«La libertad de comunicación es una pieza estructural»
Para el jurado de los premios Cavia, Luca de Tena y Mingote, que me he honrado en presidir, resulta especialmente fácil justificar este año sus propuestas. Siempre lo son, desde luego, pero, en esta ocasión, hemos encontrado motivos complementarios a la calidad literaria de un buen artículo periodístico, la fecundidad y largueza de la vida profesional o la imaginación de una viñeta para elegir a los premiados entre tantos buenos periodistas, escritores e ilustradores que trabajan en nuestros periódicos.
Hemos propuesto a Javier Cercas para el premio Cavia por su artículo ‘La revolución de los ricos’. Su contenido es tan sencillo como importante. Sostiene que tanto desde la perspectiva del pensamiento económico de izquierdas (...), como del pensamiento político (...) el secesionismo catalán, con sus reclamaciones de autodeterminación, está alentado por las clases acomodadas y no por las desfavorecidas, por los ricos y no por los pobres. Cercas contribuye a estas teorías haciendo una prueba del nueve en los barrios de la independentista Gerona, en la que vive. (...) Se suma esta valiente observación a su insistente apelación a la verdad frente a las grandes creaciones publicitarias del secesionismo (...)
Javier Cercas, además de por su calidad de articulista, era merecedor de un reconocimiento como el Cavia, que implica nuestra admiración y solidaridad por su empeñada defensa de la verdad al enfrentarse al problema territorial, que se presenta recurrentemente como el más inacabado y perentorio de los que sufre España.
El premio Luca de Tena para José María Carrascal es casi una obviedad. Pocos periodistas pueden exhibir, como este lozano nonagenario, tanta vocación ni tan desmedida fecundidad, ejercida en toda clase de medios de comunicación, y desde localizaciones territoriales diversas. Creo que la continuidad indómita de Carrascal es un paradigma de la importancia de la libertad de comunicación en los Estados de Derecho, en los que actúa como una pieza estructural. (...)
El premio Mingote para Ricardo Martínez Ortega se ajusta mucho al estilo que nos dejó Mingote▶ un dibujo, con gran fuerza editorial, que vale más que mil palabras. Tres enormes coronavirus entrando en la plaza de Tiananmen, en la misma posición que hemos visto fotografiados los tanques que produjeron tanta devastación de vidas y libertades en 1989. La viñeta de Ricardo es una ocurrente
«El problema territorial se presenta como el más perentorio de los que sufre España»
alegoría que constituye en sí misma una reflexión sobre la pérdida de vidas y libertades a causa de la covid, la impotencia de los ciudadanos y las desmesuras de los gobernantes.