La juez pide a la Científica que depure las imágenes de la supuesta patada de Errejón
El denunciante se ratifica en los hechos y se somete a un examen forense
Las causa abierta a partir de la denuncia de un vecino del barrio madrileño de Lavapiés contra el diputado de Más País Íñigo Errejón, por una presunta agresión en la noche del pasado 2 de mayo, sigue su curso. La titular del Juzgado de Instrucción número 16 de Madrid, Margarita Valcarce, ha librado oficio a la Policía Científica para que intente depurar y ampliar las imágenes que captaron en el lugar de los hechos las cámaras del Ayuntamiento situadas en la vía pública. El objetivo es conseguir mayor definición en los fotogramas, que permiten situar a Errejón en el lugar de los hechos y dejan ver que se produjo algún tipo de incidente, pero sin que se pueda concretar qué pasó porque los involucrados se encuentran alejados del foco.
Según informan fuentes jurídicas a ABC, la diligencia se ha acordado a instancias del denunciante, A.C.D., cuyo abogado había pedido ese análisis exhaustivo en espera de que permita esclarecer si, como señala su cliente, el diputado le propinó una patada en el estómago después de negarse a hacerse una foto con él.
En espera de ese informe de la científica, la juez escuchó ayer a A.D.C., que compareció y ratificó íntegramente el relato que ya trasladó en comisaría la misma noche de los hechos. Según ha explicado a la instructora, salía de un bar con su perro y otro vecino de la zona, al que conoce pero con el que no mantiene amistad íntima, cuando se encontraron con Errejón y un grupo de personas. Eran las once de la noche y se encontraban en la calle Buenavista.
Se dirigió al diputado y le pidió un ‘selfie’ a lo que Errejón se negó aduciendo que a esas horas, no estaba ya trabajando. El denunciante le respondió reconociendo que forma parte de las personas que le critican en redes sociales y, a renglón seguido, se llevó una patada en el estómago. El vecino que le acompañaba ha testificado prácticamente lo mismo, según las fuentes consultadas, si bien ha señalado ante la juez que desde su punto de vista, la supuesta patada fue mucho más fuerte de lo que dijo el denunciante en comisaría. Falta un testigo más por declarar al que el juzgado no ha conseguido notificar. Esa persona, sin relación ni con el denunciante ni con Errejón, contó a la Policía que pasaba por allí cuando acababa de terminar el incidente. No vio una agresión, pero sí apreció que el diputado se marchaba de allí deprisa, como huyendo de la situación, de acuerdo a las fuentes consultadas. Los agentes se habían desplazado al lugar después de que A.D.C o su acompañante, extremo que no está claro, llamasen justo en pleno rifirrafe tras la supuesta agresión.
Además de ratificar su denuncia, en un relato que el testigo ha avalado, A.D.C., se ha sometido a un examen forense en el juzgado. La razón es que no medió parte médico ni de lesiones cuando acudió a comisaría porque según dijo, no refería ya dolor al cabo de un rato tras el golpe. El hombre, de 67 años, padece no obstante una hernia en la zona abdominal y está sometido a un tratamiento de quimioterapia. Según ha referido a la forense, esa hernia comenzó a darle problemas dos días después y al tercero apreció que había aumentado su tamaño. Fue entonces cuando decidió ir al médico, quien le comunicó que debía operarse. La forense debe dirimir ahora si ese empeoramiento tuvo que ver con la supuesta agresión o si, de haberse producido, no estaría relacionado.
Errejón, como diputado, está aforado ante el Tribunal Supremo por lo que la juez de instrucción no tiene competencias para citarle como investigado. Según informan en fuentes jurídicas, el escenario más plausible es que una vez recabado ese informe de la Científica y el testimonio que falta, la juez tome la decisión: o archivar el asunto si no ve concluyentes los indicios o elevar una exposición razonada para pedir su imputación.