial, afronta ahora nuevas protestas vecinales. La razón es que en la zona se asienta una necrópolis tartésica de referencia a nivel mundial. Por ello más de una decena de colectivos ciudadanos se han puesto en pie de guerra (una vez más) para proteger el yacimiento arqueológico.
La necrópolis se ubica en la base de un cabezo, una formación característica de la capital onubense que tiene su origen en las sedimentaciones de los ríos Tinto y Odiel, que se eleva a modo de colinas por distintos puntos de la ciudad y relata desde sus entrañas miles de años de historia. En el entorno se van a levantar cuatro torres de viviendas de hasta 15 pisos de altura.
Los cabezos de Huelva, para los que se inició un procedimiento para declararlos monumento natural, se encuentran dispersos en distintos barrios, desde el Parque Moret a San Pedro y, desde el Conquero a la Joya. La memoria ciudadana guarda la destrucción de algunos de ellos arrancados por palas o sepultados por una nueva zona de viviendas. Ese es el temor de arqueólogos e instituciones que se han venido pronunciando sobre su protección como el Instituto Geológico y Minero de España, Universidad de Huelva, 40 centros de investigación de universidades del país- el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico y el propio Departamento de Protección del Patrimonio Histórico de Cultura. Son varios los colectivos que expresan su malestar con concentraciones este mes.
Las protestas para tratar de frenar el plan urbanístico acaban de arrancar, con una movilización de varios cientos de personas en el mismo cabezo de la Joya. «Destruir La Joya es destruir el patrimonio de todos. Es nuestra idiosincrasia, nuestra identidad y no nos la pueden robar», avisa el presidente de ArqueoHuelva, Jorge Cotallo.
La reacción ciudadana tiene continuidad esta semana, el próximo jueves, con una ruta por los cabezos de Huelva, un programa de actividades y un llamamiento a la participación de los onubenses a convocatoria de ‘Huelva te mira’, el colectivo que ha abierto también la vía judicial contra el plan urbanístico y ha llevado a cabo una campaña de recaudación de fondos para conseguir dinero que pague la representación letrada en el procedimiento. Por lo pronto, el plan se encuentra en un compás de espera después de que Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) admitiera a trámite el recurso interpuesto contra la aprobación definitiva de la modificación del Plan Especial de La Joya.
Frente a la ola de rechazo a la actuación urbanística, los propietarios de los terrenos —una superficie total de 25.897,75 metros cuadrados, de los que sostienen que 12.650 metros cuadrados serán para espacios libres y públicos— la defienden como «garantía de protección» del patrimonio. En esta misma posición de defensa del plan se sitúa el alcalde, Gabriel Cruz.
En la zona de espacios públicos que pasará a manos del Ayuntamiento, se encuentran los 5.614,58 metros cuadrados que ocupa la necrópolis de Tartesos, excavada en los años 60.
Los propietarios que forman la junta de compensación defienden además que con la modificación del plan urbanístico mantiene a salvo el yacimiento, donde además se ha descubierto un corredor que llegaría al cabezo Roma.