Movimientos para frenar la sangría en Ciudadanos
La delicada situación interna de Ciudadanos con la fuga de ediles en Granada y Jaén está afectando al Gobierno andaluz, que trata de poner fin a una deriva que lo cimbrea
Bendodo y Marín unen fuerzas para impedir las maniobras de Fran Hervías en los ayuntamientos de Jaén y Mijas
La situación interna por la que está pasando Ciudadanos preocupa no sólo en el partido naranja sino también en otras dependencias del Palacio de San Telmo porque también en el PP saben que lo que está sucediendo trasciende las cuitas internas de su socio de Gobierno en la Junta.
La estrategia para revalidar el Ejecutivo andaluz pasa por presentarlo como un plebiscito ante los ciudadanos cuando llegue el momento de abrir las urnas —que sigue siendo al final de la primavera de 2022— y lograr así la mayoría absoluta entre ambos. Pero la debacle por la que está pasando Ciudadanos, con constantes abandonos de los gobiernos locales que se habían pactado al principio del mandato, cuestiona que PP y los naranja puedan sumar en la próxima convocatoria electoral.
El mensaje oficial es que el Gobierno andaluz está «encapsulado» pero las conversaciones entre Elías Bendodo y Juan Marín al respecto son constantes. La última se produjo el pasado jueves en los patios del Parlamento. Aprovechando que el foco estaba centrado en el PSOE —la visita de Espadas a Moreno y el estreno de Ángeles Férriz como portavoz — Bendodo y Marín no ocultaron sus cuitas.
El objetivo es frenar la sangría de cargos y desde las filas de Ciudadanos aseguran a ABC que ya casi lo han logrado. Se podría producir alguna deserción más pero esperan pocas sorpresas. Porque aseguran que han desarmado la lista de cargos dispuestos a desertar que había preparado Fran Hervías.
El exsecretario de Organización de Ciudadanos había puesto sobre la mesa de Teodoro García Egea el gobierno de los ayuntamientos de Granada, Jaén, Mijas y Benacazón ya que en todos ellos contaba con concejales afines que habían pactado con el PSOE por decisión de la formación naranja pero que estarían dispuestos a romper ese acuerdo y a entregar las alcaldías al PP. A la situación gravísima en la que se encuentra Granada, que está por ver cómo termina, quizás con un alcalde del PSOE, se ha sumado la de Jaén, con la dimisión de dos concejales del equipo de Gobierno que preside el alcalde socialista Julio Millán.
Sin embargo, en Jaén no se ha roto el Gobierno municipal, como también aseguran que no sucederá en Mijas por más intentos que se han producido. Habrá algunos casos más de deserciones, como en el Ayuntamiento de Gergal en Almería, pero la cosa no pasará a mayores. O eso esperan.
Pero las sombras de Hervías siguen siendo alargadas y el objetivo principal en San Telmo es frenar sus movimientos en Andalucía. Fuentes del PP explicaban a ABC que están centrados en sacarlo de la comunidad autónoma porque consideran que es un elemento grave de distorsión en las relaciones con sus socios de Ciudadanos.
Los movimientos no terminan ahí. En Ciudadanos pretenden reactivar al partido tensionando a los afiliados y simpatizantes. Juan Marín, vicepresidente de la Junta y coordinador regional de la formación naranja, ha cogido la carretera y está recorriendo todas las provincias andaluzas en una gira que ha denominado #IlusionNaranja y con la que pretende arrancar la maquinaria electoral de Ciudadanos. O lo que quede de ella.
El vicepresidente de la Junta está protagonizando actos preparados para los afiliados y simpatizantes que tienen como principal objetivo arropar a los concejales de los pueblos, a las personas que han trabajado para el partido y a los que ni la dirección nacional ni la autonómica han prestado atención específica hasta ahora. La salida de Albert Rivera de la Presidencia de Ciudadanos y el liderazgo de Arrimadas —que se inició con su embarazo y permiso maternal y luego con la pandemia— han aumentado la distancia entre los cuadros y los afiliados de una marca muy erosionada. A esto se suman las encuestas electorales de todo tipo que no dejan de mostrar un partido en decadencia y perdiendo votos casi todos los días. La moción de censura de Murcia y las elecciones de Madrid han puesto la puntilla a la moral de las huestes naranja. Y desde la dirección andaluza de Ciudadanos consideran que el único camino para la recuperación, aunque sea sólo para salvar los muebles, pasa porque quienes conforman el partido se sientan respaldados y vean un proyecto común.
En estos actos, Juan Marín escucha las críticas y demandas de los afiliados —una de las más recurrentes es que se han sentido solos y abandonados por sus líderes— y también aprovecha para marcar distancias con el PP (hay que tener en cuenta que están cerrados a la prensa).
Hay un dato revelador de esta gira: Juan Marín es el protagonista de la misma ya que no acude ningún otro miembro del Gobierno andaluz. Empezó el día 7 de junio en Sevilla —donde se escucharon las críticas más duras—, fue el 11 a Medina Sidonia (Cádiz); el 14 a Lucena (Córdoba), el 16 a Huétor Vega (Granada) y el martes 22 a Huelva. El viernes la cita fue en Málaga, el lunes será en Almería y el 5 de julio en Jaén.
El total protagonismo de Marín cabe interpretarlo también en clave orgánica. No sólo se trata de «ilusionar» al partido sino también de reforzar su liderazgo, cuestionado por críticos internos que le censuran que no haya sabido rentabilizar la gestión de Ciudadanos en la Junta. En esa clave, Marín ha pedido respaldo a Madrid y lo ha encontrado. Por primera vez desde que Arrimadas asumió el liderazgo.