Rafa, tesoro de España
Un ejemplo mundial a seguir donde han de reflejarse las nuevas generaciones
Es probablemente Rafa una de las personas más ejemplares que haya y que también sean tan conocidas a nivel global. Unir esos dos factores es un verdadero tesoro para España. Rafa Nadal acaba de jugar en Roland Garros, y es tal su pundonor y su fuerza que el hecho de ganar o no queda en segundo lugar. Él vence siempre y vence con la mayor gloria, mérito y ejemplo. Vence con el honor de quien sabe competir noblemente por encima del trofeo, de quien sabe anteponer la valía del contrario y renunciar al éxito como tal, pues siempre podía haberlo hecho un poco mejor. No hay palabras para definir su actitud. Es sencillamente admirable y una y otra vez dándonos a todos el ejemplo con el que hay que actuar, pero además con la sencillez del más grande. Su áurea es un oasis de valores y principios cuya solidez es infranqueable.
Un español universal, un español ejemplar que nos enseña esos valores imperecederos, como aquellos que custodia Numancia desde hace veintidós siglos .... honor, dignidad, sacrificio, verdad, unión de esfuerzos, nobleza de espíritu, resistencia, tenacidad, ejemplaridad, y todo ello enmarcado en la verdadera dimensión y significado de la libertad, como aquella que nos enseñó al mundo la heroica ciudad. Rafa representa todos esos valores y los antepone a cualquier otra cosa, se funde en ellos. Es hoy más importante que nunca lo que Rafael Nadal representa y en España es la permanente guía que debiéramos imitar. Es todo lo contrario al ejemplo tan poco edificante que vive hoy nuestra nación y que no encuentra parangón en Europa. Rafa Nadal, el héroe de París, donde tanto le admiran y lo harán siempre los franceses, va a seguir ganando toda la vida el premio a la verdad, el premio de la vida, a la que hay que enfrentarse anteponiendo siempre los valores más importantes y desterrando los acosos de la mentira e indignidad. Rafa sigue ganando ya por encima del juego o de cada torneo. Gana con un ‘smash’ inapelable la visión de lo fácil, de lo deshonesto y poco ejemplar, de lo que no está bien. Vence por muchos puntos ganadores y marca la altura del siguiente juego, exige el bien en todos los órdenes como marco inexcusable para afrontar el siguiente partido, un partido sin duda difícil, pero sorteado siempre con el bagaje de un gran héroe. Rafael Nadal, un ejemplo mundial a seguir donde han de reflejarse las nuevas generaciones, así como ejemplo indispensable para los que más responsabilidades ostentan, ya que sin los principios y valores que con tanta perseverancia Rafa se identifica y que constituyen el más firme marco de actuación de la sociedad, nada se construirá de forma segura, con la conciencia tranquila y con la confianza, valores que han de presidir siempre el bien que necesita la humanidad.