Entre todos nos dieron una paliza
Nos chulean simplemente porque, orillada la Justicia y despreciado el Poder Legislativo por Madiba Sánchez, pueden hacerlo
Sánchez no sólo ha entregado el Estado, sino que ha dado a las personas antes conocidas como presos un relato épico, la munición con la que seguir disparando contra los cada vez más débiles muros de nuestra democracia barrenados desde fuera y lo que es más abracadabrante, desde dentro por quienes deberían defenderlos. El aquelarre secesionista a las puertas de Lledoners, con sus banderas indepes, sus puños en alto, los abrazos, los llantos y los (ex)presos fundiéndose con el ‘poble’ catalán es la escenografía soñada por quienes practican con este Gobierno jibarizado un matonismo de abusón de patio que te va avisando que te volverá a dar dos guantazos y zarandearte hasta que te sientas ridículo, amedrentado y pequeño, muy pequeño.
Nos chulean simplemente porque, orillada la Justicia y despreciado el Poder Legislativo por Madiba Sánchez, pueden hacerlo. Es verdad que necesitaban una performance con todo el rollo quejoso y cansino de los salvadores de una patria fabulada, que su exhibicionismo faltón sirve para mantener enardecida a su grey y que con el subidón olviden que han aceptado que los indulte un país totalitario que no respeta, buff qué perezón, los derechos humanos.
Pero todo eso es una viñeta más del cómic indepe al uso, les falta enfundarse calzones y capa de superhéroe para convertir su bufonada en una gesta reservada sólo a sus superpoderes. La realidad mensurable y padecible, huérfana de artificios, es que desde hoy quienes somos mucho menos libres somos justo los españoles, todos sin excepción, porque el presidente nos ha vendido en un repugnante canje de prisioneros: la libertad de los golpistas a cambio de la prisión de todos nosotros, condenados sin juicio previo a ceder al chantaje por el interés del monclovita. Quien sostenga lo contrario es muy libre de hacerlo, argumentarlo es más complicado porque la pregunta imposible de responder afirmativamente es si Madiba les hubiera indultado de no necesitarlos para seguir sesteando en La Moncloa. La respuesta es no.
Salen y se nos encaran y yo sólo recuerdo el chiste de Gila: entre todos nos dieron una paliza.